Mª del Carmen Quintanilla Barba. Presidenta Nacional de AFAMMER.- del Congreso de los DiputadosEn estos días, en torno a la celebración del Día Europeo de la Igualdad Salarial que debe servir para recordar que, a pesar de haber avanzado mucho en los últimos años en el continente europeo en materia de igualdad, todavía persisten desigualdades evidentes como es la diferencia entre lo que cobran 
mujeres y hombres, quiero hacer especial hincapié en que esa brecha salarial también existe en el medio rural en el que las mujeres están sobrerrepresentadas en los ingresos entre los 400 y los 1.000 euros mientras que los hombres perciben salarios de entre 1.001 y más de 1.400 euros.
Cuando hablamos de brecha salarial son muchos los datos que salen a la palestra pero pocos son los que se refieren exclusivamente a la diferencia salarial que se da en las zonas rurales. Una diferencia provocada por varios factores: la falta de igualdad de oportunidades en el mercado laboral, que es mayor en el medio rural que en el urbano; la feminización de la parcialidad de las jornadas laborales y la temporalidad de los contratos; el mayor número de mujeres en los puestos inferiores de la jerarquía laboral, es decir entre el personal no cualificado y el personal administrativo, mientras que los hombres ocupan en mayor medida que en el medio urbano los puestos de poder y responsabilidad, o sea, los puestos de dirección, los mandos intermedios y los de personal cualificado.
Según datos de Cooperativas Agroalimentarias de España, la brecha salarial en estas entidades tan importantes para la economía de nuestros pueblos se sitúa en torno al 14%.
Las dificultades a las que se enfrentan las mujeres a la hora de conciliar su vida familiar, laboral y personal son también, en gran medida, las causantes en muchas ocasiones de que las mujeres tengan que renunciar a trabajar en el medio rural o que, en el caso de incorporarse al mercado laboral pongan rostro a los contratos a tiempo parcial y a los contratos temporales.
El Plan para la Promoción de las Mujeres del Medio Rural 2015-2018 y el Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades 2014-2016 aprobados en los últimos años por el Gobierno de España prestan especial atención precisamente a los principales elementos sobre los que se basa la brecha salarial, una desigualdad inaceptable en una sociedad del siglo XXI. Ambos planes de recogen medidas para reducir y acabar con esa brecha como fomentar el emprendimiento femenino, favorecer la incorporación de las mujeres al mercado laboral, incrementar la presencia de las mujeres en la toma de decisiones y facilitar la conciliación de la vida familiar, laboral y personal y promover la corresponsabilidad y ambos, sin duda alguna, son una herramienta fundamental para reducir las desigualdades en los salarios que perciben mujeres y hombres, también en el medio rural.
