El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha aseverado que con la llegada del Gobierno que preside Emiliano García-Page “en Castilla-La Mancha se vuelve a creer en la sanidad pública”.
Durante el debate celebrado en las Cortes Regionales sobre la derivación de pacientes a la sanidad privada, ha asegurado que hasta junio de 2015, “se derivaba mucho, demasiado, y además se derivaba mal, siendo los principales damnificados de esta mala práctica los usuarios del Sistema de Salud de Castilla-La Mancha”.
Así ha explicado que se derivaba mucho “porque no se invertía en la sanidad pública” y que este aumento de las derivaciones a la sanidad privada “no se traducía en una mejora de la asistencia sanitaria a los castellano manchegos”, pues a la vez se producían un aumento en las listas de espera.
Fernández Sanz ha afirmado que “es triste recordar los casos de usuarios siendo trasladados de forma tremendamente precaria o las vicisitudes que han sufrido nuestros pacientes en sus tratamientos y operaciones en clínicas privadas de fuera de nuestro territorio”.
El responsable de Sanidad ha afirmado que las derivaciones deben ser una herramienta complementaria que utilizan los sistemas públicos de salud “cuando el sistema no absorbe o no es capaz de responder con determinados medios a la demanda” y no pueden ser un instrumento que se utiliza de forma discrecional y de forma incluso prioritaria, por encima de los propios recursos del sistema público.
Así, Fernández Sanz ha recordado cómo la normativa vigente señala que las derivaciones a la sanidad privada tienen que pivotar sobre dos términos, la complementariedad y la excepcionalidad, afirmando que con el anterior Ejecutivo, la excepcionalidad, “pasó a ser rutinaria”.
El consejero ha recordado cómo a partir de 2011 se realizaron convenios con hospitales y clínicas privadas en provincias de fuera de nuestra Comunidad, mientras que con la llegada del actual Gobierno regional, “hemos decidido cambiar radicalmente las dinámicas de actuación, primando la actividad con recursos propios”.
En ese sentido, el consejero ha asegurado que “trabajamos para que nuestro sistema sanitario esté a pleno rendimiento, y una vez alcanzado ese rendimiento máximo nos plantearemos la necesidad o no de derivar”.
Como ejemplo ha explicado que en 2015, el 85% de los pacientes derivados de lista de espera quirúrgica, se realizaron en los seis primeros meses del año, con el Ejecutivo anterior, suponiendo un gasto real en este capítulo del 85% de lo presupuestado para todo el año.
Así ha dado a conocer que en 2014, la lista de espera quirúrgica asumió un total de 9.542 casos derivados a otras comunidades, mientras en 2015, este número total se redujo hasta los 7.351 casos, pero con una peculiaridad, ya que de este total un 85% corresponde al primer semestre de 2015, mientras que solo el restante 15% se correspondería con el segundo semestre, correspondiente a la llegada del actual Gobierno.
Por lo que respecta a la actividad quirúrgica, Fernández Sanz ha descrito como “un hecho insólito” que del total de las 14 gerencias existentes, (13 integradas y 1 puramente hospitalaria) en los últimos meses de 2015, fueron 8 los centros que no derivaron actividad quirúrgica alguna, en concreto los hospitales de Ciudad Real, Valdepeñas, Manzanares, Almansa, Villarrobledo, Hellín, Cuenca y Tomelloso.
Ya en 2016, y continuando con la actividad quirúrgica, ninguno de nuestros centros hospitalarios ha realizado derivaciones quirúrgicas en el mes de enero y siguen siendo 8 los que no las han realizado a lo largo del primer trimestre completo.
Además, Fernández Sanz ha resaltado que “desde que asumimos el Gobierno no se ha derivado ni un solo paciente procedente de la lista de espera de consultas externas”.
Por otra parte, el consejero ha querido explicar que en la sanidad con la que se concierta, no sólo se derivan pacientes procedentes de la lista de espera. Este es el ejemplo de los pacientes que padecen determinados trastornos mentales graves, y que tras ser valorados por la comisión de valoración pertinente, por no disponer de dispositivo asistencial óptimo para sus requerimientos en la región, deben ser ingresados en un centro privado de otra comunidad autónoma.
El pasado ejercicio esta situación supuso el desembolso de 1.355.240 euros y el Plan de Salud Mental que se está definiendo contempla este dispositivo, y por tanto “es nuestra intención disponer del mismo en el medio plazo para acometer a nivel regional esta partida”.
Ejemplos similares se dan en prestaciones como hemodiálisis, densitometrías, fecundaciones in vitro, terapias de logopedia, interrupciones voluntarias del embarazo e incluso determinaciones de laboratorio muy específicas que se realizan a través de convenios singulares. Para todas estas prestaciones se está realizando desde la Dirección General de Asistencia Sanitaria un profundo análisis con el fin de intentar su asunción con recursos propios en el medio plazo.
“Nuestro objetivo es hacer que nuestro sistema sanitario sea aún más resiliente y autosuficiente. Y es, a través del análisis y la evaluación de nuestros recursos, de cómo los organizamos y de qué forma podemos sacar el máximo rendimiento de los mismos, ya fueran infraestructuras, equipamientos o profesionales entre otros, como vamos a conseguir dar una mejor atención y un mejor servicio a todos los niveles”, concluyó Fernández Sanz.