Podrá parecer algo inocuo, pero a mí me preocupa bastante que no haya canciones para niños. Suele decirse que el arte es un modo de retratar la sociedad del momento, y el retrato me parece devastador.
Recientemente he asistido a las pruebas de ingreso a las Enseñanzas Elementales (el equivalente a la enseñanza primaria en sus cuatro últimos años) en el Conservatorio de Música de Ciudad Real, donde se enseña a tocar instrumentos y repertorio “clásicos”. Son pruebas de aptitud para niños, pruebas de reflejos y capacidades.Una de las pruebas consiste en cantar una canción, simplemente.
Uno, se imagina que, antes de venir, el niño o la niñaya habránpensado en una canción apropiada para la ocasión; incluso si ha dedicado un tiempo a prepararla prueba, alguien le habrá podido aconsejar, sugerir o enseñar alguna pieza – aunque para evitar errores y nervios, tendrá que saberla bien, por lo que resultaría más fácil escoger alguna canción común que aprender alguna nueva. Sin embargo, las canciones que presentanme resultan una antología del disparate: “cumpleaños feliz” (canción complicada donde las haya) entonada de triste manera; canciones de televisión tipoDoraemon; canciones de Malú, Estopa o de Fiti, de largas y extrañas pausas, o llenas de portamentos; los hay que no han preparado nada ni recuerdan en ese momento ninguna canción (probablemente porque no tengan costumbre de cantar);¡hasta quien se atreve con un rap! Lo raro es encontrar casos ajustados a los cánones, los que traen viejas piezas como “Susanita tiene un ratón”, “Debajo un botón”, “Do, Re, Mi” (de la película “Sonrisas y lágrimas”)…En ocasiones dicen que quieren aprender a tocar la “guitarra” o la batería ¿Hay algo malo en querer tocar la batería o cantar canciones de Fiti, y querer entrar en un Conservatorio? Evidentemente, no hay nada malo. Simplemente vamos tomando nota.
El Corte Inglés anuncia por la radio la venta de juguetes en verano con un niño haciendo un rap (con una cadencia muy boba, por cierto – que el rap tiene su “aquel”, que incluso Miles Davis mostró interés por el rap, como un momento interesante en la evolución de la música negra en EE.UU.) ¿Hay algo malo…? No: si hubiera algo malo ya lo habrían retirado.
Cambio de tercio: En el siglo XIX comenzó a prestarse atención a la infancia(a la infancia burguesa, quiero decir – la burguesía fue la clase en alza desde la Revolución Francesa) y tanto las obras literarias como las musicales para niños fueron poco a poco adquiriendo mayor auge y presencia. Curiosamente, las grandes novelas de aventuras no fueron escritas para niños (aunque los Verne, London y compañía se recuperasen para el público juvenil durante el siglo siguiente), porque el público adulto era receptivo a propuestas que hoy nos parecen dirigidas al público infantil y juvenil. Una obra de Stravinsky de 1917, como la Historia del Soldado – que nadie juzgaría como música para niños – se basa en cuantos infantiles rusos.Hasta los años 60 o 70, podría decirse que el público adulto disfrutaba como los niños con los payasos, lo mismo que viendo películas de Charlot.
Además, hasta hace pocas décadas, la melodía formaba parte de la cultura popular. La música era un fenómeno transversal que alcanzaba a todo. La gente de todas las edades cantaba – mejor o peor, que no se trata de esto – ya fuesen canciones populares, coplas, o “canción ligera”.Todos los anuncios de radio tenían el reclamo de una canción (Cola-Cao, etc.) y los programas de televisión tenían una sintonía larga que todo el mundo conocía (Curro Jiménez; El Hombre y la Tierra; Un, Dos, Tres; etc.).Si el catálogo de música folklórica siempre se ha vinculado a momentos concretos (canciones de trabajo, de ronda, de celebraciones, de baile, etc.), el paso de la sociedad agraria/artesanal a la sociedad industrial, solo suponía la incorporación de nuevos usos. Los niños tenían también su propio repertorio de canciones para jugar (al corro, a la comba, a las palmas,… la chata Berenguela, etc.) o viajar en autobús (Un elefante, etc.). La música ayudaba a memorizar, fuesen las tablas de multiplicar (lógica e intuitivamente en compás ternario), las oraciones católicas o los enunciados de geografía.Una entonación similar pero bien diferenciada del citado anuncio de rap veraniego.El canto de la lotería de Navidad por los niños de San Ildefonso es un residuo de aquello.
