El pasado día 8 de Marzo se presentaron las Jornadas participativas para el diseño de la cultura en Ciudad Real. La ocasión sirvió para hacer una exposición de motivos y justificación de las Jornadas, así como de los objetivos que persiguen y la estructura que tendrán.
La lectura y análisis de esta exposición de motivos han servido para que a través de Cultura en transición se realicen un conjunto de comentarios y una propuesta con el propósito de aportar elementos que sirvan para mejorar y robustecer el proceso. Todo ello se ha concretado en el documento “Comentarios y propuestas para las Jornadas organizadas por la Concejalía de Cultura” que se puede leer a continuación. Asimismo, varios particulares y colectivos de Ciudad Real vinculados con el sector cultural de Ciudad Real se han adherido a este documento. Finalmente ha sido remitido al Concejal de Cultura para su conocimiento y valoración, con el propósito de poder introducirlo en el debate que tendrá lugar en las Jornadas.
Adhesiones a los comentarios y propuestas
Alberto Muñoz Arenas (Cultura en transición)
Daniel Báñez Lechuga
Marino Muñoz González (Colectivo Kokoro)
Rodrigo Manchado González
Antonio Fernández Reymonde (A.C. Vigésimo armónico).
Ramón del Valle Vela
Sergio Afonso Alonso
Javier Jiménez Fernández
Ángel Luis Colado González
Iván Pérez Moreno, Dyso
Yani Alonso Artés
Antonio Laguna García
Comentarios y propuestas para las Jornadas organizadas por la Concejalía de Cultura
Sin duda debemos felicitarnos por este segundo intento de iniciar un proceso de transformación de la política cultural de Ciudad Real a través de un proceso participativo. El primer precedente, durante el gobierno del Partido Popular, con Lydia Reyero al frente de la iniciativa, se articuló a través de unas Jornadas de dos días. Sin embargo, el contexto y el riesgo de un proceso verdaderamente participativo terminaron por fulminar el intento de cambio y la propia carrera política de Lydia. Ahora, años más tarde, el Equipo de Gobierno del PSOE propone unas nuevas Jornadas que, si bien deben gozar de todo el apoyo e interés posibles, no están exentas, al menos en sus aspectos propositivos, de ciertos puntos confusos. Por tal razón se realizan a continuación algunos comentarios y una propuesta.
I. Comentarios.
Comentario 1º. Sobre el título de la jornada: I Jornadas participativas para el diseño de la cultura en Ciudad Real.
Si el título de la jornada expresa el propósito de su objetivo, parece oportuno que éste debiera ser «I Jornadas participativas para el diseño de la política cultural de Ciudad Real». Es el diseño de una política cultural pública local lo que corresponde elaborar a un Ayuntamiento, y no el diseño de la cultura local. La cultura es un concepto tan amplio y poliédrico que pretender diseñarla, aun en el marco geográfico de una ciudad del tamaño de Ciudad Real, representa una labor, no sólo inabarcable sino improcedente. Una Administración no puede ni debe diseñar la cultura de un territorio, sino favorecer que ésta se desarrolle sin obstáculos y que tienda a la satisfacción de las necesidades culturales de las personas y de los derechos culturales que tienen reconocidas como ciudadanos. De ahí la imperativa necesidad de diseñar una política cultural pública coherente y rigurosa.
Comentario 2º. Sobre la idea: Estas Jornadas “sacarán a debate público la situación cultural de la ciudad”.
No hay que olvidar que el propósito de toda política pública es detectar problemas y resolverlos. En este sentido, efectivamente el diseño de una política cultural pública exige un análisis previo del contexto sociocultural de la ciudad que permita detectar los problemas, necesidades o carencias culturales existentes. Una evaluación de la situación cultural de la ciudad a través de indicadores significativos que permitan obtener una radiografía rigurosa con información relevante sobre la que fundamentar las decisiones políticas posteriores. Sin duda, las opiniones del sector cultural asistente a las Jornadas es un elemento informativo de primer orden, pero no es suficiente para caracterizar el Sistema Cultural Local ni para conocer en detalle y con el rigor debido “la situación cultural de la ciudad”.
