Sobre el incendio de Seseña y su vertedero incontrolado de neumáticos, se han dicho tantas tonterías como ruedas muertas se han calcinado.
Lo más sorprendente: la desidia administrativa.
Tan grave como prolongada.
Tan prolongada la pasividad ante el descontrol medio ambiental, como el reparto de responsabilidades por las administraciones competentes.
Que a la vista queda, que no lo han sido.
Si no han sido competentes, es que son incompetentes. Y sostenidas.
Tan inexplicable esa relajación en la respuesta administrativa, como la proximidad del incendio a un complejo residencial.
Como si fuego y llama se dieran la mano
Un complejo residencial, el del ‘El Quiñón de Seseña’ que nació con polémica urbanística incluida, y que ahora cierra las persianas de sus viviendas, ante la presencia de humo tóxico y contaminante.
Haciendo visible que lo que mal empieza, mal acaba.
La circularidad de los desastres medioambientales, están llenos de ‘falsos culpables’ y de afirmaciones tan falsas como culpables.
Todo ello visible en el hundimiento del petrolero Prestige en Galicia en 2002, en el hundimiento de la presa de Boliden en Aznalcóllar en 1998, y ahora en Seseña y los neumáticos en 2016.
Si el desastre del Prestige fue acompañado de las tontunas de los ‘hilillos de plastilina’ de Rajoy; en Seseña hemos podido escuchar otra boutade por boca del Consejero de Administraciones Públicas de Castilla-La Mancha.
Tal como lo afirmado de que “Es compatible el mal olor con la no existencia de humo”.
En una claridad meridiana de que ‘si no huele mal es que hay humo’.
Cuando sabemos que los instrumentos del olor, bueno/malo, no son sólo gaseosos.
Hay malos olores sólidos. Hay malos olores líquidos. Hay malos olores gaseosos.
Y hay malos olores institucionales.
Si no hay humo, es que no hay fuego. Si hay fuego, suele haber humo.
Salvo que estemos en presencia de una combustión anaerobia.
Pero aquí seguimos teniendo mucho humo con poco fuego.
Esa abstracción de la llama y su invisibilidad dificulta el entendimiento del dicho antiguo de que “por el humo sale el fuego”.
Y ya sabemos que el humo, entre otras cosas, dificulta la visión.
El humo, en sentido estricto, es el producto gaseoso procedente de un combustión incompleta, formado básicamente por vapor de agua, ácido carbónico y polvo tenue.
La característica del humo es su pronto desvanecimiento: no hay humo que dure.
Igual que se diluyen las responsabilidades.
Como decía en 2011 un editorial de ‘El País’ sobre el caso Boliden: ‘Catástrofe impune’.
Pueso eso.
Igual que la forma del humo es impredecible y depende de los vientos , de las características del combustible y, finalmente, de la propia chimenea.
La señal de humo que se levanta hacia el cielo, y máxime durante la invernada, es el señuelo de cierta vida que se cobija y se sustenta bajo esa indicación.
Aunque haya, en sentido inverso, humos que presagien muerte y destrucción.
El humo compone junto a la ceniza ese sobrante excedentario de la combustión, esa materia residual del fuego que deja rastro de su huella anterior.
Pero que se esfuerzan en hacernos olvidar.
José Rivero
Divagario
Además de la desidia por acometer esta catástrofe medio ambiental,no se ha informado a la población de que esos contaminantes que continúa desprendido el incendio son altamente cancerígenos, pues son hidrocarburos aromáticos, como el benceno etc. Y los ecologistas, el nunca mais y otros,escondidos!
Al final, como bien dice José Rivero, la culpa es del muerto. Pero digo yo que, además de los gobiernos de los distintos escalones administrativos y de Ecologistas en Acción , según tu observación, también los vecinos podrían haber interpuesto quejas, reclamaciones, instancias y propuestas de moción a al alcalde, pleno, grupos de la oposición del ayto. de Seseña. Digo yo, porque no sé si se habrán movilizado o no. Pero de lo que sí estoy seguro es de que no nos podemos pasar el día, como haces tú, aporreando el teclado , despotricando contra la alcaldesa Mayte, que no digo yo que no lo merezca, faltaría más, contra los sindicatos y contra los comunistas, contra los que se concentran y manifiestan en las calles . Renegar de todo y de todos quedándonos en casa sin mover un dedo, no creo que sea muy ejemplar. Sigue así muchacote, esperando que sean los demás los que semovilicen, so amargao.
No quiero ni pensar cómo habrían reaccionado los de siempre si hubieran estado gobernando los peperos.