1816 Y 1817: Bicentenario de las Fundaciones Marianistas

Comunicado del Colegio Nuestra Señora del Prado (Marianistas).- Adela de Trenquelleon pertenecía a una familia aristocrática. El palacio familiar estaba situado en medio de amplias extensiones agrícolas. Escaseaban las escuelas en esas fincas, por lo que los niños no recibían ninguna enseñanza. La joven Adela sintió profundamente esa pobreza y sin que sus padres se enteraran reunía a los pequeños y les enseñaba a leer, escribir y el catecismo. Sus padres lo llevaron muy mal, pero ella muy convencida seguía su labor. Poco a poco se le unieron algunas jóvenes y formaron una comunidad de oración y compromiso a favor de los más desfavorecidos. Conoció a un sacerdote de Burdeos, el P. Guillermo José Chaminade, y se comunicaron sus experiencias apostólicas ya que el sacerdote realizaba algo semejante con un grupo de jóvenes. El grupo de Adela fue creciendo en profundidad espiritual y pidieron a la  Fundadora  mayor compromiso. De ahí surgió en 1816 la primera comunidad de religiosas que se denominaron “Hijas de María Inmaculada”.

El P. Chaminade estuvo desterrado en Zaragoza tres años. En 1800 consiguió volver a Burdeos. Encontró una situación caótica: cultural, social, religiosa, económica… la guillotina había abierto el abismo del odio y la venganza. Con dos jóvenes que fueron a Misa (¡algo insólito!) el 8 de diciembre, inició la primera comunidad juvenil que se llamó “Congregación de la Inmaculada Concepción”. Estos grupos crecieron de forma prodigiosa. Recibieron profunda formación religiosa y de Oración. Realizaban múltiples acciones caritativas, algunas de gran envergadura. En 1817, lo mismo que las jóvenes, un pequeño grupo de congregantes pidió al P. Chaminade emprender algo más comprometido. Esto no podía ser más que fundar una Congregación religiosa de Vida Consagrada. Pronto afluyeron muchas vocaciones. El 2 de octubre de 1817 quedó fundada la “Compañía de María” (Marianistas). Tenían como carisma: “La Piedad filial a María”. El lema apostólico fue las palabras de María en las Bodas de Caná: “Haced lo que Él os diga”. Se constituían como misioneros abiertos con preferencia a los más pobres y necesitados.

El P. Chaminade pronto fue fundando fuera de Francia: Suiza, Bélgica, Estados Unidos, España. El Sr. Obispo Mons. Irastorza al llegar a la diócesis de Ciudad Real recibió un legado de 400.000 pts. donado por la Excma. Sra. Dª Concepción Medrano para alguna obra benéfica. Esta cantidad la empleó el Obispo en la fundación de un centro escolar para niños muy necesitados. Se puso en contacto con los Marianistas para que le enviara algunos profesores. Así nació el ·INSTITUTO POPULAR DE LA CONCEPCIÓN”, denominado cariñosamente: “LA POPULAR”. Este centro gratuito abarcó: enseñanza primaria, talleres profesionales y formación de maestros. SE ABRIÓ EN 1916. El prestigió que alcanzó llevó a D, Carlos Eraña a fundar un Colegio mucho más amplio. Y así fue: se creó el  actual Colegio “NUESTRA SEÑORA DEL PRADO” que empezó a funcionar el año 1928.

Se fue realizando una mutua aproximación entre las “Hijas de María Inmaculada” y la “Compañía de María”. En la actualidad se ha consolidado esa relación y se ha constituido, junto con las comunidades seglares de jóvenes la “FAMILIA MARIANISTA” regida por el “CONSEJO MUNDIAL DE LA FAMILIA MARIANISTA”

A partir del Concilio Vaticano II se ha intensificado la acción misionera en el Tercer Mundo”. Puede decirse que en la actualidad estamos presentes en los cinco continentes. El crecimiento se realiza en los países más pobres, India, Togo, Congo, Kenia, Costa de Marfil… Quizás se nos conoce más por nuestra labor educativa en centros escolares que van de humildes chamizos a universidades en Estados Unidos.

El Fundador fue beatificado en el año 2.000. En 1995 fueron beatificados tres marianistas que trabajaban en Ciudad Real entre ellos Carlos Eraña fundador del Colegio “Nuestra Señora del Prado”. En el 2007 fueron beatificados cuatro marianistas de Madrid y en 1997 fue beatificado en Austria el P. Santiago Gapp.

El panorama actual de los y las Marianistas es el inmenso crecimiento de los grupos seglares que viven el espíritu Marianista, son miles esparcidos por todo el mundo.