Comentario 3º. Sobre la idea: En estas Jornadas se “elaborará el Plan Cultural de Ciudad Real, que recoja compromisos y propuestas para los próximos años y que debe ser el resultado de un amplio debate entre los diversos actores y agentes culturales, y la ciudadanía en general.”
Es difícil afirmar que los compromisos y propuestas de este Plan Cultural quedarán garantizados durante los próximos años si no son asumidos y aceptados por el resto de fuerzas políticas que en años sucesivos tienen la posibilidad de gobernar. De otro modo, el Plan Cultural que se pretende ahora sería un producto temporal, fruto de la convencida voluntad del actual partido de gobierno, pero sin garantías de permanencia más allá de esta legislatura. Las garantías de permanencia exigen un auténtico y sólido Pacto Local por la Cultura en Ciudad Real mediante el consenso y compromiso de todos los partidos políticos. Un compromiso para mantener en el tiempo estructuras abiertas y participativas en el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de la política cultural de Ciudad Real, sea cual sea el partido gobernante en las próximas décadas. Adicionalmente, se debería trabajar para elaborar un verdadero Plan Estratégico de la Cultura, como herramienta estructural a largo plazo, más que, sencillamente, en un Plan Cultural cuya expresión parece más relacionada con aspectos operativos y programáticos a corto plazo.
Ambas ideas, la de Pacto Local por la Cultura y la de Plan Estratégico de la Cultura, son plenamente coincidentes con el “Contrato ciudadano” que conformó el programa electoral del PSOE en las pasadas elecciones municipales. En su punto 14, dedicado a Cultura, se recogía de forma expresa como primer compromiso un Plan Estratégico de cultura y un Pacto por la cultura. Estas Jornadas son un marco idóneo para empezar a trabajar en estos dos compromisos.
Comentario 4º. Sobre la idea: “La cultura, y los proyectos que se apoyan no pueden ser por el antojo del concejal de turno sino que deberían llevar una línea establecida de promoción cultural definida de forma participativa.”
¿Cuál debe ser esa línea y cómo evitar ese antojo? En este caso procede realizar cuatro comentarios parciales:
a) En primer lugar, de nuevo habría que sustituir la expresión “la cultura” por “la política cultural”. Siendo así, efectivamente, la política cultural no puede ser arbitraria y debe tener una función, una misión y un objetivo. En este caso, se propone como prioridad la línea de la promoción cultural. Sin embargo, atendiendo a las competencias culturales de los entes locales, en un municipio del tamaño de Ciudad Real, las competencias que deben marcar las líneas de acción de la política cultural local son:
– Protección y gestión del Patrimonio histórico-artístico.
– Prestación de servicio de biblioteca.
– Gestión delegada de instalaciones culturales de otras administraciones públicas.
– Promoción de la cultura y de equipamientos culturales.
Así pues, la línea de la política cultural de Ciudad Real no es única (la promoción cultural) sino que debe considerar otros aspectos como Patrimonio, Bibliotecas, Museos, y otros espacios culturales, aparte de la mencionada Promoción cultural. Si bien es cierto que la Promoción cultural es el cajón de sastre que más y mejor se presta a una acción cultural arbitraria, ocurrencial y difusa.
