«La inadecuada gestión política ha provocado que Castilla-La Mancha haya incrementado su deuda pública en 11 millones de euros en el primer trimestre de 2016 hasta situarse en 13.437 millones», un dato «alarmante» ante el que CSI·F considera que «se han de tomar medidas urgentes, al mismo tiempo que reclama que no afecten ni a los empleados públicos ni al conjunto de la ciudadanía, habituales cabezas de turco de los recortes efectuados».
Según el sindicato, «el excesivo gasto de las empresas públicas de Castilla-La Mancha, entre las que sobresale Geacam (Gestión Ambiental de Castilla-La Mancha) con 67 millones de euros, y el coste desorbitado que supone el número de asesores, así como la creación de proyectos urbanísticos e infraestructuras innecesarias, han supuesto en su conjunto un alarmante crecimiento de la deuda en los últimos años».
En este último apartado casos como el Aeropuerto y el Auditorio Teatro de Ciudad Real, el Barrio Avanzado y Ciudad de Vascos, en Toledo o el Bosque de Acero, de Cuenca, entre muchos otros, «son algunos de ejemplos de una lamentable irresponsabilidad política, que han conducido a que los castellano-manchegos se encuentren entre los ciudadanos más endeudados de España», sostiene.
Recortes a empleados públicos
«Mientras tanto, los empleados públicos han sufrido una pérdida retributiva del 30% desde el 2012 y en la JCCM siguen perdiendo un 3% del salario todos los meses, con una tasa única en toda España, además de no haber cobrado el total de la paga extra sustraída ese mismo año», subraya.
«Además, sus derechos laborales se han visto recortados y las ofertas de empleo público son claramente insuficientes, por lo que CSI·F vuelve a reclamar responsabilidad política y que el aumento de la deuda (más de 572 millones en sólo un año) no afecte a los diferentes sectores de la ciudadanía regional», concluye.