Eusebio Gª del Castillo Jerez.- La reciente visita del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a los campamentos de refugiados saharauis debería suponer, a juicio de Abdalahe Ahmed, delegado del pueblo saharaui en Ciudad Real, un punto de inflexión en la resolución del conflicto. El pueblo saharaui recibió «con los brazos abiertos» al mandatario de Naciones Unidas pero «sin dejar de mostrarle su indignación por la falta de contundencia hacia la parte que obstaculiza el proceso de paz, Marruecos».
Abdalahe Ahmed destaca que se trata de la primera vez que el secretario general de la ONU visita los campos de refugiados saharuis. Un gesto que, entiende, significa que Naciones Unidas está interesada en resolver el conflicto del Sáhara, que se prolonga ya cuatro décadas. Por otra parte, opina que la ONU debe exigirle a Marruecos, «la parte que opone celebración de un referéndum libre y transparente», el cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad.
La vista del responsable de la ONU debería ser, añade, el punto de partida para desbloquear el proceso de negociaciones entre el Frente Polisario y Marruecos. Rabat, denuncia, ha paralizado las negociaciones «cerrándose en banda con su propuesta unilateral de autonomía, cuestión que no contempla el Consejo de Seguridad ni está respaldada por las diferentes resoluciones de Naciones Unidas, que amparan un referéndum de autodeterminación».
El delegado del pueblo saharaui en Ciudad Real hace una valoración es positiva, aunque lamenta que Marruecos «intente rehuir de sus responsabilidades ante la comunidad internacional, presionando para intentar que la visita del Ban Ki-moon no llegara a las zonas ocupadas del Sáhara Occidental ni a Rabat, retrasando el encuentro con el mandatario internacional hasta junio». En abril, apunta Abdalahe Ahmed, el secretario general de la ONU presentará un balance anual sobre la cuestión del Sáhara y se debatirá en el Consejo de Seguridad la prórroga de la Misión de la ONU para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO). Considera de vital importancia que Naciones Unidas interceda para que Marruecos cumpla las resoluciones y se siente en las mesas de negociaciones con el Frente Polisario.
Por otro lado, remarca que la presencia del mandatario se traduce en una apuesta clara de Naciones Unidas por intentar resolver y dinamizar el proceso de paz en el Sáhara Occidental. Resalta, a su vez, el aspecto humanitario, ya que Ban Ki-moon ha podido comprobar de primera mano cómo el pueblo saharaui vive en unas condiciones de extrema dureza. «También ha sido testigo de la frustración e indignación hacia Naciones Unidas por no haber resuelto el problema que dura ya cuarenta años», matiza Ahmed. «La población ha manifestado su deseo de que la ONU asuma su responsabilidad en este conflicto».
Por último, ha valorado que el secretario general de la ONU se haya comprometido a impulsar una campaña de donaciones para intentar que la población saharaui reciba los fondos y la ayuda necesaria para sobrevivir en esas condiciones tan difíciles.
La fe de los saharauis en la ONU
El conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario comenzó con el fin de la administración colonial de España del Sahara Occidental en 1976. Se llegó a un alto el fuego en septiembre de 1991, y la MINURSO se ha encargado de supervisarlo y organizar un referéndum de la ONU de autodeterminación en ese territorio, que el Consejo de Seguridad ha venido solicitando desde 2004. Entretanto, Marruecos ha presentado un plan para la autonomía, mientras que la posición del Frente Polisario es que el estatus final del territorio debe ser decidido en un referéndum de autodeterminación que incluya la independencia como una opción.
Durante su visita, Ban Ki-moon recordó que los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf son de los más antiguos del mundo y que le resultaba «doloroso» ver familias separadas durante tantos años. «Esta situación es inaceptable y debe ser tratada de forma independiente del proceso político», subrayó. «Me he sentido alentado por la fe que los saharauis tienen en la ONU, en sus principios y en el derecho internacional. Estemos a la altura de esa fe con la determinación de aliviar su situación y resolver este conflicto de larga data, por el futuro de todos los saharauis¨, dijo.
Qué pena que esta noticia no atraiga comentarios. Reitero mi apoyo y solidaridad a estas pobres gentes que sufren una ocupación ilegítima e ilegal desde hace cuarenta años, que padecen el tormento y el martirio del sultán marroquí, que sufren la explotación marroquí de sus recursos naturales y que sólo reciben la incuria del Estado español.
Cuando compren sardinas enlatadas en un supermercado de dueño valenciano y lean «producto de Marruecos», no se lo crean, es mentira: son sardinas del Sahara Occidental.
Un abrazo y todo mi apoyo y aliento.
Sahara libre!!!