El director general de Carreteras y Transportes del Gobierno regional, David Merino, ha comparecido hoy ante la Comisión de Infraestructuras de las Cortes de Castilla-La Mancha para dar cuenta de las primeras actuaciones de su departamento durante el último año, y que coinciden con un informe de la Asociación Española de la Carretera publicado el pasado mes de mayo que alerta de un importante deterioro en varios de los parámetros de conservación de la red viaria castellano-manchega registrado entre los años 2014 y 2015, especialmente en relación al estado de pavimentos y firmes.
Merino ha expuesto que el actual Gobierno regional está tratando de “revertir la situación” hallada en la Consejería de Fomento, con un bajo tono inversor (la mitad de consignación presupuestaria en 2014 que en 2010), lo que a su juicio ha supuesto un “creciente deterioro” de la red regional que “nos obliga ahora a comprometer mayores recursos al no haber planificado actuaciones básicas de conservación” que considera esenciales para “volver a los estándares de calidad” que poseía la red en 2011.
El director general ha revelado que al reducido esfuerzo realizado en conservación durante el mandato finalizado en 2015 (con actuaciones en 235 kilómetros y una inversión de 40 millones), el actual Ejecutivo ya ha acometido refuerzos de firme en 80 kilómetros de la red en sólo un ejercicio, con 37 millones de euros de inversión a los que se unirán nuevas licitaciones en julio por valor de 9 millones de euros más que servirán para mejorar otros 33 kilómetros.
David Merino ha reprochado el menoscabo sufrido por la red autonómica en el citado informe a la “dejadez” del Ejecutivo anterior y ha reconocido que la situación presupuestaria de partida para 2016 es “crítica” debido a los “limitados recursos” que ha hallado la Consejería en relación a los contratos paralizados unilateralmente entre 2011 y 2015, y que ha elevado a 45 millones de euros solamente en la Dirección General de Carreteras de un total de 180 millones para toda la Consejería de Fomento.
En este sentido, ha desvelado que las gestiones practicadas a través de la Dirección General con los contratistas denunciantes han permitido reducir esos 45 millones a 14, con un ahorro para las arcas públicas de 25 millones de euros. No obstante, ha transmitido que “para un director general es muy doloroso” haber pagado 7 millones de euros por infraestructuras como la autovía entre Cuenca y Albacete “sin que se haya construido ni un solo metro de carretera”, reprochando al Partido Popular la rescisión de los contratos en lugar de haber apostado por suspensiones temporales para haber procedido a una recuperación paulatina o redimensionada a medida que la situación económica mejorase, estrategia que han llevado a cabo en otras comunidades autónomas e incluso en infraestructuras dependientes del Ministerio de Fomento.
Merino ha aclarado que aunque “seguimos trabajando en tener proyectos preparados” para estas grandes infraestructuras “para cuando la situación económica varíe”, el objetivo “de esta primera fase del mandato” es la conservación de la red viaria, “estirando los euros, manteniendo y sujetando” aunque sin renunciar a una planificación más ambiciosa en el futuro.
“Es el momento de seleccionar bien los proyectos”, ha afirmado, porque “cualquier inversión hay que mirarla mucho para que tenga unas tasas de rentabilidad adecuadas como inversión pública”, ha dicho, al tiempo que ha apostado por una red que proporcione “a todos los castellano-manchegos de cualquier ciudad o pueblo una carretera en unas condiciones dignas”. El director general ha apostado por una planificación económica a “largo plazo”, pero siempre bajo tres criterios irrenunciables: “mantener la red en las mejores condiciones de calidad, seguridad y comodidad”.
