El Gobierno de Castilla-La Mancha invertirá un total de 48 millones de euros anuales “de manera constante” en la infraestructuras hospitalarias de la región durante los próximos ocho ejercicios económicos.
Así lo ha avanzado el presidente del Ejecutivo autonómico, Emiliano García-Page, durante la visita que ha realizado a las obras del Hospital General Universitario de Toledo que se han reanudado este lunes y en la que ha estado acompañado, entre otros, por el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz; el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz; la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón; el presidente de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez; y la directora-gerente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), Regina Leal.
Emiliano García-Page ha asegurado que, con esta previsión que supondrá un “chute a la economía regional” y un impulso a la “rueda de la economía público-privada”, el Gobierno regional ha priorizado que “pase lo que pase en España o en la economía” y “sin problemas para Montoro, ni para el que suceda a Montoro, ni para De Guindos que no se habla con Montoro ni para nadie”, Castilla-La Mancha tendrá garantizadas sus dotaciones hospitalarias con rigor presupuestario.
Una inversión menor, en cualquier caso, que la que habría supuesto el mantenimiento del convenio sanitario “trampa” suscrito entre el anterior Ejecutivo autonómico y la Comunidad de Madrid “para unas miles de atenciones en el sur de Toledo” en “hospitales privatizados y ruinosos”. Acuerdo que el presidente del Ejecutivo autonómico ha calificado de “auténtico desastre” y que, ha hecho hincapié, “sólo puede responder a intereses inconfesables de quien haya querido pagar antes la sanidad privada de Madrid que las demandas” de los propios pacientes de Castilla-La Mancha.
Cambios en los sistemas de alimentación
Al mismo tiempo, el presidente regional ha avanzado que los hospitales de la región irán modificando progresivamente su sistema de alimentación energética para favorecer el uso de biomasa, favoreciendo así no sólo el medio ambiente sino la actividad económica y la creación y consolidación de puestos de trabajo relacionados con este sector en la región.
“Sólo la mitad de la provincia de Cuenca, con su masa forestal, bien aprovechada, al mismo tiempo que limpiamos el monte, lo limpiamos y lo cuidamos para que no se queme; sólo eso va a dar empleo y va a alimentar con biomasa toda la red de hospitales de la región”, ha aseverado García-Page. Una estrategia de sostenibilidad ambiental y económica que se ha iniciado ya con el proyecto del nuevo hospital de la capital conquense, que se incorporará en las próximas fechas al del Hospital General Universitario de Toledo y que se nutrirá de fondos de la Unión Europea relacionados con la economía circular.
Hospital General Universitario de Toledo
El presidente del Ejecutivo autonómico también ha podido conocer el estado del Hospital General Universitario de Toledo cuyas obras se han reiniciado este lunes y al que se ha referido como “el proyecto de nuestras vidas”.
Una infraestructura que, según ha explicado García-Page, aspira a ser uno de los cinco mejores complejos hospitalarios del país y que retoma en un 85% el modelo inicial y supera en un 25% al planteado por el anterior Ejecutivo regional.
Se trata, en palabras del presidente autonómico, de un hospital diseñado para los próximos 60 años, “mucho mejor que el que nos encontramos y óptimo para todos” que, además, incorporará oncología pediátrica, estará dotado de un helipuerto y será universitario, entre otras novedades.
García-Page ha adelantado asimismo que este hospital, que conllevará “la mayor transformación urbana en décadas” de la capital regional, supondrá la toma en consideración de otras necesidades en el ámbito de la movilidad y las infraestructuras por carretera, caso de la finalización de la A-40 entre Ocaña y Toledo.
Asimismo, ha confirmado un “cambio en las condiciones contractuales” para que los 307 trabajadores amenazados por el “modelo de gestión” programado por el Ejecutivo autonómico anterior, sigan “milimétricamente” las condiciones de los trabajadores del hospital Virgen de la Salud de Toledo.
Del mismo modo, el presidente de Castilla-La Mancha ha avanzado que el Gobierno regional solicitará a la Tesorería de la Seguridad Social que los terrenos del Virgen de la Salud no caigan en un “agujero negro de financiación encubierta” y que el rendimiento urbanístico que tenga la parcela, una vez deje de estar en funcionamiento, revierta en la sociedad “y no a la cuenta del ministerio de turno”.
Emiliano García-Page ha agradecido a los empresarios que conforman la unión temporal de empresas (UTE) que ejecutará el proyecto definitivo, su compromiso con Castilla-La Mancha durante los años que la obra ha permanecido paralizada. “Han aguantado más de lo que lo hubieran hecho muchos empresarios”, incluso “en años de incertidumbre”, ha sentenciado.
En este sentido, el presidente regional ha recordado que el proyecto se ha visto “sometido a todo tipo de insultos” y ha denunciado la criminalización que algunos han hecho de la sanidad cuando ésta ha sido “una de sus principales víctimas”.
García-Page ha lamentado la “manipulación política” que ha habido en los últimos años en torno al proyecto del Hospital General Universitario de Toledo; un proyecto, ha recalcado que “ponía los dientes largos” y para el que la Unión Europea destinó más de 100 millones de euros finalistas “que aún estamos buscando”.