Una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida. Cada año suceden 125.000 ictus en España, 5.200 al año en Castilla La Mancha. Sólo en el último año el Hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, se atendieron un total de 358 ictus incluyendo los ictus transitorios (AIT), es decir cerca de uno al día de media.
Así lo ha explicado Enrique Botia, jefe del servicio de Neurología del Hospital Mancha Centro ante más de un centenar de personas convocadas por la Asociación de Amas de Casa para enseñar a prevenir el ictus y saber cómo detectar cuando se producen los primeros síntomas.
Se trata de una iniciativa conjunta de la Gerencia de Área Integrada de Alcázar, el servicio de Neurología y la asociación para sensibilizar y prevenir una patología que es la causa más frecuente de muerte en la mujer y la segunda en el varón, según los datos del INE de mortalidad por causa específica. Es además la primera causa de discapacidad en el adulto y la segunda causa de demencia.
Un ictus es una alteración súbita de la circulación cerebral que afecta a una zona localizada del cerebro. Cuando se debe a una obstrucción de un vaso sanguíneo cerebral, sea por trombosis o por embolia, le llamamos ictus isquémico o infarto cerebral. Cuando lo que sucede es la rotura de un vaso sanguíneo entonces le llamamos ictus hemorrágico o derrame cerebral.
“Puede ocurrir a cualquier edad, es más frecuente en personas mayores pero puede ocurrir en una persona joven”, ha asegurado Botia.
No obstante, el ictus se puede prevenir controlando los factores de riesgo. Para el ictus isquémico son la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol alto, las enfermedades cardíacas (como la fibrilación auricular y las enfermedades de las válvulas del corazón), el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, ciertas drogas, el sedentarismo y la edad avanzada. En el caso del ictus hemorrágico son factores de riesgo importantes la hipertensión arterial y los aneurismas o malformaciones vasculares cerebrales que, si se detectan a tiempo, pueden tratarse para prevenir un ictus hemorrágico.
Detección del ictus
Según el jefe de Neurología, es determinante el tiempo en el que se actúa ante un caso de ictus, ya que existen tratamientos que pueden evitar sus consecuencias si son aplicados por un neurólogo experto en las primeras horas del ictus. “El tiempo de demora en acudir a urgencias es crucial. Gran parte de los retrasos en el diagnóstico y el tratamiento se podrían evitar si el paciente, los familiares, o los testigos, supieran reconocer el ictus y llamar a los servicios de Emergencias”, ha subrayado Botia.
De ahí la importancia de este tipo de iniciativas, ha subrayado el gerente del Área Integrada de Alcázar de San Juan, Óscar Talavera, quien ha agradecido a la Asociación de Amas de Casa su implicación en “la divulgación de los cuidados y su afán por colaborar en la sensibilización y prevención de la enfermedad”.
Cualquier persona es capaz de identificar que alguien está sufriendo un ictus con una prueba rápida y sencilla, en tres pasos, y en menos de un minuto. Es suficiente comprobar si al sonreír la boca se desvía, si al levantar ambos brazos uno de ellos cae hacia abajo, o si al intentar hablar no es capaz de pronunciar de forma coherente una frase sencilla.
La fibrinólisis, un tratamiento avanzado
En el ictus isquémico, el tratamiento con fibrinólisis en las primeras horas deshace el coágulo y puede recuperar el tejido cerebral evitando su daño. El Hospital Mancha Centro fue el segundo centro de Castilla La Mancha acreditado para administrar dicho tratamiento desde el año 2005, ha explicado el gerente del Área.
Actualmente es uno de los seis hospitales del SESCAM que dispone de Código Ictus, un sistema de organización para el traslado urgente de pacientes con ictus a los centros capacitados para realizar el tratamiento de reperfusión, con tratamientos con fibrinólisis en el ictus agudo y un neurólogo de guardia las 24 horas y los 365 días del año para atender este tipo de casos.
Además el Hospital Mancha Centro dispone de técnicas de neurorradiología avanzada en el ictus agudo, laboratorio de neurosonología con realización de estudios urgentes las 24 horas, monitorización en el ictus agudo en Urgencias, UCI, equipo de ictus en planta de hospitalización, unidad de ictus de rehabilitación con fisioterapia precoz e intensiva, terapia ocupacional y logopedia. Todos esos tratamientos y cuidados mejoran de forma significativa el pronóstico del ictus.