b) Por esta razón, en segundo lugar, hay que reflexionar y debatir cuál ha de ser la finalidad de estas líneas de acción competenciales. Esto es, la misión, función y objetivos de la política patrimonial, de bibliotecas, de museos y de promoción cultural. Sin olvidar que se trata de diseñar una política cultural pública que exige determinados mínimos y requisitos. En este sentido, existen diferentes elementos a tener en cuenta: – categorías culturales principales, basadas en la identidad, la tradición, la comunicación, la creatividad, la expresión, el conocimiento, etc; – categorías culturales instrumentales como el desarrollo cultural, la animación cultural, la innovación cultural, las necesidades culturales, el derecho cultural, la industria cultural, etc; y – modelos de políticas culturales (mecenazgo cultural, democratización cultural, democracia cultural, espectacularización cultural, etc..) Estos referentes nos permiten responder a preguntas del tipo: ¿a quién se va a dirigir nuestra política cultural local: a los artistas, a las asociaciones, a las empresas culturales, al público, al no-público, a todos? ¿cuál va a ser nuestro modelo de promoción cultural? ¿promocionaremos la democracia cultural? ¿promocionaremos las industrias culturales? ¿promocionaremos la espectacularización? ¿lo promocionaremos todo? ¿nos centraremos en la identidad o en la creatividad? ¿en la innovación cultural o en la tradición? ¿hacemos un híbrido de todo lo anterior?
c) En tercer lugar, cuando hablamos de promoción cultural, ¿cuál es la extensión de esa cultura? Esto es, ¿qué elementos incluye? ¿La cultura de las tradicionales bellas artes? ¿La denominada tercera cultura que aglutina humanismo, artes y ciencia? Se trataría, por tanto, de demarcar el ámbito de acción de la política cultural local, teniendo en cuenta sus límites competenciales. A estas alturas, parece necesario establecer una demarcación amplia en la que el núcleo duro estaría formado por educación, cultura-artes, ciencia, y tradiciones-festejos. Y varios ámbitos en los que esa visión amplia de la cultura funcionaría como eje transversal (economía, urbanismo, bienestar social, turismo, etc).
d) En síntesis, una manera de integrar todo lo anterior y de evitar que la política cultural pública sea “el antojo del concejal de turno”, como bien observa el actual, sería utilizar modelos de políticas culturales locales reconocidos internacionalmente, ya existentes y aplicados, con la debida adaptación al contexto de nuestra localidad. Las propuestas de la UNESCO, de la Agenda 21 de la Cultura, o de la Declaración de Friburgo sobre derechos culturales, son modelos de referencia, que pueden ser útiles para empezar a trazar el nuevo rumbo de la política cultural de Ciudad Real.
Comentario 5º. Sobre la idea: “crear un instrumento de participación, un Consejo de Promoción de la Cultura en nuestra ciudad, el Consejo de Cultura”
A vueltas con los nombres, tal Consejo de la Cultura no sería sólo sobre promoción cultural, sino que debería estar vinculado al diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de la política cultural local en su conjunto. Tema aparte para el debate es cuál debe ser su modelo, su naturaleza vinculante o no, su composición, funcionamiento, competencias, etc. Asimismo sería conveniente que en su constitución el Consejo quedara abierto a la participación de todos los interesados, al menos de forma transitoria. Esta posibilidad permite la participación directa, la transparencia y la creación de lazos de confianza que posteriormente pueden facilitar la delegación de la representación en un número más limitado de personas. Considérese que los participantes en este proceso no están acostumbrados a trabajar de manera conjunta en este tipo de iniciativas y muchos de ellos ni siquiera se conocerán. Este proceso abierto permitiría elegir finalmente la fórmula representativa más adecuada (por sector, por colectivo, abierta, etc). También ha de valorarse la posibilidad de que una misma persona o entidad quieran participar en más de una comisión.
Comentario 6º. Sobre la idea: “Se proponen para estas jornadas desde la Concejalía 6 Comisiones de trabajo”.
Una de las conclusiones de las Jornadas deberían haber sido el número de comisiones a crear, así como su contenido. Una jornada de este tipo debería tener un carácter más general. Parece precipitado crear comisiones sin haber reflexionado y debatido previamente sobre los aspectos estructurales que deben cimentar sólidamente todo el entramado de la política cultural local.
