Eusebio Gª del Castillo Jerez.– Las claves para conocer la situación en Oriente Próximo, no exclusivamente en Siria, sino desde una perspectiva regional, ha sido el eje sobre el que ha girado la conferencia que ha impartido esta mañana Beatriz Seara, responsable de Cáritas en la región, en la Facultad de Educación de Ciudad Real. En su exposición ha incidido en el origen del actual conflicto, describiendo a los diferentes actores implicados, incluidos los internacionales. Además, ha destacado el papel de los recursos naturales y, sobre todo, la dimensión humanitaria, poniendo de relieve cómo está resultando afectada la población local. Ha hablado de los desplazados internos, de los refugiados y del trabajo que Cáritas está desarrollando en la región desde hace varios años.
Beatriz Seara ha hecho hincapié en que en España tenemos «la visión un tanto errada de que hay una avalancha de refugiados que está viviendo a Europa, y eso no es cierto». La realidad, explica, es que los países de alrededor de los conflicto de Iraq y de Siria son los que están recibiendo el grueso de la población refugiada. Así, detallaba que Líbano tiene un 25% de población desplazada, o que Jordania acoge a millones de personas, países que, junto a Egipto, Turquía y otros próximos al conflicto, son los más afectados por esta situación y los que de verdad están respondiendo al drama humanitario que vive la zona desde hace más de cuatro años. Lo que ocurre, añade, es que en Europa «nunca hemos estado ni tan atentos ni hemos sabido responder como tocaba a esta situación».
Asimismo, destacaba la importancia de que se conozca la dimensión religiosa del conflicto, un aspecto que, considera, es un tanto desconocido, así como los actores que actúan en el terreno, cómo se está viendo afectada la población y cuál está siendo el papel de los gobiernos y de la comunidad internacional. Afirma que es necesario poner todos los elementos encima de la mesa para, «por lo menos, tener conocimiento de la realidad y herramientas que permitan analizar el problema y tener un poco más de visión crítica».
La responsable de Cáritas en Oriente Próximo ha explicado que se trata de conflicto de larga duración, marcado por una «guerra fría» entre Irán y Arabia Saudí prolongada en el tiempo. Además, subraya, juegan un papel importante otra serie de factores, como las ramas suní y chií, los países del entorno, los recursos naturales y los oleoductos y gaseoductos que surcan la región. Sobre todo, puntualiza, se trata de un conflicto que «se ha dejado», en el que «no se ha intervenido cuando tocaba ni de la manera en que tenía que haberse hecho. Espero que no sea muy tarde, pero las consecuencias desde el punto de vista humanitario son tremendas, estamos hablando de más de 300.000 muertos, millones de personas refugiadas y desplazadas». Se trata, en definitiva, de la crisis humanitaria «más importante» desde la Segunda Guerra Mundial.
El trabajo de Cáritas
Betriz Seara ha comentado que Cáritas trabaja tanto en Siria e Iraq, como en los países receptores de la población desplazada. Esta ONG cristiana ofrece alimentación básica, artículos de higiene o alojamiento. También apoyo psicosocial, añade Seara, «es gente que viene muy traumatizada». Por otro lado, comenta que se está incidiendo en la población infatojuvenil. «Existe una problemática de educación tremenda, hay niños que llevan dos o tres años sin ir al colegio y tratamos de recuperarlos para que tengan una alternativa de futuro mejor». Sobre el terreno, explicaba, se trabaja con las Cáritas locales y en coordinación con otras organizaciones para tratar de dar una respuesta lo más eficaz posible.
Preguntada acerca del carácter cristiano de Cáritas, Seara reconoce que se acepta «muy bien» a esta organización en la zona porque «esto no es un conflicto religioso, aunque se presente o se tenga esa percepción sobre él». Su trabajo, recalca, es humano. «Atendemos a todas las personas sin tener en cuenta cuestiones de raza, de credo o de religión; nosotros atendemos en función de criterios de vulnerabilidad». Asegura que nunca han tenido ningún problema, resaltando que actúan con la población local reforzando la estructura de base.
Por último, señala que, en España, se está trabajando con otras organizaciones para coordinar la acogida, cuando lleguen las personas refugiadas, así como para desarrollar labores de sensibilización y de información. «La persona es el centro y defendemos los derechos básicos de cualquier ser humano en cualquier parte del mundo. Desde ahí no caben interpretaciones ni diferencias entre inmigrantes, refugiados, etc.»
Desayuno solidario
Además de asistir a la charla de la responsable de Cáritas en Oriente Medio, los alumnos de la Facultad de Educación han podido degustar un desayuno solidario, cuyos donativos se destinarán a financiar la labor que esta ONG desarrolla en la región.
Después de los atentados de París los refugiados pueden darse la vuelta a su país, o queremos acoger a gente que no quiere adaptarse dándoles todas las oportunidades del mundo para que luego acaben atentando contra nosotros
Enhorabuena por vuestro trabajo Beatriz. Seguid así, ese es el camino. Ayudar a quien lo necesita sin tener que interrogarle sobre ninguno de los aspectos reflejados los derechos fundamentales: no se puede juzgar ni por la religión, ni por el sexo, ni por las creencias políticas.
Suerte que hay gente como tú ante una sociedad cada vez más infestada de ultras (de un lado y otro) que se parten el pecho por SU (no la) patria y SU (no la) religión-ideología, mientras que son todo lo contrario a lo que se refleja en cualquier norma religiosa. Egoístas descerebrados incapaces de respetar lo más importante que hay sobre la faz de la tierra: el ser humano.
Tú lo has dicho, esto no es un problema religioso. No lo ha sido y no lo va a ser. Las personas honradas, religiosas o no, jamás usarán sus creencias para matar a nadie ni para generar odio y miedo infundado.