Luis Miguel Román Alhambra. Presidente de la Sociedad Cervantina del Lugar de don Quijote.- Como en cada conmemoración cervantina el señor Parra Luna nos sorprende con una nueva publicación, intentando convencer a alguien de que el lugar descubierto a finales de aquel 2004, pocos días antes del IV Centenario de la publicación de la primera parte del Quijote, por su famoso «equipo multidisciplinar» ha llegado ya a su conclusión final y es un hecho ya verificado por la comunidad literaria, científica o cultural del mundo.
Y como no puede ser de otra manera, también a finales del 2015, saca a la luz, junto al señor Fernández Nieto, su último trabajo, les aseguro que no será el último, sobre su obstinación en hacer lo imposible, que Villanueva de los Infantes sea el Lugar de don Quijote, posible, con el título:
«EL LUGAR DE LA MANCHA. Un irónico Cervantes a la luz de la crítica»
Siguiendo la sugerencia de Sansón Carrasco, ante la crítica de don Quijote a quienes componían y publicaban libros como si fuesen buñuelos, de que ¡No hay libro tan malo, que no tenga algo bueno!, me pongo a su lectura. Y Sansón Carrasco llevaba razón, este libro también tiene una cosa buena, la promesa del señor Parra de que será el último:
«Sin embargo, queda prometido: este tercer libro intentará cerrar la trilogía consagrada por nuestra parte al descubrimiento del «lugar de la Mancha» en el Quijote»
¿Será esto verdad? Me restriego los ojos una y otra vez, lo leo una y otra vez, y me contesto yo solo: ¡No me lo creo! Y ustedes tampoco se lo crean.
Esta nueva publicación no aporta nada nuevo, sino la intención para que aquellos que se acerquen por primera vez a esta hipótesis crean ver la luz de la verdad incuestionable por venir este gran descubrimiento de un equipo de profesores universitarios de varias especialidades, que mediante su «propio enfoque multidisciplinar y sistémico» han dado nombre al lugar escondido por Cervantes en la primera frase del Quijote. Y lo que verdaderamente tienen en sus manos es un nuevo «refrito» de los anteriores libros, con el falso interés de ofrecer humildemente su trabajo a la crítica de importantes cervantistas, a los que criticar después por no haber asumido totalmente su hipótesis y además poder volver a salir en los medios de comunicación y que se vuelva a hablar de ello, con títulos como: «Descubierto el lugar de don Quijote» o ¿De qué lugar de La Mancha no quería acordarse Cervantes?
A quienes compren este trabajo tengan en cuenta que en numerosas ocasiones podrán leer en sus páginas afirmaciones atribuidas a Cervantes, o a textos incluidos en el Quijote, que NO son ciertas, como por ejemplo:
«… lo único que aporta la metodología científico-multidisciplinar, es situar el «lugar de la Mancha» en el Campo de Montiel, que es justamente lo que ya había escrito Cervantes» (Pág. 21)
«Pueblo que habría de ser por fuerza uno de los 22 pueblos (aldeas y villas) que en la época existían en dicho campo sencillamente porque así lo escribe Cervantes,…» (Pág. 27)
«Si estas operaciones son realizadas con la seriedad requerida, inexactitudes lógicas aparte, se comprobará que ese punto o área cae, inevitablemente, en el centro geográfico del Campo de Montiel. Lo que por otra parte no hará sino confirmar lo que ya escribió Cervantes hasta en cinco ocasiones en el texto de la novela» (Pág. 34)
«Hay que destacar que esta primera investigación se caracterizó por una selección rigurosa a partir del texto de la novela, de todos los factores (o variables) que podían determinar cuál de los pueblos manchegos fue el «lugar de la Mancha» según lo escrito por Cervantes, …» (Pág. 36)
«Don Quijote sale caminando por el «antiguo y conocido campo de Montiel», lo que Cervantes repite hasta en cinco ocasiones en el texto» (Pág. 91)
«Cervantes proporciona, entre otros, tres puntos geográficos reales que permiten determinar el «lugar de la Mancha»: 1. Puerto Lápice; 2. la cabecera del pantano del Jándula en Jaén (a 8 leguas de Almodóvar del Campo, a más de 30 de El Toboso, y ya en Andalucía; y 3. El Toboso. Tres puntos escasamente discutibles texto del Quijote en mano» (Pág. 92).
Ni Cervantes ha dejado escrito esto, ni busquen en cualquier edición del Quijote la «cabecera del pantano del Jándula», no lo van a encontrar. Sencillamente porque es una nueva invención de estos señores aunque afirmen que su trabajo lo hacen con el «texto del Quijote en mano».
Uno de los objetivos de este libro es justificar la organización de unas Mesas Redondas que se celebraron en Julio de 2014 en Villanueva de los Infantes, donde el señor Parra invitaba a unos cervantistas de nivel internacional retándolos a que criticaran o aceptaran su hipótesis Y como, lógicamente, estos señores no aceptaron esta hipótesis, de nuevo, de que Villanueva de los Infantes es «El lugar de don Quijote», son criticados, al igual que otros autores que durante estos años también lo han hecho.
Villanueva de los Infantes no es, ni puede ser, el lugar de don Quijote, por mucho que a través de los medios de comunicación, una y otra vez, intente este señor proclamar su gran descubrimiento durante este año 2016 aprovechando la conmemoración del IV Centenario de la muerte de Cervantes y el interés mediático que la figura del escritor y su obra tienen en el mundo.
