Eusebio Gª del Castillo Jerez.- A las familias de acogida ciudadrealeñas se las comían los nervios y la impaciencia. El día de ayer fue muy largo, no solo para los 45 niños ucranianos provenientes de Kiev, dentro del programa de estancias estivales organizado por la asociación Ciudad Real en Ayuda al Niño. Después del aterrizaje en Barajas alrededor de las once de la noche, y de un viaje en autobús hasta Ciudad Real, con parada incluida para reponer fuerzas, el encuentro entre los niños ucranianos y las familias ciudadrealeñas se producía a las puertas del Centro Verde cerca de las cuatro de la mañana. A continuación, ya dentro de las instalaciones municipales, se recibía al grupo y se asignaba a cada niño su familia de acogida.
Por delante, mes y medio para disfrutar de la convivencia y reponerse de los efectos de la radioactividad, aún persistentes treinta años después de la catástrofe nuclear de Chernóbil.
Con este programa de acogida, CREAN y las familias ciudadrealeñas ayudan a los niños a combatir enfermedades a las que se encuentran expuestos, además de facilitarles reconocimientos médicos y tratamientos especializados en caso necesario. Asimismo, la asociación organiza actividades de carácter cultural, recreativo, y de convivencia, con el objetivo de que la estancia de los niños en Ciudad Real sea lo más agradable posible.
