Aunque no todos los comercios se han sumado al Halloween de las compras, o al menos no lo anuncian en sus escaparates, la moda del black friday, anticipo de la campaña navideña, va calando poco a poco en Ciudad Real. Eso sí, cada una de las tiendas que se han apuntado al viernes negro hace la guerra por su cuenta: descuentos de todo tipo, ampliación del horario de apertura mañana viernes y período de ofertas que abarca uno, dos, tres días y hasta una semana, que denominan black week.
Algunas tiendas se han adelantado al viernes negro y ya han comenzado a aplicar descuentos. La mayoría lo harán mañana viernes, que será el día fuerte, aunque este período de ofertas comerciales, que se celebra tradicionalmente en Estados Unidos la jornada posterior al Día de Acción de Gracias, se prolongará todo el fin de semana en los establecimientos que se han subido al carro del black friday. Dependiendo de la respuesta del consumidor, según ha explicado Lorenzo Serrano, presidente de la Asociación Comercial de Ciudad Real, las tiendas permanecerán abiertas hasta las 22 horas. Incluso algún cartel anuncia que la apertura se prolongará hasta la medianoche, como en la Noche Blanca.
Serrano ha explicado que esta iniciativa se está promoviendo a nivel particular y que la Asociación Comercial, que ya trabaja de lleno en la campaña de Navidad, no ha organizado ninguna acción específica para este día. No obstante, ha recalcado que esta organización empresarial está abierta a todas estas propuestas novedosas. «Nos parece una buena iniciativa, aunque venga allende los mares, y positiva de cara a estimular el consumo». El presidente de los comerciantes se ha mostrado satisfecho de que los comercios de Ciudad Real poco a poco se vayan a animando a participar en el viernes negro, una actividad «loable e interesante».
Curioso: al santoral y rosarios del catolicismo los han sustituido las novenas y procesiones de muertos del capitalismo consumista. Pues bueno, pues me alegro. Pero que no me hagan aprenderme el catecismo y demás hojas parroquiales que me echan por el buzón sin yo pedirlo.
¡Será por dinero!