La Casa Natal de san Juan de Ávila, el cuarto Doctor español con que cuenta la Iglesia en sus más de dos milenios de andadura, acoge desde hace unos días los retratos de los otros tres santos compatriotas que ya contaban con la máxima distinción eclesiástica.
Antonio Sánchez, el fotógrafo recientemente fallecido y que durante toda su vida activa plasmó con sus cámaras escenas típicas de Almodóvar del Campo como sus afamados encierros y celebraciones públicas y particulares de diferentes generaciones de vecinos en esta localidad y otras del entorno como Puertollano, contaba en su colección privada con las respectivas imágenes de San Isidoro de Sevilla, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús y que ahora han sido donadas por su hijo Antonio. “Es algo que no tiene mayor mérito, mi padre hubiera hecho lo mismo”, ha referido éste.
Nacido en 1932, Antonio Sánchez padre inmortalizó como artista no pocos momentos costumbristas y festivas y actos oficiales que están en la memoria colectiva de la ciudadanía. Precisamente sus obras de alcance público han quedado registradas en libros de fotografías antiguas que, en el caso de Almodóvar del Campo, se abría con el ejemplar ‘Imágenes vividas’ (1995) y más recientemente en ‘Una mirada al pasado, una sonrisa al presente’, así como en el grupo de Facebook ‘Almodoveños por España’.
Inicialmente fue colaborador de su hermano en el laboratorio de revelado, para más tarde pasar a dirigir su propio estudio. A principios de la década de los sesenta del pasado siglo se trasladaron a Puertollano, donde actualmente mantienen esta actividad sus familiares.
Desde ‘Vocatio’ se agradece enormemente esta donación, que pasan a exhibirse entre todos los visitantes de las rutas avilistas de la localidad gracias a un gesto que, en definitiva, contribuye a enriquecer la contextualización de la figura y obras del santo almodoveño en el lugar de residencia del pueblo donde vino al mundo.
San Isidoro de Sevilla vivió en época visigoda, entre los siglos VI y VII y casi un siglo después de su muerte, en 636, fue declarado su Doctorado de la Iglesia por el papa Inocencio XIII. Por razones obvias, San Juan de Ávila solo pudo conocer a este primer Doctor español a través de sus escritos, pero sí fue coetáneo de San Juan de la Cruz, cuya máxima proclamación la decretó el papa Pío XI en 1926 y de Santa Teresa, siendo el almodoveño decisivo en que la de Ávila despejase dudas acerca de sus trascendentes experiencias místicas; ella es Doctora desde 1970, por decreto del papa Pablo VI.
Estos retratos se pueden ya contemplar en la Casa Natal del santo almodoveño, además de otros sobre el propio San Juan de Ávila también donados y que en alguno de los casos lleva la firma del genial pintor local Alfredo Palmero ‘el viejo’, cuya familia ha puesto también a disposición de ‘Vocatio’ ejemplares bibliográficos y lienzos quijotescos para la ruta cultural de la oferta de visitas a la población.
Estas noches de verano se puede acceder cada semana, de jueves a sábados, tanto a la Casa Natal como al Templo Parroquial concertando visita para conocer la ruta ‘El Alma de Juan de Ávila’. Para ello solo es preciso llamar al teléfono 663 274 061 y que haya entre diez y treinta participantes. Una vez confirmada, el encuentro con los interesados se hace en la Plaza Mayor hacia las diez menos cuarto de la noche y los cinco euros que se piden por persona van destinados al mantenimiento, conservación y restauración de las sedes de la ruta avilista y cultural, así como para sufragar el tríptico explicativo que se entrega.