Por otra parte, la estructuración del análisis a partir de las disciplinas artísticas clásicas puede invisibilizar otros movimientos socioculturales que no entran dentro de la dinámica artística tradicional, pero que tienen un impacto en la construcción simbólica y material de la realidad cultural de la ciudad. Aparte de otros aspectos transversales del proceso cultural que tampoco comparten esa dinámica de las bellas artes, tales como la animación sociocultural, el fomento del asociacionismo cultural, el voluntariado cultural, el análisis cultural, otras culturas, etc. Incluso esta estructuración siguiendo las bellas artes obvia algunas disciplinas de interés general como la Literatura.
Comentario último.
Parece evidente, a la vista de las declaraciones y del programa de las Jornadas, que éstas giran en torno a tres ideas de fondo y dos instrumentales. Las ideas de fondo serían: promoción cultural, programación cultural y presupuesto de cultura. Las instrumentales serían: participación ciudadana y comisiones temáticas.
De ello se podría derivar que la novedad que aporta la propuesta del Ayuntamiento gira en torno a gestionar participativamente el presupuesto de cultura con el fin de realizar una programación cultural que aborde las diferentes temáticas que configuran las comisiones sectoriales propuestas. Esta posibilidad, aun siendo relevante y novedosa, y un verdadero laboratorio de colaboración entre colectivos y agentes culturales que nunca han trabajado conjuntamente de esta manera, no parece suficiente. La política cultural que ahora se quiere reorientar no puede estar basada en las necesidades del sector, sino en las de los ciudadanos y en el interés general. Efectivamente, en la exposición de motivos con la que se presentan las Jornadas se echa en falta una clara alusión a elementos que deberían ser de especial atención pública, tales como derechos culturales, necesidades culturales, principios básicos de acción y no acción, exclusión cultural, carta de servicios culturales, etc.
II. Propuesta.
Por todo lo anterior se realiza la siguiente propuesta:
Propuesta única. Decálogo para la transición de la política cultural de Ciudad Real
Como propuesta para la reflexión y el debate en esta Jornada, se recoge, una vez más, el decálogo ya entregado a los diferentes grupos políticos con el propósito de contribuir a la transformación de la actual política cultural de Ciudad Real y al inicio de una proyección estratégica de la ciudad desde la cultura. Un enfoque que sin obviar la proyección externa y turística de la ciudad a través de la cultura ponga énfasis en el desarrollo cultural y personal de sus ciudadanos. Un planteamiento que se interesa por los fundamentos en que debe estar asentada una política cultural local, según diferentes trabajos y estudios especializados.
A continuación se indican las propuestas indispensables:
1. Manifestar el compromiso de las más altas instancias del gobierno local con los principios reconocidos en los diferentes documentos internacionales que han reconocido el valor y necesidad de la cultura para el desarrollo humano y social (Declaración de Friburgo sobre derechos culturales, Agenda 21 de la Cultura, Declaración Universal de la UNESCO sobre la diversidad cultural; Convención sobre la protección y la promoción de la diversidad de las expresiones culturales, etc.) así como los compromisos acordados por la Federación Española de Municipios y Provincias en materia cultural.
2. Aprobar un Pacto institucional por la cultura en Ciudad Real que cuente con la participación y adhesión de todas las fuerzas políticas de la ciudad, así como con la del mayor número posible de agentes culturales, educativos, económicos y sociales, en su conjunto, de la ciudad.
3. Crear de un Consejo ciudadano de la cultura, como órgano amplio y plural de participación que sirva para debatir, diseñar, controlar y evaluar la política cultural de Ciudad Real.
4. Crear un Observatorio de la política cultural de Ciudad Real, con la participación externa de expertos en análisis e investigación en materia de derechos culturales y políticas culturales, que permita el asesoramiento y el seguimiento del diseño, implementación y evaluación de la política cultural local.
