Eusebio Gª del Castillo Jerez.- En el campamento de refugiados de Katsikas, situado en la localidad homónima y a escasos kilómetros de la ciudad de Ioánina, junto al lago Pamvótida, conviven casi un millar de personas en condiciones infrahumanas. Con las primeras lluvias del mes de agosto, habituales en la zona, la situación se ha vuelto caótica.
El ciudadrealeño Carlos J. Sánchez-Herrera trabaja sobre el terreno con la Asociación Integrada de Rescate en Emergencias (AIRE). Relata que en los dos últimos días han caído trombas de agua. Ayer, en concreto, la lluvia arreció con fuerza, acompañada de granizo y un fuerte viento que destrozaron varias tiendas, alguna incluso voló por los aires.
Este voluntario y la ONG con la que colabora actuaron rápidamente para tratar reconstruir las tiendas de la forma más digna posible. «En una de las que visitamos, que ocupan una viuda, cuyo marido falleció en Siria víctima de la guerra, y su hijo, el suelo estaba encharcado y los colchones y mantas empapados. La mujer lloraba desesperada, pues el agua cubría sus escasas posesiones. Le reconstruimos la tienda con lonas impermeables y unos palés para que agua no se le filtrase y quedara por debajo. A su vez recubrimos los propios palés con otras lonas y alfombras para que pudieran estar un poco mejor». Explica que actuaciones similares se llevaron a cabo en otras cinco tiendas más.
Carlos explica que la inclinación del pedregoso terreno provoca que, en cuanto llueve, el agua corra hacia abajo, inundando las tiendas del campamento. «Fue impresionante ver cómo salían corriendo los voluntarios con picos y palas para hacer acequias y canales, con el objetivo de reconducir el agua y evitar que acabara dentro de las tiendas».
Esta labor se debería haber hecho previamente por el ejército, responsable del campo, y no por los voluntarios, lamenta, ya que éstos carecen de los medios y condiciones necesarias para realizarlo de forma efectiva.
Mohamed Dali era un Refugiado Sirio que llego a Alemania, solicito asilo, Alemania le proporciono una vivienda donde vivir, un sueldo y dietas, pues Mohamed Dali el pasado domingo hizo explosionar una bomba casera que hirió a 15 personas en las cercanías de un festival de música al aire libre en Ansbach, localidad de alrededor de 40.000 habitantes del estado de Baviera, en el sur de Alemania, y yo pregunto, ¿de verdad esta es la gente que queremos que entre a Europa?, porque no piden Asilo en Dubai o Emiratos Arabes
Así es- Lástima que la gente no abra los ojos…
los países del Golfo están entre las pocas naciones en el mundo que no han participado en el tratado de la ONU de 1951 sobre los refugiados, el acuerdo que da energía a los esfuerzos de Occidente para dar asilo a los refugiados de los rincones remotos del globo.
En resumen, los países del Golfo no están legalmente obligados a proporcionar refugio o asilo.