El húngaro BèlaBartók, además de ser uno de los más grandes compositores de música del siglo XX, dedicó gran parte de su vida a viajar por el Este de Europa (llegando a viajar a Argelia o Turquía) para estudiar la música popular.Una de sus principales conclusiones estaba en el valor de esas tres susodichas notas navideñas y su incidencia en la cultura popular. Podemos imaginar a BélaBartók visitando los lugares más recónditos de la Europa de principios del siglo XX con un fonógrafo a cuestas, llegando a la conclusión de que el contacto con el “progreso” de la civilización, inevitablemente contaminaba la pureza de las canciones folklóricas. No es ninguna broma. Uno se imagina que la música turca, o la argelina, o la subsahariana de hoy en día sean un poco“exóticas”, como las que se reflejan en las viejas películas. Pero la influencia de las producciones discográficas del pop anglosajón en estas músicas es una realidad. El cambio de paradigma y el paso del tiempo han afectado de forma drástica a un mundo globalizado, con una referencia homogénea que anula las identidades autóctonas. La música popular no se transforma solo por los cambios sociales, sino principalmente porque se regula a través del mercado, con producciones profesionales, atractivas, enriquecidas. Y quien es dueño del mercado, es dueño del modelo: el anglosajón a ambos lados del Atlántico.
Si en los años 60 era corriente que los “conjuntos modernos”, además de hacer canciones propias, cantasen canciones extranjeras traducidas (inglesas, francesas, italianas), en los 80 la traslación del Punk y la New Age británica tuvo como consecuencia un modo de pop autóctono y un auge de la industria discográfica(con epicentro en la Movida Madrileña), que iba arrinconando poco a poco a la canción de autor y la canción folklórica de guitarrita, superados por los nuevos tiempos.Poco a poco la reproducción musical – convenientemente incentivada para su consumo – se ha ido imponiendo a la tradición oral, la que nos identificaba culturalmente. Los jóvenes de los años 60, más identificados con la música pop que con la autóctona, hoy ya están en edad de ser abuelos.Cincuenta años después nuestro patrimonio oral está prácticamente en desuso, vencido por las modas, consumistas, necesariamente fugaces. Hasta los programas de televisión sustituyen las cabeceras por breves cortinillas.
Se podría decir mucho sobre cine y libros para niños (si son adecuados sus contenidos, si importan modelos sociales – abominables – hasta lograr imponerse, si son adecuados para todas las edades…), pero no cabe duda de que una parte importante de la industria en estos sectores se determina hacia un público infantil. Salvo loables excepciones, la música para niños es una mala parodia de la música para mayores: con su buena dosis de batería marcando los tiempos machaconamente, con sus partes instrumentales irreproducibles, por mucho que lo canten un grupito de voces blancas, o que parodien formas “heavy” edulcoradas, o no contengan tantas letras de amor… Los discos para niños no son para que canten o se enriquezcan, sino para acceder a un sector del mercado poco explorado y obtener ganancias.
Cantar no es solo, pues, un medio de aflorar los sentimientos individuales, sino que hace grupo, cuando hay personas o personitas que entonan juntas una canción, comparten ese sentimiento propio y facilitan la empatía. Hay que poner en valor la aportación de la música para niños. Es obvio que los niños van a seguir cantando, porque les estimula entonar y hacer ritmos.Así las cosas, sin patrimonio oral, sin repertorio, sin usos, sin referencias, sin siquiera canciones para cantar en grupo… con otros estímulos auditivos o visuales, los niños prácticamente ya no cantan canciones de niños, sino de mayores – a diferencia de otras épocas, no demasiado apropiadas para su edad.Los niños aprenden y reproducen los modelos que ven. Y no reconocen el modelo tradicional porque (siendo optimistas) se encuentra en vías de extinción.
