Eusebio Gª del Castillo Jerez.- Poesía como bálsamo frente a la indolencia aritmética de la administración. Con versos ahogados por la emoción, antiguos alumnos y profesores del Juan Alcaide han rendido un sencillo homenaje a su colegio. Un emotivo adiós a 35 años de historia que consideran «irreversible», por más que desde la Consejería de Educación se haya calificado el cierre del centro como «temporal».
Una alumna de sexto curso y un exalumno del CEIP Juan Alcaide han presentado un entrañable acto en el que la exdirectora Manuela Ruiz ha dado lectura a un escrito consensuado por los maestros que han formado parte de la plantilla del centro.
Antiguas alumnas del Juan Alcaide han recitado versos del propio poeta valdepeñero y otros, la mayoría, escritos por maestras de este colegio. Fueron algunos de los momentos más sentidos de este agridulce reencuentro, especialmente cuando estas jóvenes coincidieron en señalar con orgullo que en su colegio, además de en letras y números, se formaron como personas. Les resultó imposible reprimir las lágrimas al recordar los buenos momentos vividos en «el colegio de las vallas rojas al lado del INEM»
Durante el homenaje no faltó la proyección de un vídeo resumen con fotografías de los 35 años de historia del colegio. Además, se coreó una versión del triste y sola (Fonseca) dedicado al colegio: «triste y sola/sola se queda la escuela/sin alumnos, sin profes ni personal/y los libros/las aulas y las pizarras/sin sentido/van a empezar a llorar«. Por último, se ha entregado a los asistentes una chapa conmemorativa con el lema del colegio: «lo que de raíz se aprende nunca se olvida». Antes de marcharse, han posado para una foto de familia de despedida.
Al acto asistieron las dos primeras directoras del Juan Alcaide, María Rosa Alcalde y Carmen Galán, que coincidieron en alabar el buen gusto del homenaje.
En toque de humor corrió a cargo de los presentadores, quienes trataron de poner una sonrisa a los «duros y difíciles» momentos por el cierre de su colegio. Entre bromas, comentaron que más que la calle Echegaray parecían estar en la del Camino de la Guija. «Esto no es un entierro, sino un homenaje, que se note que hemos tenido en la puerta del colegio el botellón y el chunda chunda«, animaron a los presentes.
La exdirectora Manuela Ruiz leyó un escrito, consensuado por los docentes que han pasado por el centro educativo, para explicar los motivos de la situación a la que se ha visto abocado el colegio. Sus palabras, en tono contestatario, fueron recibidas con aplausos por los asistentes al homenaje. «El cierre del Colegio Juan Alcaide ha causado tristeza, malestar y estupor entre la comunidad educativa, sobre todo teniendo en cuenta que se están reabriendo escuelas en otras localidades», comenzaba leyendo Ruiz. «No nos cabe la menor duda de que la administración, con sus políticas equivocadas ha propiciado este final. Los gestores de la Comunidad Autónoma no han querido trasladar a la práctica lo que han promulgado a través de decretos y leyes. Mientras se hablaba de una escuela inclusiva se permitía la formación de auténticos guetos en varios colegios públicos con el consiguiente perjuicio, ya que se han visto relegados a una categoría inferior. Obviamente no para los maestros, que trabajan hasta la extenuación en condiciones de especial dificultad para que todos los alumnos disfruten de las mismas oportunidades, pero sí para la sociedad en que vivimos, que es un tanto hipócrita».
El colegio abrió sus puertas en el curso 1980/81 como parvulario, configurándose en cursos sucesivos como un centro completo de una línea. «Hasta casi finales de la década de los noventa gozaba de una salud envidiable: con una población escolar equiparable a los colegios de la zona», continuaba el escrito. «En esa época incide de forma desigual el fenómeno de la inmigración en diferentes centros. La confluencia de culturas, que constituyó un enorme enriquecimiento a todos los niveles, paradójicamente, y unido a otras casuísticas, motivó un éxodo paulatino del alumnado hacia otros colegios. Ni los proyectos acometidos por el centro ni la labor de los maestros resultaron suficientes para corregir esta tendencia. Tras innumerables propuestas dirigidas a inspectores, delegados, consejeros no sirvieron para revertir la situación porque todas cayeron en saco roto. Es más fácil concentrar que repartir, de esta forma el resto de colegios públicos y concertados mejoran sus perspectivas».
«Hoy asumimos con tristeza que el Juan Alcaide cierra sus puertas para el fin con el que se creó, como colegio de Infantil y Primaria. Todos esos ropajes con los que la administración quiere adornarlo, como cierre temporal o no ideológico solo sirven para no asumir el fracaso que supone esta medida. Los que conocemos en profundidad los entresijos de la política educativa sabemos que es algo irreversible. Confiamos en que sea el primero y el último de la capital, aunque mucho nos tememos que es el inicio de una carrera imparable que se llevará por delante a algunos más», vaticinaba.
Algunos de los textos leídos durante el homenaje
EN EL 25 ANIVERSARIO DEL COLEGIO
Dolores Aguirre
Veinticinco largos años
ha cumplido este colegio,
salvando los avatares
y caminando muy regio.
Le pusieron Juan Alcaide
de ese gran valdepeñero
que además de ser poeta,
por vocación fue maestro.
