Es cierto que España ha avanzado mucho en las últimas décadas, aunque la crisis actual ensombrece los progresos. Se puede recordar, por ejemplo, que en Castilla-La Mancha el nivel de vida era muy bajo antes de morir Franco pues, según datos del INE, en 1968 sólo tenían lavadora el 33 por ciento de viviendas, frigorífico el 22, televisor el 28 o teléfono el 10.
La democracia, tras una compleja y violenta transición, posibilitó una mejora económica importante y la organización autonómica del Estado ha acercado la administración al ciudadano, aunque se han generado otros importantes problemas que trataré en otra ocasión.
Sin embargo, la prosperidad económica convive con serios problemas en la cultura y la educación. La situación se ha caracterizado, según diversos autores, por una democracia de baja calidad, debido a una serie de cuestiones, como la discriminatoria ley electoral. Aunque en principio el fin era bueno –evitar un Parlamento excesivamente fragmentado–, el resultado ha sido un bipartidismo asfixiante y excluyente, roto por fin tras las elecciones del 20 de diciembre pasado.
Los partidos, con ese bipartidismo como marco, habían dejado de ser asociaciones garantes de la voluntad ciudadana para ser elementos autocomplacientes, con elevados niveles de corrupción, dominio de la vida pública, control de los procesos electorales y, por tanto, del Parlamento. Y lo han hecho con abundantes medios, económicos y administrativos, gracias a listas cerradas y bloqueadas, subvenciones económicas, condonaciones de deudas por la banca, espacios gratuitos en los medios de comunicación… Y han controlado la designación de miembros de variadas instituciones: Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial, Tribunal de Cuentas, RTVE y otros. En buena medida ya no representan a la sociedad ni buscan el provecho de los electores; se dedican a preservar sus propios intereses y, fundamentalmente, los de la oligarquía económica y financiera.
Así, el ejercicio del poder ha generado, según afirmaba el periodista Javier Pradera en su magnífico libro –Corrupción y política. Los costes de la democracia (2014)–, desconfianza de los ciudadanos hacia los políticos, cuyas causas hay que buscar “en el recurso frecuente a la mentira y en el incumplimiento habitual de las promesas”. Pradera escribió ese libro en 1994, lo guardó en un cajón y ahora su viuda ha propiciado la edición tras su muerte, pero tiene una rabiosa actualidad. En el pleno de investidura del día 2 de marzo pasado Rajoy tuvo un significativo lapsus: “Lo que nosotros hemos hecho, cosa que no hizo usted, es engañar a la gente”.
El poder político es relegado así a un tercer lugar, detrás del económico y el mediático, como indicaba Ignacio Ramonet, que fue director de Le Monde Diplomátique, en su obra La Tiranía de la comunicación (1998). Hay que recordar que las empresas que controlan la actividad económica y un buen número de grandes medios culturales e informativos están en manos de muchos de los insaciables herederos financieros que apoyaron al franquismo, reunidos en gran parte en el Ibex 35. O dicho de otra forma, los poderes económicos que mangonearon durante los cuarenta años de dictadura han seguido campando a sus anchas durante los casi cuarenta de democracia. Es decir, tenemos formalmente una democracia política, elemento importante en un país con dos dictaduras en el siglo XX, a la que no ha seguido una democracia económica y social. Eso ha hecho posible lo que indicaba de forma muy gráfica el Roto en su viñeta del día 2 de marzo pasado en El País: “Dicen que los billetes tienen los días contados. Sí, se los están quedando unos pocos”.
Sin embargo, tras el terremoto iniciado con el 15M, hemos vivido años de vértigo, con significativos retos para el país. Conocemos cambios importantes y creo que vamos hacia una segunda transición. El régimen del 78 está muriendo, como muestran los resultados de los últimos procesos electorales, la crisis del bipartidismo, la extensión de la corrupción, la desaparición de capitalistas importantes o la propia abdicación del Rey Juan Carlos, “el primer operador fraudulento del país”, según apuntaba Gregorio Morán en su reeditado El precio de la transición (2015).
