El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha defendido este lunes un nuevo modelo de financiación autonómica que conlleve el aumento de recursos económicos de las autonomías en, al menos un punto del PIB, tanto en educación como en sanidad, para poder hacer frente a la correcta gestión de sus competencias en ambas materias.
Así lo ha expresado el presidente del Ejecutivo autonómico durante su ponencia ‘Territorialidad e igualdad de los ciudadanos’ con el que este lunes se ha inaugurado el curso de verano ‘La reforma constitucional española: comunicación y ciudadanía’ de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) que, hasta el próximo 15 de julio, se celebrará en el Euroforum Infantes de San Lorenzo del Escorial (Madrid). Un acto en el que el presidente García-Page ha estado acompañado, entre otros, por el profesor de la Facultad de Derecho de la UCM, Braulio Díaz Sampedro, y la periodista Antonia Cortés, coordinadora del curso.
García-Page ha urgido a retomar cuanto antes el debate sobre un nuevo sistema de financiación económica ya que, a su juicio, “no es razonable” continuar con un modelo en el que el Estado acapara el 55% de los recursos, contra el 28% de las comunidades autónomas y el 13% de los ayuntamientos, cuando tanto las autonomías como los municipios son los encargados de resolver “el noventa por ciento de las cosas que preocupan de verdad a la gente”.
Del mismo modo, ha abogado por abordar una reforma constitucional “con algunos límites evidentes” y que “no parta de cero” sino que tome como base la Constitución de 1978. En este sentid, ha defendido la búsqueda de “consensos sobre qué añadir y no sobre qué eliminar de lo que tenemos”, lo que “facilitará que lleguemos a acuerdos”, ha añadido. Igualmente se ha referido a la necesidad de “blindar” y ampliar el marco de protección de derechos fundamentales de los ciudadanos, caso de la educación o la sanidad.
Por último, ha considerado que esa reforma constitucional “no debe plantearse contra nadie” en cualquier caso sino con el espíritu de sumar y teniendo como máxima la igualdad entre los diferentes territorios que componen España. Una igualdad que, según ha explicado García-Page, debe aplicarse también en espacios como el de la Seguridad Social, las pensiones, la fiscalidad “que debe ser estatal con independencia de que haya espacios autonómicos”, al mismo tiempo que se aborda el debate sobre “la problemática del domicilio fiscal de las empresas”. Asimismo, García-Page ha reclamado un “proceso de armonización” en el que converjan las legislaciones tanto nacional como las de las diferentes autonomías para “corregir ese péndulo”.
Unión Europea como modelo
Por otro lado, el presidente de Castilla-La Mancha ha defendido el modelo de cohesión entre territorios que promueve la Unión Europea y su traslación al ámbito nacional. “Esa coherencia que pedimos para Europa es la que tenemos que aplicarnos como españoles y no puede entender a ningún partido que, en España, defienda lo contrario” ha subrayado.
El presidente regional se ha mostrado convencido de que “Europa será” en el futuro y que “terminaremos viendo los Estados Unidos de Europa”. Del mismo modo, se ha referido a los resultados del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE, haciendo hincapié en que “el paso atrás” de los británicos “puede ser un estímulo”, haciendo “de la necesidad, virtud”.
En este mismo contexto y, a preguntas de los asistentes, García-Page se ha referido al trasvase Tajo-Segura y a la postura del Gobierno de Castilla-La Mancha al respecto que, ha incidido, va a favor de corriente en cuanto a las directrices que marca la propia Unión Europea que, “conducen a la transformación por completo del Tajo-Segura”.
“Yo soy partidario de que avancemos en una solución pactada a nivel nacional respecto al agua”, ha recalcado García-Page quien, del mismo modo, ha defendido un “escenario progresivo de uso de desaladoras, menos contaminante”, que pueda así liberar paulatinamente al Tajo “que está muerto” y cuya situación ha calificado “atentado ecológico”.