El bronco sonido de los cencerros anunciará esta tarde a los 600 vecinos de la pequeña localidad de Villamayor de Calatrava que la celebración de los Candelicios ha llegado y que esta viejísima tradición, celebrada desde siempre el 1 de febrero, víspera de la popular Candelaria, y potenciada por el ayuntamiento en los últimos años, ya está aquí un año más.
Los cencerros, de todos los tamaños y sonidos, portados mayoritariamente por los niños y jóvenes del pueblo, acompañados de sus familiares y vecinos, avisan de que esta fiesta popular va a comenzar, coincidiendo con la caída de la tarde y que vivirá su momento culminante con el encendido de la gran hoguera, junto a la plaza de toros, en torno a la cual se reúnen los vecinos.
Las Amas de Casa volverán a poner su parte en esta primera fiesta tras la Navidad, preparando chocolate caliente, que se acompaña de bollería, que sufraga el ayuntamiento, cuyo alcalde, Juan Antonio Callejas estará en el acto y que se ofrece gratuitamente a los vecinos para disfrutar de la hoguera, según marca la vieja tradición de la Candelaria, nombre popular de la fiesta de la Presentación del Señor en el templo a los 40 días de nacer y de donde se supone que viene la denominación de Candelicios en Villamayor de Calatrava.
Esta vieja tradición había caído en desuso en los últimos años, aunque los mayores del pueblo recuerdan con cariño cuando se hacían hogueras en cada uno de los barrios de esta pequeña localidad.