De momento las movilizaciones populares se han reducido. El resultado electoral de Ciudadanos, la nueva apuesta del Ibex 35, no ha sido lo bueno que sus promotores deseaban. Rajoy, asediado por la corrupción, está amortizado y sólo falta un empujón para su muerte política. El PSOE se debate entre el neoliberalismo y sus raíces socialdemócratas. Mientras tanto, las fuerzas a su izquierda no pueden abrir un nuevo proceso constitucional, más beneficioso para la mayoría. Los cambios habidos certifican la muerte del bipartidismo y los partidos harán bandera ahora de la transparencia y la lucha contra la corrupción, incluso Luis Garicano, coordinador del programa económico de Ciudadanos, habla de “acabar con la corrupción y el capitalismo de amiguetes”. Pero las cuestiones económicas son sagradas, el Ibex 35 vigila y lanza sus medios de comunicación contra cambios de calado. Sólo tolerarán una segunda transición con la condición de que sea un cambio cosmético, lampedusiano. Ya se sabe, cambiar algo para que nada cambie y ellos puedan continuar con la sartén por el mango.
Llevamos ya mucho tiempo que se habla poco de la España de la pobreza, de la “ley mordaza” (40.000 sanciones a su sombra en un año, según diario.es), del recorte de derechos laborales, de los desahucios, del hambre, del paro, de las familias sin ingresos, de los copagos, de los emigrantes. Ya sólo se habla de MR, AR, PS, PI, AG y pasaremos el 2016 con el mismo tema, con unas posibles elecciones a mediados de año. Y es que, como significaba el Roto en su viñeta de El País, publicada el día 29 de febrero de 2016, el nuestro es un país de “Barones, duques, jerarcas, banqueros”, es decir, “¡Una democracia feudal!”.
Isidro Sánchez
Apuntes de historia
Y de ello tienen mucha culpa los medios. Porque con la que está cayendo, que le dediquen el tiempo que le dedican a la infantita de las narices y su marido…
Está claro que los problemas de verdad no venden periódicos, ni minutos de radio o TV.
Lo del debate de investidura ha sido flor de un día, ahora toca infanta, y mañana algún robo de algún político…
Que la gente pierda su casa, que se pierdan derechos sociales, económicos o, directamente su derecho a opinar…eso es cosa menor…
Estoy de acuerdo: el proceso hacia el sensacionalismo y el ejercicio del periodismo en función de complicidades políticas (siempre a la espera de recompensa) han convertido el mundo mediático en un laberinto de trincheras. No hay medios estrictamente independientes que actúen como contraponer sino que son la artilleria contra en enemigo. Es todo tan pegajoso que causa espanto
Tampoco hablan de la corrupción moral y economica en la que millones de españoles han vivido, y no solo políticos ni empresarios.
Es todo mucho mas complejo, y hay que limpiarse las dos lentes.
En las elecciones europeas empezó a joderse el catenaccio del bipartidismo, y hoy, dos años después, los beneficiados del bipartito – también sus votantes- se debaten entre la perplejidad y la incredulidad ante lo que parece haber llegado para quedarse. Parecen derechohabientes de grandes patrimonios ante un sobrevenido hijo extramatrimonial que, sin esperarlo, va a suponer una merma en el resultado de las particiones hereditarias. Estos días se escucha con demasiada frecuencia aquello de ¨ quién se han creído que son estos¨. No logran procesar que, pese al voto robado ( esperemos que deroguen la LOREG ), se hallan investidos de un legitimidad democrática incuestionable. Es lo que tiene gobernar con mentalidad patrimonial y abusando hasta el aburrimiento del decreto-ley…
Amén, pero, voto robado? Yo no me he sentido robado ni le he robado mi voto al PSOE. Simplemente los que había no me representaban. Y, visto lo visto, lo que ha venido, tampoco. Es mås, tras el desencanto.con Podemos, el voto no volverá a un PSOE que no ha aprendido nada.
Está noche no habrå gobierno de progreso y Podemos y Ciudadanos formarán parte del problema, no de la solución.
Los 15M sólo queríamos arreglar problemas, no multiplicarlos. Tan difícil es hacer un gobierno de progreso. Tan difícil es que se calle Felipe González o que en Podemos haya un líder un poquito menos Aznar y más Rivera en las formas?