¿Es irreversible? Es difícil revertir la situación, porque es una cuestión de conciencia colectiva, de toda la sociedad – una utopía en estos tiempos – y compromiso, especialmente en el sector educativo, donde sí hay medios para intentar influir en los niños desde edades tempranas. Para eso, es importante empezar a valorar que, antes de que aprender a tocar la flauta decodificando una partitura sea un sustituto del canto, es importante aprender a encontrarse y motivarse cantando de forma permanente y normal, hacer música en el aula. Ya se sabe que uno no se da cuenta del valor de las cosas hasta que las pierde. En este caso, hay mucho que recuperar, y es un reto para nuestra sociedad, una contienda desigual que va a requerir constancia de años.
Pares y nones
Antonio Fernández Reymonde
Tampoco ningún partido político se ocupa seriamente de la educación, también aumentan los niños pobres, también hemos pasado a tener crecimiento negativo y a que no nazcan niños (es muy caro, y con Rajoy, más todavía, y está penado con todo tipo de impuestos) y también nuestra juventud se va al extranjero o se queda viviendo con los padres.
Pero los viejos saben lo que nos conviene, ¿verdad?
Eso no es verdad, 1200 euros para familias numerosas y otros 1200 para categoria especial. 1200 para madres de niños hasta tres años.
Insuficientes, pero defendemos cargarnos las CCAA o reducirlas al minimo, entes publicos y demas chiringuitos? El dinero llegaria.
Ahora nos concienzamos con la bajisima natalidad??
Ahhh que eso lo denunciaban esos catolicos fachas…
Ya lo tenemos, una sociedad envejecida, unos sueldos indecentes para sostener familias, y unas leyes excesivamente impulsivas para el divorcio. No digo que la gente no se divorcie, pero que lo piense un poquito mas cuando hay menores.
Esto es lo que sembro el «progresismo».
Habeis tenido que sufrir la apisonadora demografica para daros cuenta.
Oh sí, claro que los viejos saben lo que nos conviene. Los días de elecciones deberían tomar el nombre de ¨Día del buen samaritano¨. Por la cantidad de viejos e impedidos que salen de sus residencias de ancianos o domicilios tras largos letargos en los que nadie se acuerda de llevarlos a pasear. Por los hijos y vecinos que se aplican en la labor de trasladarlos a los colegios para que voten en la dirección que desean sus descendientes y vecinos. Ayer me tocó presidir una mesa electoral y pude comprobar cómo, en el colmo de la desvergünenza, una pobre anciana en silla de ruedas, con la cabeza sin poderse mantener erguida un solo instante, casi ciega, quejosa y con la desorientación propia de alguien que lleva años metida en una cama y no saber dónde la llevaban ni para qué era ese traslado, era conducida, por su hijo concejal del PP ( los del PSOE también pasearon a unos cuantos abueletes), camino de una urna. Ni tan siquiera hicieron uso de la facultad de dejarla al menos en el coche y recabar la presencia en él del presidente de mesa para verificar la identidad de la señora.
Sí,ayer fue un día largo, tedioso y caluroso en el colegio
electoral. Pero se aprende mucho. Y no cuesta demasiado imaginarse por qué siempre ganan los mismos.
La música no elegida nos inunda por doquier. Pero antes se camtaba más. Mis abuelos cantaban siempre. Ya casi nadie canta… ni en la ducha.
BIEN DENUNCIADO.
De los ancianos hay que acordarse cuando votan.
Años de voluntario en el Hospital Psiquiatrico, de estos que no pueden votar ni eso.
Al Hospital Psiquiatrico llegan las victimas de una sociedad enferma!!
El mundo de los enfermos, ancianos, familias con problemas de todo tipo, NO INTERESA, salvo eso si, si hay donde rascar.
