La pequeña localidad de Villamayor de Calatrava revivió ayer, 1 de marzo y como se hacía desde tiempos inmemoriales, recordado por los mayores del pueblo, el Día del Angel, en el que muchos de los vecinos subían a la próxima sierra del aljibe y allí pasaban el día, “espantando al diablo”, compartiendo bailes, dichos, canciones y comidas en los albores de la primavera.
Este año y dado que el 1 de marzo ha sido laborable, la afluencia de vecinos ha sido menor, aunque el protagonismo lo han tenido los niños del colegio «Inocente Martín» junto con maestros y algunos padres y madres, así como el alcalde, Juan Antonio Callejas y varios de sus concejales de gobierno, que se sumaron al acto.
La conmemoración finalizó con la degustación de unas migas manchegas, mientras se recordaban las antiguas celebraciones de esta fiesta vecinal y campestre, que dejó de celebrarse hace ya muchos años y se ha recuperado últimamente.