El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo ha comparecido en la Cortes Regionales de Castilla-La Mancha para presentar las cuentas del primer año del nuevo Gobierno.
“Una clara apuesta por el medio rural como motor económico de Castilla-La Mancha” y que el Gobierno de Emiliano García-Page va a materializar con un incremento de 23,6 millones de euros más del presupuesto de Agricultura, un 1,7 % más con respecto a 2015. El objetivo es mejorar la renta de los agricultores y ganaderos profesionales, gracias al aumento de inversión en infraestructuras hidráulicas y rejuvenecer el campo con ayudas al relevo generacional a través de las medidas de incorporación de jóvenes, así como el impulso a la industria agroalimentaria, fuente generadora de empleo en el medio rural de la región.
En total, el presupuesto definitivo que va a gestionar la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural es de 1.378,7 millones de euros, con un gran peso específico dentro de los Presupuestos Generales, que supone el 20 por ciento. Hay que destacar que es una de las áreas de mayor relevancia en cuanto al volumen de recursos que acapara, algo que se comprueba, también, con el hecho de que gana casi dos puntos de peso respecto al ejercicio anterior.
Martínez Arroyo ha recordado que el Gobierno central ha bajado las partidas a los Programas de Desarrollo Rural (PDR) autonómicos; una reducción “enorme” que ha sido compensada “en parte” por el actual Gobierno castellano-manchego. Además, el PDR 2014-2020 será modificado en 2016 para “redistribuir” los fondos del cuadro financiero y dejar “claras” las prioridades de inversión.
Entre estas prioridades están, por ejemplo, fomentar la incorporación de los jóvenes al campo, potenciar la agricultura profesional y el desarrollo de la integración comercial de las cooperativas agroalimentarias de la región. Pero todo ello, dotado económicamente y no como sucedió con el Ejecutivo anterior.
De todas las medidas, el reto del relevo generacional en el campo es el más llamativo. Tanto es así que la modificación del PDR contempla un aumento para la medida de incorporación de jóvenes de 30 millones de euros para todo el período (PDR 2014-2020) hasta alcanzar los 90 millones euros solo para rejuvenecimiento del sector. En palabras del consejero, “lo hacemos porque queremos que todos los jóvenes que se quieran incorporar al sector agrario en Castilla-La Mancha, lo hagan a través de las ayudas del PDR; esto se refleja en los Presupuestos para esta anualidad 2016 y se refleja también en el PDR hasta 2020″.
En materia de agua, para modernización de regadíos e infraestructuras el actual Ejecutivo aumentará en un 218 % la inversión este año, pasando de 2,3 millones de euros previstos en 2015, a los 7,5 millones de euros en 2016. El compromiso es tal en esta materia que para el total del período serán 37,6 millones de euros la inversión final (14 millones de euros más). En esta ocasión, en el Programa de Desarrollo Rural (PDR) es posible hacer nuevos regadíos pero la gran mayoría de las inversiones que se van a hacer van a ser de modernización, “porque entendemos que los que tenemos que hacer, en este momento, es ahorrar agua y poner más agua a disposición de más agricultores” ha explicado el consejero. Y ha insistido, “yo siempre digo que el futuro del sector agrario pasa por el acceso al agua, ese es el compromiso de este Gobierno».
En cuanto a la política de seguros agrarios, para el consejero son “como un medio de producción más” en las explotaciones e “irrenunciables” en “cualquier planteamiento de agricultura profesional”. Por ello, anuncia que el Ejecutivo hará un “esfuerzo importante” en la aportación al próximo plan de seguros agrarios. “Es imprescindible la política de seguros agrarios, que vamos a potenciar”, indica. Martínez Arroyo detalla que las cuentas de 2016 también reservarán fondos para políticas de sanidad animal y vegetal, apoyo a la participación en ferias o promoción de productos agroalimentarios, entre otros.
Criterios de ruralidad
El consejero ha insistido en la importancia que tienen los sectores agroalimentario y medioambiental de Castilla-La Mancha para la economía regional y para la vertebración territorial. El Gobierno de Castilla-La Mancha es plenamente consciente de esta realidad, en una región en la que, de acuerdo con el criterio de ruralidad establecido por la OCDE, el 43,7 % de la población se encuentra en zona rural, y el 56,3 % en regiones intermedias.
Una comunidad autónoma en la que, de sus aproximadamente 2.000.000 de habitantes, algo más de 140.000 son perceptores de la PAC, lo que significa que casi un 50% de las familias castellano-manchegas están de alguna manera vinculadas a la agricultura y al medio rural. Nuestro campo, entendido en su doble vertiente agraria y medioambiental, ofrece además herramientas de primer nivel para el crecimiento de Castilla-La Mancha. Podemos convertir de esta forma, al campo castellano-manchego en uno de los principales motores de progreso y bienestar de nuestra región.