Solo un puñado de cristianos y personas con buena voluntad y unos familiares coraje, los respalda y ayuda. Las instituciones podian mejorar y sobretodo focalizar su atencion en ellos.
Hacerlo es de sociedad humanizada, sana y fuerte.
El nivel de bajeza moral de algunos no tiene límite. Es repugnante, asqueroso, ofender de esta manera a los mayores. ¿Qué pasa, es que la gente mayor no tiene derecho a votar? Algunos estarían encantados de aplicar la «solución final» a esos viejecitos que no les votan, de administrarles la eutanasia electoral al menos. Total, votan al PP, según ellos. Y votar al PP, o a cualquier partido que no sea el suyo, merece castigo. Aquí sólo está permitido votar al Partido Único. Pues, queridos totalitarios, la juventud es efímera, y ustedes llegarán a viejos, Dios mediante.
Tú si que estás enfermo. Tú sí que careces de humanidad. Sacar a una persona moribunda de su cama para ir a votar es una de las mayores canalladas imaginables. Lo de la señora que describo no es una exageración, sino una versión educlcorada de lo que vi. Cuánto veneno destilan algunos en este foro.
Dos mil cuatros cientos euros suprimidos por Zapatero por nacimiento.
Aqui nadie ha previsto el grave problema para la Seguridad Social, la sobredimension universitaria…mas barato hubiera sido becarles en Madrid en residencias y a conocer a otros estudiantes de España…
Pero nada ha tirar la casa por la ventana.
Empezando en la Universidad, la que debio tener en cuenta la demografia.
La abuela materna de mis hijos no pudo votar. Porque nadie pensó en que las escaleras del colegio electoral (en el Casino, por más señas) eran demasiado para gente como ella, con ochenta y seis años.
Denuncialo Angel, tu que tienes influencia.
Como independiente, tu pico es de oro.
Yo te respeto aunque discrepemos ideologicamente, tu luchas por unas ideas de justicia social, que son nobles y honestas y que yo en esencia comparto en su fin.
La politica es muy guarra.
El colegio donde me corresponde votar y donde presidí ayer una de sus mesas dispone de ascensor. Las personas con problemas de movilidad lo utilizaron, y también los que requieren de silla de ruedas. Pero también hubo algunas personas, vecinos y familiares , que pidieron al presidente la personación en el vehículo que trasladaba a sus ancianos para verificar la identidad. No sé si esto lo permite o no la ley, pero todos los presentes manifestaron estar conformes.
Creo que la discapacidad física no debe ser un impedimento para ejercer el derecho a votar. Otra cosa muy distinta es la psíquica… auténtico coladero. Como sugerencia, en las próximas elecciones, tramite el voto por correo para la señora mayor, don Ängel. Así no se toparán con obstáculos si los miembros de la mesa se niegan a moverse de la misma para facilitar el voto de los impedidos.
Tiene un problema juridico ningun poder puede amparar el voto por delegacion o apoderamiento notarial.
Es un acto personalisimo.
Lo que habia que hacer es tener un cuerpo de inspectores de la Junta electoral cuidandose de que a los viejos no se les manipule.
El voto por correo no solo se contempla para todo aquel que prevea que no puede hallarse en la ciudad donde se halle censado. También pueden utilizar esta herramienta los enfermos o discapacitados físicos, mayores o no, que no puedan desplazarse al colegio. En estos casos entra en juego el notario ( para comprobar, en el domicilio del enfermo, si la persona en cuestión se encuentra en pleno uso de sus facultades mentales) y, a partir de ahí, autorizar la tramitación que se siga en estos casos.
Para el votante esta actividad notarial es gratuita. El Estado será el que sufrague los gastos.
Buena precision, la desconocia.
Muy bueno lo de las facultades mentales…un test psicológico para cosas como ser padre…o votar…no estaría mal.
O para ser concejal, presidente del Gobierno, alcalde, diputado…forero de MCR…
Y, sin irme del tema, los abuelos son fundamentales. En el caso de mis hijos, son ellos los que les han enseñado las canciones de siempre, porque en el colegio ya no se canta en clase, ni en las excursiones (si en el patio, pero canciones nuevas).
