Humanizar la sanidad desde la emoción y el compromiso con el paciente pediátrico y sus familiares, este es el objetivo del proyecto ‘Clownrisas’, un grupo de payasos de hospital integrado por Bernardo Briones, Aníbal Fernández, Pilar Hernández, Javier Jiménez y David Isasi que se suman a la filosofía del Plan Dignifica en la Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real acompañando a los niños en procesos asistenciales que pueden resultar más estresantes para ellos.
Se trata de una colaboración altruista en la que el Hospital General Universitario de Ciudad Real, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, y el equipo de profesionales ‘Clownrisas’ se alían para reducir el estrés y mejorar la salud emocional de los menores durante el ingreso.
El papel del payaso en el hospital, además de su aspecto lúdico relacionado directamente con el juego y la risa, implica un aporte psicológico, terapéutico y de apoyo al profesional sanitario. Está comprobado que cuando el niño o la niña se sienten cómodos en un espacio agradable para ellos, sus niveles de estrés disminuyen y esto ayuda a que estén más receptivos a la intervención de los profesionales sanitarios, explica la responsable del Plan Dignifica en Ciudad Real, Begoña Izquierdo.
El proyecto ‘Clownrisas’ forma parte de un amplio Plan de Humanización con el que pretendemos “contagiar sonrisas y mejorar la salud emocional de los menores ingresados o en el hospital o de aquellos niños que vienen a hacerse cualquier prueba diagnóstica que resulta traumática para ellos”, añade.
Según Izquierdo, es importante que tanto las familias como los profesionales “aprendamos a manejar aspectos emocionales de los menores para hacerles comprender el proceso que están viviendo utilizando herramientas como el juego, la magia o la música”.
Todas las intervenciones se realizan con un respeto máximo a las personas y teniendo siempre en cuenta su estado de ánimo y salud.
Ya se han iniciado las visitas al hospital de los ‘Clownrisas’ en una primera fase de pilotaje, cuyas actividades se han centrado en acompañamiento por parejas durante procesos asistenciales que resultan más estresantes para los niños y sus familias, como son las sedaciones ambulatorias para realizar pruebas diagnósticas.
En estos casos, la presencia de los payasos de hospital reduce las emociones de miedo y dolor a través del juego, lo que permite que el menor colabore más durante todo el proceso y éste sea más rápido y menos doloroso.
El segundo paso es que los payasos se incorporen en determinadas fases de una intervención quirúrgica y ayuden a crear lazos de confianza que alivien la carga psicológica y el miedo que implica en un niño verse en esa situación. El clown podrá estar presente en la fase previa y posterior a la entrada a quirófano, así como implicar a los familiares en el contagio de emociones positivas a sus hijos.
Estas emociones positivas implican importantes ventajas en cuanto a la recuperación del paciente, así como en la respuesta que presentan a los tratamientos, ya que la risa se relaciona con la reducción de la presión arterial, la mejora de la respiración, el refuerzo del sistema inmunológico y la segregación de endorfinas que generan un mayor bienestar en el paciente.
Sumaría a esta noticia el matiz de que el proyecto piloto que se desarrolla de forma altruista está necesitado de financiación para su continuidad. Los profesionales que desarrollan este trabajo también pagan hipotecas, recibos de luz y… también comen tres veces al día. Es necesario que las administraciones y entidades varias valoren lo que viene a decir Begoña Izquierdo transformándolo en un actividad de continuidad.