El Colectivo Kokoro se retrata y descubre los «pequeños secretos» de sus dibujantes

Eusebio Gª del Castillo Jerez.-  El pub Living Room acogía anoche el primer Festival de la Caricatura y el Retrato organizado por el Colectivo Kokoro, un evento en el que, además de realizar obras en directo, ocho dibujantes de la provincia de Ciudad Real han mostrado los secretos de su trabajo. Más de cuatro horas para emborracharse de creatividad siguiendo los trazos de la frenética actividad de lápices y pinceles. Una oportunidad, también, para escapar de la soledad de los estudios y compartir entre compañeros de oficio, y entre el público, una grata experiencia repetible.  
Quienes se acercaron a Living Room pudieron ser inmortalizados en retratos o caricaturas a manos de Paco Carrión, Paula Arranz, Carlos Tato, Oscar Portela, Blanca Lemur, David Jiménez, Vanesa Izquierdo o David Fernández-Espartero. Además, este festival nocturno se abrió al dibujo libre, muestra de books y encargos particulares. Asimismo los artistas pusieron a la venta láminas y postales de sus obras, y algunos originales. Una ocasión, destacan los organizadores, para descubrir los diferentes estilos de los participantes en el primer evento de estas características que se realiza en Ciudad Real.

Marino Muñoz, uno de los miembros del colectivo, comentaba echar en falta, como ocurre en otras ciudades, ver a dibujantes sentados en la calle, «igual que hacen los músicos». El festival pretendía en parte «animar a eso, a romper esa barrera», además de servir para mostrar el trabajo de los integrantes de Kokoro que mejor se manejan en estas disciplinas.

Sin dejar de dibujar a una pareja, Paco Carrión explicaba que, casi de forma improvisada, se les ocurrió organizar un festival de caricaturas y retratos rápidos. «Pintar en vivo es el acto más genuino que tiene nuestro oficio, que la gente vea el proceso, cómo se encaja, cómo tienes al modelo delante y lo interpretas».

Una propuesta a la que el público ha respondido. «Hay bastante gente. Yo desde luego no he parado desde que comenzó el evento y eso es buena señal», comentaba Carrión, que se mostraba convencido de que el encuentro de anoche no fue sino el germen de un evento que se puede repetir varias veces al año. Y no muy tarde, pues sugiere una nueva edición en primavera en la plaza Inmaculada Concepción, popularmente conocida como de «las terreras».

Toda una experiencia «ultrapositiva», bromeaba. «Estamos acostumbrados a dibujar en la soledad de los estudios, y  estar aquí dibujando todos en vivo, mostrando nuestros pequeños secretos para que los vea la gente es muy interesante». Ya no se dibuja tanto en directo, apuntaba, y muchos ilustradores trabajan en el ordenador con paleta gráfica. «A veces cuesta entrar en el dibujo, pero es la base de lo que luego hacemos». En la era del selfie «cualquiera mete un efecto de Photoshop en un Instagram, y filtros, pero no es lo mismo que tener una interpretación de alguien que te ha visto y te ha exagerado una cosa o la otra».