El pleno del Ayuntamiento de Ciudad Real aprobó recientemente iniciar los trámites para regular a través de la pertinente ordenanza la publicidad sexista. La moción, presentada por Ganemos Ciudad Real a instancias de la Asamblea Feminismos, tenía como objetivo la publicidad que atente contra la dignidad de las mujeres y su derecho al respeto y a su integridad. Poco antes, el Consistorio de Miguelturra aprobaba también por unanimidad una ordenanza propuesta por IU-Ganemos y enmendada por Ciudadanos para regular los elementos publicitarios en esta localidad.
En ninguno de los salones de plenos se pronunció el nombre de Sol Fantasy, la sala ubicada en el Polígono Industrial La Estrella, aunque los grupos políticos se refirieron expresamente a ella al exponer su argumentario.
La empresa no ha esperado a que alguno de los ayuntamientos gobernados por el PSOE exija la rectificación de su publicidad. El primero sería el de Miguelturra, municipio que cuenta ya con ordenanza aprobada, pero que contempla un plazo para su aplicación. Sol Fantasy se ha adelantando a cualquier acción que pudieran adoptar los consistorios tapando, en las vallas publicitarias que anuncian su local, las dos siluetas de mujer. También se han eliminado en algunos taxis, otro de los soportes donde pueden verse estos anuncios.
No hay nada mas asqueroso que la explotación sexual que denigra y coacciona la libertad de la mujer, sobre los proxenetas ha de caer todo el peso de la Ley con absoluto rigor.
Los mojigatos se quedarán más tranquilos.
Y el anterior hablando de delitos, ¿qué tendrá que ver? La de beatos que seguimos teniendo
Agradecería que alguien «decente» limpiara los anuncios de putas del periódico La Tribuna de Méndez Pozo, el primer constructor constructor condenado por corrupción política en España en 1994 y que canta las alabanzas y dulzuras de cierto partidito de bandoleros y saqueadores varios que actúa como comisión criminal general de diversas mafias, cárteles o cosas nostras políticas como la de Valencia, Madrid, Granada etcétera.
Ellos se llaman élite, pero son solo la merdocracia de España.