Vaya banda!!! Esperemos que el lepenismo no avance con esta situación.
Creo que se refiere al voto «rogado»/robado a todos esos jovenes (dicen que mas de un millon) que han tenido que emigrar a buscarse las habichuelas y «CASUALMENTE» les han puesto tantas trabas burocraticas que no han podido ejercer su derecho a voto.
Hay muchos articulos pero ahí tienes uno: http://m.eldiario.es/clm/palabras-clave/voto-rogadorobado_6_267783249.html
Este mejor:
http://mareagranate.org/2015/11/20d-dia-la-marmota-del-voto-robado-condenados-vivir-otra-pucherazo-electoral/
20D: El día de la marmota del voto robado, condenados a vivir otro pucherazo electoral:
Las cifras son propias de los peores pucherazos electorales perpetrados en la historia reciente: el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) está integrado por 1.880.026 personas que han manifestado expresamente su voluntad de votar (…) De ellos, han conseguido terminar el complicadísimo proceso de ruego de voto apenas 115.055. Un mísero 6,11% de todo el padrón electoral exterior que ha tenido la suerte, o la habilidad, de completar la gimnkana burocrática de estas semanas. Y ni siquiera ellos tienen asegurado el poder ejercer su derecho…
Creo que es más deseo que realidad: si PP y PSOE se suman, lo cual no desestimo si las cosas se complican, el bipartidismo, debilitado,llegaría paradójicamente al climax de su poder
Con todos sus defectos, que son muchos, este periodo democrático ha traido la mayor prosperidad económica en la Historia de España.
El sistema constitucional está agotado, pero no así las generaciones que lo han sancionado electoralmente.
Los cambios deben ser tranquilos, y los que denuncian la oligarquía pretenden suplantarla con la suya propia.
El relevo generacional ha de ser tranquilo. Pero no dudo que haya un posible conflicto intergeneracional (Rivera versus Iglesias), que tiene difícil solución.
Son dos formas de entender España e incluso la vida opuestas. Lo percibo claramente en mi generacion, la que nacio en democracia.
Ni todo lo que nos han legado es malo, ni los que todo el dia invocan al pueblo quieren su bien.
Con puños en alto y el odio y el resentimiento social, no generarán más que una contrarraeccion de caracter semejante.
Yo soy uno de ellos, soy anti Podemos y anti lo que representa.
Charlatán, Tu eres antipodemos porque eres un nostalgico de la dictadura franquista, como todo buen votante de VOX y la mitad del PP.
Yo soy antipodemos porque soy anti tu.
Se acabó tu carnaval, comunista.
Para los fascistas todo aquel no asuma vuestro ordeno y mando es comunista. Eres la viva imagen de la España de Franco azote de los malvados comunistas.
Quizá algun dia evoluciones y tu mente llegue a este siglo, esfuerzate aunque yo dudo que lo logrer. Mientras tanto sigue con el comunismo pa arriba y pa abajo como Don Quijote con los molines jaja
El comunismo como el fascismo y como el liberalismo, sojuzgan y denigran la dignidad de las personas.
El siglo XX es un libro abierto en tal sentido.
No eres comunista porque no pienses como yo, es que yo pienso que eres comunista porque votas a un partido populista y zafio que asesoró al chavismo en la toma de poder y en los execrables actos que se ven en televisión.
Pienso que eres comunista porque les votas a conciencia, y más aún, porque posiblemente estás en sus listas.
Pienso que eres comunista populista porque tú eres de los que te frotas las manos si a los españoles les va mal.
Pienso que eres comunista porque eres incapaz de hablar en positivo de este país.
¿Quién puede hablar de prosperidad económica tras la Gran Depresión de 2008?
Los dueños del IBEX y los tontopollas que aún les hacen de palmeros, sobre todo los que siguen definiéndose como liberales y no tienen ni para llegar a fin de mes.
Los tontopollas son los que votan comunismo y piensan en libertad y prosperidad
2000 años de historia os contemplan…
Ese «tenemos formalmente una democracia política» implica que, en la práctica, la democracia política no existe. «Formalmente», en apariencia, en la «forma», sí. Pero en el fondo, en la realidad, no la tenemos. Nunca la hemos tenido.