Como en julio de 2014 el señor Parra también retó a cualquiera que quisiese criticar sus «doce hechos verificables», que ahora son ya «dieciséis hechos verificables», y seguirán creciendo, en octubre de ese mismo año publiqué el resultado de mi crítica en este documento que pueden consultar en un medio que tan poco le gusta a este señor, internet:
El Reto de Parra Luna
Villanueva de los Infantes y el Campo de Montiel por extensión necesitan crear un interés especial en la sociedad por los grandes recursos turísticos que dispone de todo tipo y además por ser indiscutiblemente el origen de algunas de las aventuras del Caballero de la Triste Figura por la Mancha. Pero no por ser Villanueva de los Infantes el «Lugar de don Quijote», descubierto «científicamente» por un equipo multidisciplinar, a los que en alguna ocasión aprovechando una cita del mismo Quijote yo les he llamado sencillamente lo que son, «una caterva de encantadores que todas nuestras cosas mudan y truecan, y les vuelven según su gusto», «dirigidos» por el señor Parra Luna.
Placa homenaje en Villanueva de los Infantes
Hay autores y lectores del Quijote que consideran que no es nada importante saber el nombre de ese lugar manchego, otros que es un lugar de ficción por lo que es imposible localizarlo o saber su nombre, otros que no se pueden aplicar sistemas científicos en una obra literaria y otros, entre los que me incluyo, que creen que aunque la obra es de ficción Cervantes la imagina en una geografía real, que necesariamente tenía que conocer. Y con ese conocimiento el autor describe el lugar del hidalgo y su escudero cerca de El Toboso, muy cerca de los molinos de viento de Campo de Criptana, en el camino de Toledo a Murcia, cerca de Tembleque a donde Sancho Panza iba a segar, cerca de Quintanar de la Orden, donde, entre otras cosas, Sansón Carrasco fue a comprar unos perros pastores para regalar a don Quijote, también cerca de Puerto Lápice, a donde amo y escudero se dirigieron después de la famosa batalla contra los molinos de viento y fuera de los límites conocidos del Campo de Montiel, pero tan cerca de él que solo con «acertar» en el camino y dirección de salida de su pueblo anduviera ya por él. Ninguna de estas premisas cumple, ni puede cumplir, Villanueva de los Infantes, el lugar del señor Parra Luna.
«[…] cuando el famoso caballero D. Quijote de la Mancha, dejando las ociosas plumas, subió sobre su famoso caballo Rocinante, y comenzó a caminar por el antiguo y conocido Campo de Montiel.» (Y era la verdad que por él caminaba)».
CAPITULO SEGUNDO.
¿En qué te basas para decir que NO comenzó a caminar por el Campo de Montiel? No merece la pena leerte un párrafo más..
http://www.elmundo.es/quijote/capitulo.html?cual=2
Estimado José Ramón, ¿no merece la pena seguir leyendo? Yo creo que sí.
Si hacemos lo que tú haces, leer solo la cita de la primera salida de don Quijote, parece evidente que el lugar de don Quijote está en el Campo de Montiel, y no haría falta que Cervantes puntualizase «Y era la verdad que por él caminaba».
Pero merece la pena seguir leyendo el Quijote, y en su segunda salida podemos leer: «Acertó Don Quijote a tomar la misma derrota, y camino, que el que él había tomado en su primer viaje, que fue por el campo de Montiel…» . Si el pueblo de don Quijote estuviese dentro del Campo de Montiel no necesitaría «acertar» en el camino y dirección de salida del pueblo, pues saliese por donde saliese siempre estaría dentro del Campo de Montiel. Su pueblo debe de estar limítrofe con el Campo de Montiel, pero nunca pertenecer a él, para que al muy poco de salir por el camino adecuado estar en él.
Y seguimos leyendo ahora la tercera salida de don Quijote: «que desde agora en el camino del Toboso comienzan, como las otras comenzaron en los campos de Montiel, …». Y ahora saliendo desde el mismo lugar, ya no cogen el camino anterior y si el de El Toboso, no saliendo como las otras dos veces hacia el Campo de Montiel.
Que el comienzo de las aventuras de sus dos primeras salidas las hace en el Campo de Montiel es evidente, que muchas aventuras están enmarcadas en el Campo de Montiel es evidente, pero que el lugar de don Quijote no pertenece al Campo de Montiel también lo es. Limítrofe, sin duda alguna.
Y esto si está en el Quijote, no por ejemplo:»Don Quijote sale caminando por el «antiguo y conocido campo de Montiel», lo que Cervantes repite hasta en cinco ocasiones en el texto» (Pág. 91)
Saludos.
Sin conocer cual era aquel pueblo que Cervantes tenía en mente al escribir su novela, pues eso solo él podría desvelarlo, y eso si que está fuera de nuestro alcance a día de hoy, quiero preguntarle la razón por la que deberíamos acreditarle a usted.
Escuché las Mesas redondas de 2014 y los cervantistas, no todos de acuerdo con el Profesor Parra Luna, si que concluyeron que de haber un Lugar de la Mancha, Infantes cumple los requisitos. Es algo que yo, con mi escaso conocimiento no puedo afirmar. Lo que también es cierto es que este profesor ha elaborado un trabajo que no genera perjuicio alguno para nadie, y que ahí está para quien lo quiera rebatir de forma leal.
Claramente Parra Luna tiene unos intereses, mi pregunta es, si se toma ustad tanta molestia por el asunto, ¿tiene usted alguno?
Por último contestaré yo mismo esa cuestión desde todo el respeto hacia la pluralidad de la opinión. Como decía otro gran literato como fue Quevedo, por cierto enterrado en Vva. De los Infantes donde se conserva su celda;: los amigos han de ser como la sangre que acude rápido a la herida sin que la llamen, y yo añado que si así lo hacen los amigos, que no harán los enemigos.
Estimado Brazales.
El señor Parra retó a todos que criticaran su trabajo en 2014 y así lo hice. Le invito a que lo lea en el enlace del artículo y tome su opinión.
Saludos.