La Asociación Empresarial de Farmacéuticos de Ciudad Real (ASEFARCIR), que agrupa a un tercio de las farmacias provinciales, reclama, al igual que la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) que las oficinas de farmacias vuelvan a dispensar medicamentos de Diagnóstico Hospitalario (DH), ya que el coste directo de su dispensación es el mismo tanto en hospitales como en oficinas de farmacia, según ha calculado el Observatorio del Medicamento de la FEFE.
Su dispensación en hospitales implica gastos de infraestructura y personal, que corren a cuenta del erario público, y las pérdidas de horas de trabajo y gastos de desplazamiento de los pacientes, más de 774.000 en toda España, que han de acudir al hospital para recibir sus tratamientos, mientras que en las oficinas de farmacia los gastos de personal y de infraestructura recaen en los farmacéuticos individuales.
En caso de dispensarse estos medicamentos en oficinas de farmacia estarían sometidos al régimen de aportaciones que les corresponda, y tendrían un menor coste para el sistema, y otra consideración son los descuentos y deducciones que soportan las farmacias que disminuyen el coste respecto a la dispensación hospitalaria, y la fijación de márgenes inferiores para los productos de precio superior a 143 euros.
Fin del copago en sombra
Todo este conjunto de aportaciones, deducciones y descuentos proporciona una diferencia poco significativa del posible ahorro de la dispensación en hospitales, con un factor socioeconómico de difícil medición, pero muy importante, que es el ‘copago en la sombra’: los desplazamientos y pérdidas de horas laborables de 774.000 pacientes en toda España.
En términos globales, la vuelta a oficinas de farmacia de todos los medicamentos de dispensación hospitalaria cuyo seguimiento y control no se encuentra justificado por la AEMPS tendría un bajo coste: únicamente un aumento de un 0,4% de las recetas. En cambio, representaría un incremento de la facturación del 6%, y un considerable aumento de las escalas de deducción y descuentos para todas las farmacias. Además, acabaría con el ‘copago en la sombra’ ya mencionado.