García Calero y Mazantini, cultura ejemplar

Eusebio Gª del Castillo Jerez.-  La Asociación de Coros y Danza Mazantini, con motivo del 75 aniversario de su fundación, y Antonio García Calero, fueron proclamados ex aequo Ciudadanos Ejemplares 2016, durante la ceremonia que se celebró en la tarde de ayer en el Antiguo Casino de la capital. El propio García Calero y Rafael Romero, como presidente de la agrupación folclórica, recogieron de manos de la alcaldesa de Ciudad Real, la estatuilla de Don Quijote que reconoce tal nombramiento. Asimismo, a Emilio Durán Arche, excomisario provincial Jefe del Cuerpo de la Policía Nacional en Ciudad Real, a quien se concedió a finales del año pasado la distinción honorífica de la figura de “Alfonso x El Sabio», y también candidato a Ciudadano Ejemplar, le fue entregada una placa en reconocimiento a su labor durante sus años de servicio en este cuerpo policial.

Desde el año 1980, el Ayuntamiento de Ciudad Real rinde homenaje a algunos de sus vecinos que se han destacado por su ejemplaridad. Personas, instituciones o entidades «cuya trayectoria constituye todo un ejemplo de integridad moral y vocación de servicio, contribuyendo a afianzar el concepto de ciudadanía». El acto, que se repite a la caída de la tarde del 14 de agosto, precede a la inauguración de la Feria y Fiestas que se celebran en honor a la patrona de Ciudad Real, la Virgen del Prado.

Rafael Romero repasó durante su discurso la trayectoria y el legado transmitido a la ciudad que vio nacer a la Asociación de Coros y Danzas Mazantini apenas comenzada la década de los cuarenta del siglo pasado. Agradeció la distinción concedida por el Ayuntamiento de Ciudad Real, el reconocimiento de cuantos han recibido «que más les ha llegado a la corazón». El presidente de la agrupación folclórica recordó hitos alcanzados por Mazantini y anécdotas de sus muchos viajes a lo largo y ancho de 34 países. Un accidente en el desierto de Marruecos, el contrato con Disney o una actuación en Siria, apenas unas pinceladas de 75 años de «tacón, punta y tacón». Tal vez, concluía Romero, «cuando cumplamos cien años podamos ser distinguidos, quién sabe, si como hijo predilecto».

Antonio García Calero destacaba la «ejemplaridad» de Mercedes y Jesús, las dos personas que promovieron su candidatura. Dos personas «íntegras, cuyos espíritus se han forjado en el humanismo y en el compromiso». «No soy nada ejemplar -reconocía- al lado de lo que suponen sus dos vidas». Asimismo daba las gracias a las más de mil personas que firmaron en apoyo a su candidatura como Ciudadano Ejemplar.

No busquéis ciudadanos ejemplares, recomendaba este profesor universitario, «entre los que hacemos lo que nos complace infinitamente, más bien mirad entre quienes se sacrifican por los demás; quienes se consagran al bien común de manera callada y anónima». Pensad en ellos, decía, «y ahí encontraréis personas ejemplares que no precisan de focos, de escenarios ni de micrófonos».

Minero de nacimiento y culipardo de adopción fue «trasplantado de Puertollano a la capitaleja». «Y aquí eché raíces. Todo lo que tengo, todo lo que soy está ligado a Ciudad Real: mi familia, el amor, mis hijos, mis estudios, mi trabajo, la música… Esta ciudad que a veces nos desanima y nos desespera, pero a la que todos amamos y para cuya transformación y renovación todos tenemos el deber de trabajar», relataba.

García Calero recordaba que desde hace 30 años trabaja por la difusión del jazz, «esa música que no gusta a muchos pero que, a los que nos gusta, nos apasiona». Un pasión que le ha llevado a proponer todo tipo de fórmulas para que en Ciudad Real no faltara un escenario en el que se pudiera escuchar a un músico de jazz. Este largo camino no lo he recorrido en solitario. «Mis méritos son compartidos, yo no he sido sino el catalizador de la voluntad de un grupo de ciudadanos, cada vez más numeroso, que ha aprendido a amar el jazz», añadía. «Represento a todas las personas que se emocionan ante el riesgo de una improvisación, ante el diálogo íntimo y profundo de un trío o un quinteto que se comunica o se expresa desde el lenguaje del jazz».

Aceptaba el reto de ser Ciudadano Ejemplar «con una mirada prospectiva». De nada sirven este tipo de gestos, advertía, si no se convierten en actos concretos, «en la lenta y tranquila revolución del día a día». Se refería «al compromiso, a la militancia», a un futuro de proyectos que García Calero «está dispuesto» a seguir asumiendo por la difusión del jazz, «una música alternativa, menos protegida, menos amparada, menos subvencionada por las instituciones».

«No hay realidad que no nazca de un sueño», citaba, antes de anunciar la colaboración con el Ayuntamiento para tratar de convertir el ciclo Universijazz se convierta, «más temprano que tarde», en un festival de jazz. Antonio García Calero concluía su intervención con una emotiva dedicatoria a su padre, fallecido meses atrás.

Como proponentes de las candidaturas a Ciudadano Ejemplar de Mazantini y Antonio García Calero, aprobadas en el Pleno del Ayuntamiento de Ciudad Real por unanimidad, intervinieron también el teniente hermano mayor de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Jorge González, y Jesús Mora.

La alcaldesa de Ciudad Real reconocía que fue imposible decantarse por una de las dos candidaturas, «porque ambas venían sobrada de méritos». Por lo tanto, recordaba, el acuerdo fue realizar el nombramiento ex aequo.

De Mazantini, afirmó Pilar Zamora, es mucha y muy difícil de saldar la deuda contraída por Ciudad Real con esta asociación, «referente del folclore, las tradiciones y la cultura popular de La Mancha». Agradecía también la regidora municipal la implicación de la agrupación en todas y cada una de las fiestas de la capital, así como «la recuperación de las costumbres y los usos que el paso del tiempo y la desidia hubieran condenado al olvido».

Por otro lado, personificaba en García Calero el trabajo por una ciudad de cambio y de progreso. «Para eso eres necesario tú y muchos como tú». Resaltaba Zamora la diversidad de la ciudad, «que se demuestra en la riqueza de matices, al igual que el jazz». La cultura por la que trabaja el equipo de Gobierno, subrayó Zamora, es inclusiva; «una cultura para todos y para todas».

Por último, la alcaldesa destacaba la complementariedad de ambos ciudadanos ejemplares. «Mazantini son nuestras raíces, lo pilares sobre los que construir cualquier futuro; y ahí, en el futuro, está Antonio García Calero, con nuevas propuestas que dinamizan y abren nuestra ciudad».