Por Papel, la décimo primera acepción del DRAE, establece que es el «Personaje de la obra dramática representado por el actor«.
Incluso la acepción anterior, la décima, versa sobre «la parte de la obra dramática que se le da al actor para que la estudie«.
No hay Papel, pues, sin estudio previo.
Frente a la seriedad del Papel, la ligereza del Cartón.
Aunque haya quien advierta, que el cartón, al unir varias hojas de pasta de papel, es más pesado que el papel.
Pero frente al Cartón hispano, el Cartoon inglés.
Que ya se refiere a la animación y a la entelequia de los ‘Dibujos Animados’.
Que eso es, propiamente, un Cartoon.
Frente al Protagonista, el Viñetista.
Frente al Texto y la Escena, el Fumetti y la Viñeta.
En el reparto de papeles del juego político actual, hay quien ya ha adjudicado roles y cometidos, entre los protagonistas destacados.
Como en un ‘casting‘ celebrado y memorable: El Héroe, el Villano, el Mendigo, el Traidor o el Misterioso.
Más allá del reparto de papeles en la representación teatral, se trataría del reparto de Pasiones Desmedidas.
No ‘Pasiones Pasadas’, sino muy Actualizadas.
‘Pasiones presentes’, por ello.
O mejor aún ‘Pasiones Presidenciales’.
Más allá de las siglas, más allá de las biografías respectivas, más allá de otros imponderables, emergen atributos señalizables. Y destacados.
Queriendo ver en ello, en esas espaldas agobiadas de la representación, la asignación personalizada de los misteriosos Pecado Capitales.
¡Ay! Los Pecados Capitales de nuestros líderes.
Si para Iglesias, por boca del monaguillo Monedero, lo que le caracteriza es la ‘Soberbia Intelectual’; habrá que preguntarse por el papel del resto de la ‘dirigencia‘.
‘Soberbia‘ luciferina, podríamos decir con justeza.
Toda vez que es ese espíritu maligno, llamado Lucifer, el ángel tutelar del Vicio amparado. Vicio portado por alguien apellidado Iglesias .
Y por ello, y adjudicada la Soberbia al dirigente de Podemos, quedarían otros más atributos en el reparto.
¿El Héroe, el Villano, el Mendigo, el Traidor o el Misterioso?
Es fácil atribuir a Rajoy la capitalidad de ‘La Pereza’, dado su carácter vacilante e indeciso.
Propio de la duda del gallego visto en la escalera, sin acabar sabiendo si sube o si baja. Si se va o se queda.
Un Rajoy perezoso y parsimonioso, que se aviene bien con los usos de su edad.
Usos que aconsejaba Gracián como ‘El Arte de dejar estar’.
Aunque a veces se confunda el dejar estar con el dejar de dormir.
A Pedro Sánchez, he leído que se le adjudica ‘La Lujuria’.
Aunque se matice, adecuadamente, que esa Lujuria lo es en la segunda acepción del DRAE.
Que es más por ello «el exceso o la demasía» y no la antesala de las pasiones carnales desmedidas.
Exceso de velocidad, demasía en las prisas y exceso de su propia estima y valoración. Mucho egotismo, pues.
«Muy pagado de sí mismo«, he podido leer en otro sitio.
Pero todo ello apunta y señala más y mejor a ‘La Soberbia’ que a la citada ‘Lujuria‘. Salvo que sea una ‘Soberbia lujuriosa’.
No un Sánchez sicalíptico y venéreo; sino ‘Ensoberbecido‘.
De igual forma que ‘La Envidia’, dicen que es el hábito de Albert Rivera.
Toda vez que el líder de Ciudadanos, dicen que añora su poco peso en el concierto de posibles protagonistas.
Pero no deja de ser ‘La Envidia’ del impaciente, al ser el más joven de los líderes.
En las antípodas del maduro y ralentizado Rajoy.
Sería por ello ‘El Diligente’ frente a ‘El Perezoso’.
Habría que preguntarse por el resto de Pecados Capitales en el reparto de papeles.
¿Y en el reparto de Cartoons?
¿Quiénes serán El Mudito, El Sabio, El Charlatán, El Huerfanito y El Gracioso?
¿Dónde va ‘La Gula’, ‘La Ira’ y ‘La Avaricia’? ¿A Cataluña y al País Vasco?
¿Y donde vive El Lento y donde duerme El Soso?
¿Hay lideres armados para esos Pecados Pesados?
¿O todo es ya pura venialidad y lenta Animación de Dibujos?
Aunque yo me quede con la anotación de Gracián en su ‘Oráculo Manual’, sobre ‘El atajo para ser persona [que es] saberse ladear‘.
Pues eso, ‘saberse ladear’ dando un paso hacia atrás o hacia el lado.
Y evitando la pasión de saberse portador de algún ‘Pecado Capital’. De algún Cartoon memorable.
José Rivero
Divagario
A los chatarreros de las afueras de la ciudad venían los apredices de trapero a vender cartones que se habían agenciado quitándolos de la basura de los comercios; los muy cucos, antes de que los pesaran para fijar el precio, los mojaban con agua y así pesaban más.
El cartón con que estáhn hechos los políticos también está inflado y adulterado: parece que pesan algo, pero en realidad solo son el papel higiénico de los orondos y esplendorosos e ingentes culos de la Merkel.