La democracia política -real- no puede existir sin democracia social y económica. Va todo junto. Una sociedad democrática es una sociedad igualitaria y justa.
Y una sociedad sin democracia económica es una sociedad desigual, de ricos y pobres, donde los ricos mandan -tienen el Poder que les da su dinero- y los pobres obedecen y padecen. Y eso no puede ser de ninguna manera una democracia política real.
Una democracia es solo una forma de evitar que las decisiones las tome el menor numero de personas posible.
Estoy viendo el debate de investidura y hasta hay comunistas.
No veo al IBEX. Influirá como los okupas en los ayuntamientos de Madrid y Barcelona.
Como valor la democracia, es defender la pluralidad social e ideológica, y yo no veo mas que a una izquierda trituradora de quien no piensa como ella.
Sin contar al PSOE, que creo distingue ya entre socialdemocracia y socialismo radical.
En el Parlamento español hay algunos que dicen que son comunistas.
Otros dicen otras cosas.
Y todos dicen que son demócratas.
Tra-la-rá.
Todo el mundo interpreta su papel.
Los sin papeles no cuentan.
Exacto, en la representación teatral, todos los actores interpretan su papel.
Pero no te olvides, Ángel Manuel, que están interpretando. Sus discursos, sus posicionamientos, no son reales. Es teatro.
Y sí, los «sin papeles», esto es, los que no tenemos papel en la farsa, los que no estamos en los parlamentos -la práctica totalidad de los ciudadanos- no contamos para nada.
Lo llaman democracia, y no lo es.
Totalmente de acuerdo contigo.
Puro teatro.
Pues entonces, Ángel Manuel, tendrías que ser consciente de que Iglesias y sus muchachos son también actores de ese teatro. Ni son comunistas, ni antisistema, ni radicales, ni nada que se le parezca. Interpretan un papel, como los demás.
Esos temores y esa acritud selectiva que muestras contra Podemos son absurdos. Su discurso «radical» es una impostura, no es real. No tienen intención de llevarlo a cabo.
Las decisiones se toman en otra parte, como bien ha demostrado Syriza en Grecia.
El Poder económico decide, y los políticos, sean del partido que sean, obedecen.
Mismos perros, distintos collares.
Los de Podemos se creen el papel.
Puño en alto y ese beso en la boca sovietico con el labio bien metido para adentro.
Coño, es que lo bordan.
Los seguidores de Podemos se lo creen, sí. Pero… ¿los actores también?
Precisamente si hay actores que difícilmente se pueden creer el papel son estos.
De Podemos se podrán decir muchas cosas, pero lo que no se puede decir es que sean estúpidos o que no estén preparados para lo que están haciendo. Son politólogos. Y son inteligentes. Saben mejor que nadie lo que hay.
Si hay algún cenutrio en el Parlamento que verdaderamente cree en la ideología de su partido, que lo dudo mucho, pero, si lo hay, desde luego no está en Podemos.
Comparto lo que dices Gonzalo.
Les das 3000 euros al mes, protagonismo en los medios, poder gracias a Dios limitado, y ya los tienes…conservadores de su nuevo estatus.
Alguien dudaba de ello?
Interesa mas el personaje que su ideología, su decencia antes que su papel.
Pues yo diría que el primero que «dudas de ello» eres tú, Ángel Manuel, con ese terror que tienes a que gane Podemos e instaure una dictadura comunista, o lo que sea en lo que te hayan hecho pensar.
Los conservadores no quieren revoluciones. Quieren conservar todo como está, por eso son conservadores.
Si Podemos gana las elecciones, no habrá quién los diferencie del PSOE de los años 80. O del de los 90, porque con el PSOE de los 80 ya son clavaditos.
Y mira qué dictadura comunista instauró el PSOE. Y eso que González y Guerra iban de acá para allá con el puño en alto, como Iglesias. Y con chaquetas de pana.
Hasta que ganaron las elecciones.
Y entonces vimos lo que eran en realidad.
