Eusebio Gª del Castillo Jerez.- No hay más que salir a la calle para encontrarse noticias, algunas tan buenas como la de toparse con Manuel, el afilador casi octogenario que, año a año, día a día, mantiene con vida un oficio callejero a punto de desaparecer. Escuchar a lo lejos la melodiosa (y chirriante) cantinela de su grabación, jubilado ya todo instrumento de viento, es motivo de alegría.
Manuel tiene 79 años y heredó el oficio de su padre. No recuerda cuándo, allá en sus años mozos en Brazatortas.
Eres un grande!!! soy perchelero de toda la vida y recuerdo los sábados en que mi madre bajaba a la calle con todos los cuchillos de la casa al escuchar el típico tiroriroriroriiiii