Que amó las tierras manchegas
escribió muchos sonetos,
poemas para los niños
y vivió en tiempos revueltos.
Hoy veinticinco de mayo
celebramos este evento,
con deportes saludables
comilona y otros juegos.
Os damos la bienvenida
a los antiguos alumnos,
a la asociación de padres
y a jubilados maestros.
Por este nuestro colegio
pasaron muchos maestros,
derramando dignidad,
vocación y buen ejemplo.
Mantenemos la ilusión
de educar a nuestros niños,
aunque hoy es bien difícil
alcanzar ese objetivo.
Si hoy os sentís a gusto
en este nuestro colegio
nos quedaremos conformes
y os decimos ¡hasta luego!
—
AL CIERRE DE NUESTRO COLEGIO JUAN ALCAIDE
(Escrita por Dolores Aguirre, maestra del centro)
A mi querido colegio
Allá en los años ochenta
el colegio fue creado
y en el dos mil dieciséis
¡Se acaba! ¡Nos lo han cerrado!
Nuestro colegio lo cierran
digo nuestro porque lo es
el que entraba a Juan Alcaide
suyo lo empezaba a hacer.
Si fue multicultural
nosotros lo reflejamos
hicimos un mapamundi
con países integrados.
Junio de 2016
Alumnos de nuestra Europa
de América y de Asia
reunimos tres continentes
quince naciones en alza.
Celebrando al gran Cervantes
buena exposición hicimos
en su cuarto Centenario
y hasta eventos deportivos.
Cada curso en navidad
preparaba su teatro
con obritas adaptadas
villancicos y payasos.
Al llegar la primavera
allí se plantaba el huerto
con variadas hortalizas
con tomates y pimientos.
Y al comenzar el estío
llegaban las graduaciones
en infantil y primaria
con birretes y canciones.
Valoremos compañeros
a cada uno que ha pasado
todos, alumnos y profes
algo bueno han dejado.
Alumnos y profesores
el personal laboral
asociaciones de padres
con todos hay que contar.
Sobre todo los valores
bien los hemos cultivado
amistad, compañerismo
integración, buen hacer
pues con ideas diferentes
a todos se ha respetado.
Si por las aulas pasamos
ya para siempre vacías
oiremos la chiquillada
en sus paredes metida.
Pero no nos despidamos
sintámonos muy unidos
hemos compartido juntos
grandes y peques momentos vividos.
—-
HAY UN CORAZÓN QUE ESTÁ LATIENDO
(A los profesionales, alumnos y padres del colegio Juan Alcaide)
“ Y este terrible adiós que se me escapa
desde no sé qué cimas del olvido”
(Juan Alcaide)
Decir adiós, triste palabra,
un adiós impuesto que golpea
la ilusión y la dicha en sus raíces.
Porque esta escuela lleva en cada letra
la fuerza de la vida que corre por las manos.
Es algo más que un edificio:
son rostros que han marcado,
el aliento infantil en sus rincones,
sus risas recorrieron los pasillos,
la algarabía feliz en sus labios,
pues son libros abiertos que en sus páginas
van marcando sus pulsos.
Porque hay un corazón que está latiendo
en cada pupitre, en cada aula,
ya no estarán sus cuerpos
mas queda el tacto invisible de sus almas,
un contagio de amor en las palabras
que es la experiencia donde la memoria
se hace vital y es un regalo.
Ser maestro es llenar
la mente y corazón de cada niño,
escucharles sin prisa, con ternura,
dibujar en sus rostros la esperanza.
Que un alumno siempre es
el gesto perceptible del maestro
que derramó su ser a manos llenas.
Que pronunciar cada nombre
es música que nos devuelve el viento
y se hace brisa en los cristales.
Que cerrar una escuela siempre es
el fracaso de una sociedad que no perdona
las diferencias y no ha sabido
construir unos lazos de futuro.
Han quedado las huellas que grabaron sus pasos,
mañana un silencio recorrerá la estancia,
eterno silencio,
aunque quizá el crujir de una madera,
“desde no sé qué cimas del olvido”,
recordará que un día
hubo alumnos, maestros, compañeros.
Presentación Pérez González
Me ha alegrado ver en las fotos a Doña Carmen G., la mejor profesora que he tenido. En ese colegio también tuve alguna de la que mejor no hablar.
Fue un homenaje muy emotivo y merecido. Lo que fue una vergüenza es que no hubiera ningún representante de la administración. Solo se ponen en la foto para abrir colegios, nunca para cerrarlos. Creo que la direccion del centro y el claustro de profesores , se merecían al menos el reconocimiento por parte de algún representante de la Administración Educativa.
Mi querida Doña Rosa: ya con mis 38 años cumplidos aun recuerdo su ternura como mi maestra. Excepcional profesora y persona. Seguiré guardando las cartillas en las que de su puño y maravillosa letra ponía mi nombre igual que el de mis compañeros allá en los años 80.
Igual de excepcional que Doña Geli (M° Angeles) con quien me crucé hace pocos mese ante mi sorpresa al acercarme a saludarla, ella me reconoció e incluso me preguntó sin errar por algunos demis compañeros. Impresionante. Eso solo sale del corazón.