La empresa pública Tragsa y los representantes de los de trabajadores de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) han acordado un “Aplazamiento” de la negociación de las condiciones laborales y salariales de este colectivo; y una suspensión temporal de la huelga que sostienen desde el pasado 27 de julio.
Ambas partes alcanzaron el viernes pasado un “acuerdo de mínimos” sobre el que seguir negociando, “pero tan de mínimos que entendimos imprescindible consultar a los trabajadores”, indica Carlos Martín, trabajador de la BRIF del Prado de los Esquiladores (Cuenca), que forma parte de la comisión negociadora por CCOO.
Los representantes sindicales celebrarán asambleas en las distintas bases de la BRIF en todo el país a finales de esta semana o el lunes de la próxima. El martes trasladarán a la empresa la respuesta del colectivo: bien seguir negociando sobre el acuerdo de mínimos o bien romper la negociación y retomar la huelga.
“Los trabajadores de las BRIF nunca han visto reconocida su labor ni social ni laboralmente desde su creación en 1992. Se le aplica el convenio colectivo de Tragsa pero bajo un anexo claramente discriminatorio que les excluye de 28 artículos, de aplicación para todo el personal de la empresa público excepto para ellos, y referidos mayormente a cuestiones retributivas o de compensación de días, pluses por peligrosidad e incluso el artículo sobre condiciones más beneficiosas previas a la firma del citado anexo para el personal BRIF”, explica Martín.
Desde el pasado verano, vienen negociando con Tragsa en torno a tres reivindicaciones básicas: condiciones salariales y laborales dignas y acordes al trabajo que realizan; elaboración de una segunda actividad real y efectiva que permita reubicar a los trabajadores que ya no puedan superar las pruebas físicas; y formación homologable para acreditar la categoría profesional de bomberos forestales.
El acuerdo de mínimos alcanzado la semana pasada sí da respuesta a la aspiración referente a la segunda actividad y avanza algunos compromisos respecto a la formación; pero la empresa condiciona las mejoras salariales y laborales a la aceptación por parte de los trabajadores de un nuevo turno de disponibilidad invernal.
En la región hay unos 112 trabajadores BRIF, repartidos en las bases de Prado de los Esquiladores (Cuenca) y La Iglesuela (Toledo).