Los plenos del Ayuntamiento de Ciudad Real siempre han sido una prueba de fondo, pero desde las pasadas elecciones, con la llegada de un grupo político más a la Corporación, se han convertido en maratonianos. El nuevo equipo de gobierno instauró un receso en las sesiones plenarias, que venía produciéndose alrededor de las dos horas desde el comienzo de los debates, siempre al finalizar cualquiera de puntos del orden del día.
El pasado jueves, durante el pleno ordinario de marzo, cambió la dinámica. A petición de los intérpretes de lengua de signos, que desde el mes de diciembre hacen llegar las batallas dialécticas de los responsables políticos a los vecinos sordos de la capital, el intermedio se produjo exactamente a las dos horas, justo a la mitad de la moción más polémica que se debatió en la sesión: la relativa a la creación de una comisión de investigación sobre la EMUSVI. El edil de Ganemos Jorge Fernández sugirió terminar con el segundo turno de intervenciones y la votación. Pilar Zamora insistió en que se había comprometido con los intérpretes en respetar el límite de tiempo para que pudieran descansar, a lo que no se puso objeción, celebrándose en ese momento el receso.
Pues muy bien alcaldesa porque los pobres chicos no dan abasto y encima hacen un trabajo en el que no les pagan. Se que ustedes firmaron un convenio con ellos a cambio de esto, pero deberían premiar a estas personas de alguna forma. Alcaldesa siempre te acuerdas de todos. Muchas gracias Pilar por hacer entender y reconocer el trabajo de los intérpretes.