La Concejalía de Infancia y Juventud del Ayuntamiento de Puertollano, en colaboración con la Asociación “El Ilustre Minero”, organizaron una nueva ruta senderista que tuvo como protagonista el Boquerón del Estena, un espectacular paraje situado en las entrañas del Parque Nacional de Cabañeros.
Durante la ruta, y muestra de la intensa actividad biológica, el medio centenar de participantes pudieron conocer las cruzianas (huella de actividad de los trilobites), los skolithos (galerías fósiles excavadas por gusanos) o las abundantes rizaduras de marea (formadas por la acción de una corriente de agua o viento sobre un sustrato de arena suelta, lo cual queda “grabado” en la roca sedimentada).
Las galerías del gusano gigante Palaeophycus tubularis despertaron la curiosidad de los participantes, descubiertas en 2009, son las más antiguas que se han hallado de este tipo en todo el mundo, como les explicó el biólogo Josué Jiménez Muñoz, durante la visita guíada.
Recorrido de ocho kilómetros
A lo largo de los casi ocho kilómetros de longitud que posee la ruta, los senderistas no sólo pudieron disfrutar de los colores y olores del monte mediterráneo (encinas, quejigos, alcornoques, jaras o aromáticas), sino que también descubrieron una vegetación de ribera muy bien conservada (fresnos o sauces).
Un tercer tipo de bosque, denominado relíctico, completó el catálogo botánico de la ruta. Dicha vegetación no es más que una reliquia de un pasado en que el clima era mucho más frío de lo que es en la actualidad, y que ha quedado relegada a pequeños espacios en nuestra provincia por las especiales condiciones ambientales existentes en dichos lugares. Un ejemplo de esta flora relíctica que se pudo observar fueron los majestuosos y sagrados tejos.
Visita al zoorama de Retuerta
Tras la comida, y ya de vuelta, los participantes visitaron en la cercana localidad de Retuerta del Bullaque el Zoorama, un pequeño pero coqueto museo en el que pudieron conocer diversos aspectos del Parque Nacional de Cabañeros.
También se realizó una breve parada en el mirador del Embalse de la Torre de Abraham, donde los senderistas tomaron las últimas instantáneas para su particular álbum de fotos.