5. Demarcar el ámbito de acción y competencia de la política cultural de Ciudad Real: 1) definiendo un núcleo principal formado por las áreas de cultura, educación y festejos; y, 2) desplegando su acción, de manera transversal, hacia el resto de áreas e iniciativas municipales.
6. Adherirse a Culture 21, la nueva Agenda 21 de la cultura, como marco internacional de referencia para el diseño de la política cultural de Ciudad Real.
7. Evaluar las circunstancias que han favorecido el modelo de política cultural de Ciudad Real que se pretende superar para corregirlas y eliminarlas.
8. Realizar una Evaluación de necesidades culturales como punto de partida para diseñar un Plan estratégico de la cultura, que servirá como referencia para reactivar o acometer inversiones en infraestructuras culturales, para fundamentar las partidas de gastos presupuestados, la suscripción de convenios o la subvención de programas y proyectos culturales.
9. Aprobar una Ordenanza municipal donde se recoja la Carta de servicios culturales de la ciudad. Especialmente el compromiso con los Derechos culturales, el Desarrollo cultural de los ciudadanos, el diseño y planificación de la ciudad desde y a través de la cultura, el alcance de la cultura hasta el no-público, etc.
10. Implementar mecanismos de transparencia en las decisiones de la política cultural. La transparencia no es sólo rendición de cuentas, sino justificación de las decisiones que se plasman en los compromisos presupuestarios. Para ello se sugiere la difusión de actas, bases, convenios, planes y demás documentos que recojan los acuerdos de la política cultural local; así como la publicación de la agenda de reuniones y decisiones adoptadas por los responsables de la política cultural local, etc.
Finalmente, resultaría oportuno prever algún espacio y momento en el transcurso de las Jornadas donde se puedan exponer y debatir los comentarios, reflexiones y propuestas aquí expuestas.
Sobre los llamados comentarios y propuestas de la concejalía de cultura que vosotros apostilláis:
Comentario 2. Ciertamente una política pública consiste en detectar problemas (resolviéndolos) y necesidades (cubriéndolas), pero para ello es preciso comenzar con un análisis rigurosos de la situación cultural de la ciudad ¿Dónde ha presentado el sr. concejal dicho análisis?
Comentario 3. Vuestra reflexión es pertinente, pero en política – y esto parece que no cambia- se trata de apuntarse el tanto y que otros se estrujen el magín. No hay cultura, valga la redundancia, ni nada de importancia que se logre por consenso. Aquí cada uno va a lo suyo.
El programa con el que se presentó el PSOE a las elecciones decía muchas cosas, como siempre, pero a saber si había algo detrás de cada propuesta, o si solo eran frases hechas (lo más probable).
Las cuestiones que planteáis al Comentario 4 pondrán en apuros, sin duda, a una corporación que suele asociar la cultura con las tradiciones -casi exclusivamente religiosas y folclóricas- y cuyos responsables necesitarán muchas horas de estudio y buenos asesores para entenderlas.
Sobre el Comentario 5 tenéis razón, el consejo de cultura y las comisiones de trabajo tienen que entenderse como vasos comunicantes. Y con respecto al Comentario último, está claro que la bandera de la participación que atravesaba todo el programa electoral del equipo gobernante no era sino una declaración indefinida y no estudiada y que llegada la hora de la verdad habría que empezar a pensar, y si lo hacen otros que entiendan, pues mejor. ¡Así cualquiera!
Vosotros sois personas que habéis trabajado en distintas áreas de la cultura. El concejal, no. En principio es una desventaja que se ve agravada por una prácticas de decenios donde se identifica cultura con folclore y semana santa y con la asistencia a las exposiciones u obras teatrales organizadas – y subvencionadas- por la Junta, para ver y ser visto.
Me temo que todo este Gran proyecto va a quedar en nada o casi. Será como siempre, la consecuencia inevitable de la forma en que elaboran los partidos las candidaturas y los programas. Para vender humo y ocupar puestos, y luego ya se irá viendo.