Fermín Gassol Peco.- Menudo chasco me he llevado, ya verán. Hace unos días me tiré toda la tarde buscando en las páginas amarillas, (internet no lo utilizo para estas cosas, que dejan huella), el teléfono y la dirección de algún taller sobre sexo.
Pues bien, si alguien de ustedes intenta hacerlo le aconsejo que no lo haga; es inútil, páginas y páginas con los nombres de un montón de talleres; desde los abiertos para reparación de automóviles, a talleres para tapicerías… sin “rien de rien” que rascar; miré lógicamente en la S de sexo, también en la X por si acaso el taller estaba en Galicia, pero al no encontrar ninguno hice lo propio también en la A por si vinieran reflejados como “talleres de amor”, que hoy existe mucho empeño y no poca “curtura” semántica y mental en decir que son lo mismo amor y sexo, sin lograr ningún éxito.
Ante tal fracaso cogí el diccionario para comprobar si estaba buscando de manera correcta lo que pretendía encontrar. Busqué la palabra taller donde decía: “Espacio donde se realiza un trabajo manual o artesano”. O sea que no iba desencaminado porque un taller de sexo si no es manual…ya me dirán ustedes, es como poner un taller de bicicletas pero sin ruedas o sillines. Lo de artesano de momento no me llega a preocupar tanto porque pienso que la finura en los remates es cuestión de tiempo o al menos eso espero.
Como no acababa de responder del todo a mis expectativas, continué buscando otro significado de taller y tuve suerte porque hallé otro quizá más acorde con lo que quería encontrar: “En enseñanza, un taller es una metodología de trabajo en la que se mezclan la teoría y la práctica; y añade el diccionario, un taller es también “una sesión de entrenamiento que puede durar varios días en la que es fundamental la participación de los asistentes”. Justo, justo lo que iba buscando…aunque seguía sometido al fracaso en mi sexual empeño.
Cansado, decidí acabar el día leyendo el periódico y como la suerte es para los que la persiguen, al fin obtuve premio. El titular de una noticia daba por fin respuesta a lo que tanto trabajo me había costado encontrar: En el barrio madrileño deLavapiés van a inaugurar un taller de sexo.
Sabía que en Extremadura y Andalucía e incluso en un determinado pueblo de nuestra provincia se habían organizado algunos talleres destinados a esta ilustrativa finalidad educativa, algunos muy artesanales como uno de masturbación, que más manual, imposible. Deseché la idea entonces porque Andalucía y sobre todo Extremadura siguen estando muy lejos para ir y volver en el día… y en el taller del pueblo al que me refiero… solamente admitían a menores de edad, dejando para el recuerdo aquellos fuegos de verano que siendo chicos se intentaban a pagar en los pajares…
Ahora como estoy jubilado y tengo todo el tiempo del mundo,he decidido volver a estudiar… sin necesidad de coger los libros y voy a apuntarme a esta especie de univerxidad de Lavapiés que el destino y el AVE me han puesto tan a huevo, nunca mejor dicho; taller “univerxitario”, supongo que enormemente popular de sexo y… el AVE, dos signos de modernidad.
No puedo dejar pasar la ocasión. Por fin voy a aprender que es eso de la sexualidad sin necesidad de recurrir a las letras, (cosa que no debe resultar nada difícil,pues esta asignatura la aprendieron y ejercieron nuestros primeros padres), que a mi edad… ya ni con sangre entran. Que más vale tarde que morirse sin haber aprendido a manejar el sexo con un título reconocido y homologado.
Acabo leyendo los pormenores que esta “univerxidad” ofrece; lo encuentro todo perfecto, ¡qué comodidad de horarios!, igual que el AVE. Hasta el temario resulta muy adecuado para mi edad; va a tratar del uso libre y racional de la sexualidad humana, así como aprender a hacer el túnel y otras, al menos para mí extrañas experiencias que no sé en qué consisten; otro aliciente más,otras cosas más para aprender; menudo taller, ¡¡que completo promete ser!! Además su reclamo lo encierra todo: Pasarlo bien… durante tres horas, sin duda que otro reto que se me antoja colosal.