Es más, los nuevos maestros parece que no han aprendido tampoco ese cancionero tradicional. Chavales y chavalas que nacieron en los 80-90.
Una pena.
Pues ten cuidado, Hobbes. En este foro expresar tu repulsa por la utilización miserable que se hace de los discapacitados físicos para aumentar el número de votos de una familia en un sentido , te convierte en sospechoso de de nazi. Joder, qué manera de tergiversar maliciosamente los términos.
Lusi, a mi ya me da igual 8 que 80. Tengo piel de rinoceronte. Aunque responda a los que solo faltan al respeto (que ya sé que aun troll no hay que responderle, pero te quedas muy a gusto).
Todos sabemos de sobra cómo se llenan autobuses de jubilados «obligados» para los mítines, cómo se saca a los jubilados de las residencias para que voten «como sea», cómo se les prepara la papeleta a discapacitados y que muchos y muchas que pululan por aquí deberían hacer un test antes de votar. Otra cosa es que, cuando no nos toca de cerca, miremos hacia otro lado.
En cuanto a lo del test para ser padre, fíjate qué cosas ocurren, en cualquier país civilizado, para poder hacer una adopción hay que pasar unos trámites absolutamente complicados, largos y muy rigurosos…en un embarazo en clínica de fertilidad, tienes posibilidad de hablar con un psicólogo, el médico te orienta. Sin embargo, cualquier descerebrado/a tiene un hijo y lo puede dejar abandonado, como se hace continuamente en los servicios sociales…
¿Alguna imprecisión en mi comentario? ¿Soy un nazi por cantar las verdades del barquero? De hecho ¿No se pide un test psicológico para tener licencia de caza? Pues para escribir en MCR debería ser igual…aquí se dispara con lanza…jejeje. El lema de algunos es «injuria que algo queda», aunque no sean restos de sentido común.
De hecho ya sabes que soy: sectario, comunista, H d P., imbécil, enfermo mental….me canso…ya lo vas leyendo cada día.
Bueno, quería decir dispacitados psíquicos. Los físicos tienen todo el derecho a votar, faltaría más. Pero, en fin, pones negro sobre blanco una realidad caciquil que está ahí, para cualquiera que tenga ojos en la cara…¡ y te llaman cacique a ti , o algo peor, nazi!
Me lo dicen a mi, que veo cómo mi madre se deja la piel y el cariño cuidando a mi abuelo, enfermo de alzheimer, y le echo una mano y todas las que me permite mi trabajo y mi hijo de 6 meses. Muy surrealista.
[…] No hay canciones para niños […]
Puedo entender que el tema del artículo no interese, pero no puedo entender que el artículo sea la excusa para crear un foro de discusión con temas que nada tienen que ver con el fondo del asunto, en un tono maleducado, amparando estos comentarios bajo seudónimos.
Quiero pensar que me estoy dirigiendo a personas civilizadas y adultas. Comportémonos como tales, por favor, y sigan estas discusiones en otros espacios que tengan mayor relación con la pugna política, ausente por completo en este artículo.
La verdad es que ya no es la época de Ismael y la banda del mirlitón, ni de Valentina y el capitán Tan. En la época de Internet la inocencia se ha ido, literalmente, a tomar por el reverso tenebroso de la fuerza o el ángulo oscuro.
En la época del ipad y del móvil las canciones de los niños ya son motivo de explotación comercial; lo otro, que es gratis y sin publicidad añadida, no interesa.
Pero eso se debe a que los niños hoy en día aprenden antes a manejar el móvil y el ordenador que ha escribir bien. Qué narices, si hasta se acuestan con él. Un padre ya no puede leer cuentos a sus hijos porque tienen que atender un chat o un guasap, por castellanizarlo un poco, lleno de grupos a los que tienen que asistir para hacer el idiota y no quedarse marginados. La informática es lo que tiene.
¡Dios mío! ¡»Ha» en vez de «a»! A escribirlo cien veces: a, a, a, a…