El enemigo no es el bipartidismo, el enemigo es Rivera. En la política actual, son tantas las guerras que se suceden en cada batalla. Pero en todas hay un enemigo común: todos odian a Albert Rivera. Es el chico de los recados del Ibex 35, el cómplice de los socialistas, la marca blanca del PP, en Cataluña lo motejan de facha y español, etc… Yo creo que el único que no lo detesta es Felipe VI, por razones obvias, pues debe de estar hasta los mismísimos del resto. Por cierto, qué bien le vendría a nuestro rey una transición, ¿verdad?. Y qué bien le vendría un Suárez.
¿Por qué lo odian todos? ¿Será porque todos le temen?
Quiza es porque pacta con los mas corruptos de cada sitio: con el PSOE de los eres en andalucia, con el PP de la punica en Madrid….
Y eso que decia que no iba a pactar con nadie porque no toleraba ni una gramo de corrupcion….
Porque deja a Pablo Iglesias a la altura de un mequetrefe con ínfulas.
Mas guapo, mas brillante, más gentlemen. Todo lo que el coletas y los suyos detestan.
El futuro Iglesias versus Rivera, dos formas de entender España y hasta la propia vida.
Habemus conflicto intrageneracional.
Lo mismo llevas razon, no seria descabrllado, Rivera la nueva gran esperanza blanca y triunfa o a lo mejor todos los votantes de ciudadanos vuelven a votar al PP y Cs termina UPyDizandose. No sabria que decirte, al votante de el pp no lo entiendo mucho, pero yo si fuera rivera no cantaria victoria todavia, y mas despues de pactar con el psoe.
Dime tu, que dices que eres de derechas si te va el marketing del guapo rivera mas que los originales 😉
Ni ese ni el del beso con labio bien metido para adentro.
Pero reconozco que lo que dice Rivera me gusta mas. Solo que esas ansias de poder de todos hace que se les vea la patita, y eso me gusta.
Detrás de los programas están las personas, que son más importantes. Hablo de la personalidad de los líderes políticos.
Pues ya sabes, ponte la chaqueta de ciudadanos. Tu ideas ultraderechistas allí seran bien aceptadas, pero el beatismo ya lo dudo jaja
Pero tú no decias que yo digo que alguien es comunista es porque no piensa como yo?
Acaso no estás diciendo tú que ciudadanos es ultraderechista porque no piensa como tú?
Aclárate.
Tienes un lenguaje chequista y frente-populista que dan ganas de vomitar.
Porque es el más listo. Sencillamente. Lástima que tenga detrás de él a una larga serie de tontos.
¿Todos odian a Rivera? ¿Y eso, de dónde lo saca, Sr. Censor?
Es curioso, es lo mismo que dicen los incautos seguidores de Podemos. Que como todos atacan a Podemos, es porque quiere cambiar las cosas. Que todos le temen. Etc.
Bobadas. Propaganda.
Rivera e Iglesias han disfrutado de una atención mediática -a favor y en contra- inconcebible hace tan sólo dos años, cuando el 99% de los espacios mediáticos eran exclusivamente para el PPSOE.
Si Podemos y Ciudadanos están donde están, es porque el Poder les ha mostrado un amor incondicional… expresado en forma de presencia mediática reiterada, asignándoles un papel de coprotagonistas -junto a PPSOE- en la representación.
Puede que lleve usted razón, don Gonzalo. Pero si yo fuera Rajoy, Sánchez o Iglesias, del que menos me fiaría es de Rivera. No digamos ya, los nacionalistas: esos son los que mejor saben de qué es capaz don Albert.
Bueno, eso ya no lo sé, y tampoco me interesan demasiado los intereses particulares del puñado de chacales que están devorando la comida de todos.
Que predomine un chacal u otro o que alguno de ellos sea apartado del banquete por su propia estupidez… son reflexiones que no nos van a traer el menor beneficio a la gente.
Los chacales -unos y otros, unos más y otros menos- se comen nuestra comida.
Mientras se dan dentelladas entre ellos, sí. Y se alían unos con otros, a veces, equivocándose. Pues sí.
¡Pero entre TODOS se comen nuestra comida!
El futuro de la politica pasa por prestar mas atención a los candidatos que a sus programas, y a su decencia.