Ya les contaré mi experiencia. Aunque les puedo prometer que procuraré sacar notable alto y dejar el pabellón de foreros de micreal.es lo más… alto posible también.
Jeje Fermin, eres polifacetico, y hasta eso lo haces natural.
Ten cuidado en Lavapies, no se si pudieron acabar con la plaga de chinches que se extendio en el barrio, pueden incomodar en los talleres sexuales. Evita los colchones.
No podian haberlo impartido en Rivas…
Por eso a mi sección la he titulado «Entretenimientos»…
Cualquier película de época nos lo advierte, y es que los «picores» humanos ya conviven con nosotros desde los 12 años, más-menos, y eso tiene dos soluciones: callar, como se hizo durante tantísimos años en familias y escuelas por la famosa e impresentable «decencia» o enfrentar el problema en la escuela, aunque desde la televisión te llamen «puta» como le pasó a la consejera Geli en la tele esa de la que no digo ni el nombre…
Esto, o bien se traducía en embarazos no deseados, o actitudes consideradas antinaturales por los moralistas….pero, como no se podía hablar…y era de degenerados…
Ahora leo tu artículo y me encanta, no solo por el texto en si (aunque fuera pura ironía), sino porque puedas hablar con naturalidad de algo que, podrás hacer o no, pero que ahí está y puede ayudar a mucha gente a disfrutar de la vida, si es que aún se puede…
Sin embargo, queriendo hacer igual que tú, buscando en Internet, me encuentro todo lo contrario en El Mundo:
«La Fundación Arpegio, dependiente de la Comunidad de Madrid y que repartió cerca de 10 millones a dedo entre amigos y afines del Ejecutivo de Esperanza Aguirre e Ignacio González, subvencionó entre 2007 y 2008 con aproximadamente 250.000 euros, sin control ni fiscalización pública, varios centenares de talleres de educación «afectivo-sexual» llevados a cabo en más de 100 colegio madrileños por la ONG Solidaridad Humana, una organización de raíz católica y promotora de la abstinencia sexual como método anticonceptivo, según denunció en su momento el PSOE y mantenían los rectores de la organización no gubernamental.»
No quiero que nos centremos ni en la corrupción, ni en la política, ni en la ideología, de las cuales ya dimití la semana pasada asqueado de irreflexión, inmadurez y otras obsesiones. Solo quiero centrarme en la negación que hacen algunos de «naturaleza sexual humana», queriendo ponerle puertas al campo y compuertas al mar. A partir de ahí, que cada madre-padre piense sobre la educación que quiere para sus hijos. Yo, me decanto por aquella en la que la reflexión seria, la explicación y el diálogo sustituye a unas inútiles orejeras. Pero no queramos ver con ojos sucios algo que «se creó» o se «generó» para uso y disfrute del individuo.
A ver si comenzamos a hacer caso a Francisco y abandonamos pensamientos que, como decía Fisac, pertenecen a personas que vivieron hace más de 4.000 años. El goce, el placer, el disfrute es mucho más importante de lo que pensamos…en un momento como el actual, donde una alegría es tan difícil de ver…como si fueran estrellas fugaces. No queramos revivir esos personajes como La tía Tula…
Un saludo.
Otro para ti.
Estimado Fermín.
Quisiera informarte que en la misma Ciudad Real existimos profesionales de la sexología que podemos ayudar a conocer más y mejorar cualquier aspecto de la vivencia de la sexualidad.
En mi caso como psicóloga y sexóloga te invito a que visites mi web http://www.centrosees.es para conocer todas las posibilidades que puedo ofrecer. De antemano te digo que cualquier inquietud de mejora sexual, podemos plantearla de forma personalizada para quitarnos falsas creencias, miedos y disfrutar, que es de lo que se trata.
Ante posibles suspicacias ( a las que ya estoy acostumbrada) no se trata de un coaching sexual práctico in situ sino que enseñamos habilidades sexuales para que luego cada un@ las aplique con su pareja o con quien le apetezca en su más privada intimidad.
Por supuesto son programas individualizados para llevarlos a cabo en pareja o de forma individual muy amenos y con gran porcentaje de éxito.
Espero haberte dado una alegria ;).