Un entretenimiento de calibre terciado: «Zombies 2», de John Joseph Adams (Editor)

palabrasmarginales El asunto este de los muertos vivientes se ha puesto de moda. Series como The Walking Dead y películas como 28 semanas después o la recreación de El amanecer de los muertos a cargo del sobredotado Zack Snyder han traído a la gran pantalla y a la masa el gusto por esos gusarapos con forma humana que llevan un tiempo sin ir al sastre y sin afeitarse (no hablemos ya de una visita a un restaurante vegetariano). Literatura de género, llaman los entendidos a esto.
Digamos que son un puñado (un enorme puñado) de escritores del ámbito anglosajón (diríamos que todos norteamericanos, pero no lo hemos comprobado exhaustivamente) que, a raíz del éxito de la primera colección de relatos sobre muertos vivientes recopilados por el señor Adams, recibieron encargos para nuevos relatos sobre tan cruenta materia. Hay de todo. Pero no nos engañemos. El nivel, como en el primer volumen, es más bien del montón. Existen buenas historias en el tomo, claro está, hay docenas y docenas e iría contra las leyes de la estadística y aun de la lógica que no hubiese ningún cuento decente en la obra. zombies-2 Sin embargo, como decimos, la literatura de género no suele distinguirse por su excelso nivel. Escritores de terror que sean a la vez grandes de la literatura hay pocos. Se puede salvar Poe; pero en esta obra no hay ningún Poe (eso también iría contra las leyes de la estadística y del sentido común). Qué le vamos a hacer. Para los devoradores de literatura americana de esa que venden en los aeropuertos, tiene un pase. Para los que busquen algo más que puro entretenimiento (que no es poca cosa, al fin y al cabo), el libro puede suponer algún que otro bostezo. ¿El contenido? De todo: zombies inteligentes, zombies que hablan, zombies que van al psicoanalista, zombies que inundan las calles y quieren comerse nuestros higadillos, humanos que son peores que los zombies, gente que sobrevive como puede, cuentos con toque romántico, otros con toque cruento (es fácil, dada la temática, nos parece a nosotros), y en general un libro para todos los públicos, es decir, de calibre terciado.