La renuncia de Rosa Romero, como concejala del Ayuntamiento de Ciudad Real, para quedarse ‘solamente‘ como Vicepresidenta 4ª de la mesa del Congreso de Diputados, abre dos debates. O mejor, abre tres debates.
Uno importante, otro superfluo y otro nominal.
El importante tiene que ver con las llamadas incompatibilidades de ciertos cargos.
El superfluo con la procedencia geográfica de esos ocupantes.
Y el nominal de carácter lateral, con la renuncia que se produce del puesto donde te pusieron los electores por alguna razón.
Y preferir, más tarde, las razones de otro puesto diferente, una vez deshojada la margarita.
Aunque en este caso, ese puesto diferente o ese segundo puesto, fuera también decidido por los electores, nada altera del problema de fondo.
¿Se puede ser dos cosas al mismo tiempo?
Casi como en el bolero de Machín. «¿Se puede amar a dos mujeres a la vez y no estar loco?«.
Las llamadas incompatibilidades, que son las razones de peso en el debate, pueden ser legales, funcionales y político-morales.
Las primeras, establecidas por ley y solamente por ley, dejan poco margen de discusión. Es lo que hay. Y punto
Y son muy conocidas en la función pública.
Donde la condición de ‘Funcionario incompatible’ es de sobra conocida, y resulta de la definición del Puesto de Trabajo y de la retribución del Complemento Específico.
‘Funcionario incompatible’ para el ejercicio privado de su profesión o trabajo.
El desempeño de dos puestos de trabajo público es pura ‘imposibilidad ontológica‘.
Y pura prohibición desde los tiempos de la gobernación de UCD
No es tan visible la ‘imposibilidad ontológica’ en el ‘Político compatible’.
Incluso no es tan visible la ‘imposibilidad ontológica’ en el ‘Político compatible’, para el desempeño de actividad privada.
Como estamos acostumbrados y como muestran las autorizaciones ingentes para ese ejercicio privado, concedidas por el Congreso de los Diputados.
Donde se llega a autorizar la segunda actividad en el 80% de los casos solicitados de los señores Diputados.
Por ello ‘invisibilidad de la imposibilidad ontológica’. Toda vez, que se pueden simultanear varios cargos de relieve y peso sin menoscabo aparente de su contenido y función.
Por más que siendo legal su desempeño simultáneo, sea funcionalmente incompatible. Y políticamente reprobable.
Toda vez que nadie tiene el don de la ubicuidad.
Toda vez que todas las jornadas de trabajo, tienen la misma extensión y dureza. Y no hay capacidades sobrehumanas.
Y toda vez que es difícil ‘nadar y guardar la ropa’.
Otros nadan y ‘guardan su ropa‘.
Por ello la incompatibilidad funcional del político, es un brindis al sol. Pura rareza, pura excepción.
Y de ello, de esos ejemplos de Alcaldes-Diputados, de Concejales-Parlamentarios, de Alcaldes-Senadores o de Alcaldes-Directores Generales hay en exceso.
Y esas duplicidades van en detrimento del desempeño de uno de los cargos. Otras veces, van en detrimento del desempeño de ambos cargos.
Y no cuento, por supuesto, que al margen de los cargos públicos ocupados, el político suele desempeñar tareas de gobierno en su propia formación o Partido.
Tareas de gobierno y gestión en su propia formación o Partido y en diferentes niveles geográficos, que suelen exigir dedicación y contar con otra retribución económica en forma de dietas, complementos y gastos justificables.
Y no cuento, por supuesto, que al margen de los cargos públicos ocupados, el político suele desempeñar tareas en diferentes y acumuladas en Empresas Públicas, Consejos Rectores, Juntas Directivas y Consejos de Administración.
Incluso desempeño en otras Comisiones Públicas de carácter interadministrativo.
Para ocultar todo ese galimatías de las incompatibilidades, nos proponen que hablemos de la procedencia geográfica o del legado regional.
Para saber si suben los andaluces, si bajan los catalanes y si empatan los extremeños.
Por eso, se ha puesto tanto énfasis en el éxito reciente de Castilla-La Mancha, al haber obtenido la Vicepresidencia 4ª en la persona de Rosa Romero, y la Secretaría general adjunta del Grupo Socialista, en la persona de Isabel Rodríguez.
Obviando que en el pasado, y por las mismas razones de las ahora esgrimidas, ‘ya tuvimos’ Presidentes del Congreso en parlamentarios nativos de la Comunidad. En las personas de Manuel Marín y de José Bono.
Incluso, bordeando los vínculos, tuvimos algún parentesco con Leopoldo Torres Boursault, Secretario de la mesa y parlamentario por Guadalajara.
Y obviando en el presente, que el Secretario 4º de la Mesa, Marcelo Exposito, es natural de Puertollano, aunque haya sido electo en las lista de ‘En Comú-Podem‘ por Barcelona.
Pero estos temas son razones menores
Puro relato selectivo. Puro Galimatías. Esto es lenguaje oscuro, embrollado e impropio.
José Rivero
Divagario
Yo creo que está claro que no es incompatible ser un sinvergüenza y ser, por ejemplo, presidente de gobierno. Es más, incluso se puede ser genocida, como es el caso de H., de S. y de otros muchos. Qué narices, si hasta se pueden tirar bombas atómicas y todo. Cuando las leyes no atan a los poderosos porque las hacen los poderosos, todo es posible. Salvo cuando se trata del poder del número. Pondré el ejemplo que ponía Dan Rather: «Si matas a uno, te envían a la silla eléctrica; si matas a diez, te llaman asesino en serie y ruedan una película; y si matas a cien mil, te invitan a Ginebra, a negociar».
Pues eso.
Desvergonzados es lo que son. Por lo demás , es claro que Rosa María Romero y su ascenso en el Consgreso tiene que ver con su amistad con Cospedal y con los últimos coletazos de una María Dolores caída en desgracia, todo un galimatías muy coherente.
Cospedal fue discípula fiel de Aguirre. En sus pechos se crió y maduró como política. Muchas de las políticas de Cospedal son calcadas a las de doña Esperanza. Y llegó un día, en Valencia, donde no dudó en apuñalar a su mentora por alcanzar el Poder.
No sé cuando, pero no tengo la menor duda de que la historia se volverá a repetir.
Dándole un pequeño plus de credibilidad a la Sra Romero ¿Será que se ha dado ya cuenta de que no se puede estar en dos sitios a la vez y que, esa forma de obrar -ser alcaldesa y diputada- no es concebible con la nueva política que demanda la sociedad en 2016?
Ya me respondo yo solito: NO. Se la pela. Va a ser que ha visto que allí se puede «sacar» más provecho del cargo y mantener prebendas.
Y, como le he dicho en otro post a la Sra RoRo, no sé dónde hará más daño, si de diputada o de concejala opositora…
A ver por dónde salen los tiros de Aquamed, que parecen tener tentáculos muuuuyyy larrrgos. Esto parece un ovillo larguísimo.