Eusebio Gª del Castillo Jerez.- En ningún caso se habían planteado un parto en su propio domicilio, pero las circunstancias provocaron que Naiara, la hija de Silvia y Juan Manuel, naciera en el cuarto de baño de casa. Una experiencia que su padre no se la desea a nadie «por la impotencia que se vive». Relata lo acontecido con alegría porque «todo salió bien» y madre e hija se encuentran en buen estado, pero recuerda los momentos angustiosos, «sin saber qué hacer ni cómo actuar» en los que Naiara vino al mundo en Ciudad Real.
Silvia pasó muy mala noche, apenas pudo pegar ojo a causa de las contracciones. No eran muy continuadas y creyeron mejor esperar. A las diez de la mañana, cuando Juan Manuel regresó a casa después de trabajar, seguían los dolores y a la madre le había comenzado a subir la tensión. Decidieron ir a urgencias del Hospital General. «Estuvimos en los tocos, la exploró el ginecólogo y nos dijeron que todavía no estaba de parto y que nos fuéramos a casa», cuenta el padre de Naiara.
A primera hora de la tarde, Silvia tenía dolores muy fuertes, tanto que no se podía levantar, ni si quiera para subir al coche para ir a urgencias. Juan Manuel llamó al 112 y, en los doce o trece minutos que tardó en llegar la ambulancia, tuvo lugar el nacimiento de Naiara. El padre y una vecina de la familia, técnica de radioterapia, asistieron a la madre durante el parto. «Entre ella y yo sacamos a la niña. Salió muy rápido, pero con el cordón umbilical liado al cuello. Se lo retiramos y le dimos unos golpecitos en el culete y en la espalda para que tosiera». La niña comenzó a llorar y escupió líquido y a los dos minutos de nacer llegaron los sanitarios.
El suelo del cuarto de baño fue el improvisado paritorio. Toda una experiencia que también vivió el otro hijo de la familia, de cinco años, que se encontraba en la casa.
Los sanitarios trasladaron a la niña y a la madre al hospital. Ambas se encuentran en perfecto estado de salud.
Algún médico parece que sea veterinario.
¡¡¡Ya quisieran los médicos ser veterinarios!!! ¡¡¡No te jiba !!!
El veterinario cura a los animales sin preguntarles nada. Tu le dices al médico lo que te pasa y solo acierta a veces…..
Normal… El servicio de ginecología es un desastre. Solo ver en manos de quien está.
¿Donde están los MIR que quedaron en los primeros puestos que eligieron CR?
Se anuncia a bombo y platillo y todos se marchan artos por la puerta de atras…
Lo dicho, un desastre.
Por cierto, enhorabuena y a denunciar. Es lo que toca.
La falta de costumbre, la natalidad por los suelos.
Gracias liberalismo.
Pues si la derivan a un hospital -a algo parecido- privado, rematan a la pobre mujer. El 112, como siempre, -ágil, diligente y eficaz-. Por servicios así sí que merece pagar impuestos.
El hospital privado de Ciudad Real (antes llamado Coreysa) NO DISPONE DE PARITORIO.
Cierto lo del 112, Calatrava. Un lujazo que justifica más que de sobra la existencia de los servicios públicos. Felicidades a todos los que lo conforman. No hay más que verles trabajar para saber que estamos más seguros con ellos.