Los bancos tienen una voracidad sin límite, una codicia a prueba de ética, un afán ilimitado de lucro, caiga quien caiga, pase lo que pase, pese a quien pese. Eso sí, están arropados por sofisticados aparatos jurídicos, se apoyan para sus arquitecturas financieras en los numerosos paraísos fiscales y controlan a unos gobiernos que se mueven al son que marcan los banqueros. Está claro que en la calle les acompaña el reproche, cosa que no sucede en el mundo legislativo y en el poder ejecutivo. Al contrario, en los casos en los que todo está perdido para ellos llegan providenciales indultos, que ponen las cosas en su sitio, o consiguen grandes cantidades de euros de todos nosotros para lavar ineficacias y compensar pérdidas.
Antes tenían en España la competencia de las cajas de ahorro pero ya campan a sus anchas, ya son el oligopolio que querían ser. Las cajas han sido absorbidas, con la inestimable ayuda del bipartidismo y gracias a sus propios errores. El profesor Josep M. Vallès llamaba a la operación tercera desamortización o desamortización del siglo XXI (El País, 26-1-2011). En las tres ocasiones históricas se ha favorecido al capitalismo como modelo económico y beneficiado a los “amigos” en los ámbitos personales. En las tres ocasiones no se tuvieron en cuenta intereses generales sino particulares.
La primera desamortización, en el XIX, fue la de la tierra. De la Iglesia y, una parte muy importante, de los ayuntamientos u otras entidades locales, que perdieron los bienes comunales. Sirvió para que la propiedad cambiara de manos sin alterar la estructura de la propiedad. No supuso un avance para la sociedad española y, según Vallès, “se desaprovechó una oportunidad histórica, agravando desigualdades sociales y provocando violentos conflictos agrarios hasta la misma guerra civil de 1936”.
La segunda, privatización de empresas públicas, tuvo lugar en las últimas décadas del XX y fueron ejecutores los gobiernos de Felipe González Márquez y José María Aznar López. Empresas públicas, como Aceralia, Aldeasa, Argentaria, Arteespaña, Elcano, Enasa, Endesa, Enfersa, Gas Natural, Iberia, Indra, Marsans, Repsol, Seat, Tabacalera, Telefónica o Trasatlántica, pasaron a ser propiedad del capital privado. Entre las causas hay que recordar el credo neoliberal de los dos presidentes, la exigencia de recaudar y, según se decía, la necesidad de favorecer la libre competencia.
La tercera desamortización, ya en el siglo XXI, ha sido la de las cajas, banca social –que no pública–, entregadas por los gobiernos al capital privado. Nos vamos a acordar de las cajas, fundamentalmente de su obra social –con una significativa aportación a la sociedad– y de la prestación de servicios financieros a sectores desatendidos por la banca privada. Hoy, tras la desaparición de las cajas, sólo la banca ética, tipo Fiare o Triodos, algunas cooperativas de crédito o determinadas asociaciones promueven finanzas éticas que responden a principios de economía social y solidaria.
Evidentemente, los economistas del Régimen y los grandes medios de comunicación, controlados por la banca y los sectores políticos conservadores y ultraconservadores, culpan a las cajas de ahorro de lo ocurrido y eximen a la banca privada. Comparto la opinión de Javier Jimeno y Carlos Sánchez Mato cuando escribían hace unos meses sobre la “insostenible banca privada” (Attac España, 2-7-2015): “Es evidente que las cajas han mostrado en la actual crisis una enorme debilidad y prácticas deplorables cuando no delictivas de sus directivos. Pero es falso que su situación patrimonial fuera peor que la de las entidades bancarias privadas. Ni su morosidad era más elevada ni su gestión peor que la de los bancos pero se enfrentaban al abismo sin posibilidades de captar capital para asumir los quebrantos y con enorme ansia por parte del resto del sector de acceder a la cuota que estas entidades tenían en créditos y depósitos”.
En fin, el oligopolio bancario en España es un hecho indiscutible y prácticamente la banca pública ha desaparecido, a diferencia de Alemania, Francia, Italia, países nórdicos, Países Bajos o Suiza. Pero es un leve eslabón del mundial que, según el economista francés François Morin, “actúa como una banda organizada”. Efectivamente, en su libro La Hidra Mundial, el Oligopolio Bancario demuestra lo que ha declarado a los medios de comunicación: “El mundo, la política, las democracias y las finanzas están dominados por una hidra mundial compuesta por 28 grandes bancos internacionales cuyas políticas fijan el curso no sólo de las finanzas sino, también, de las democracias parlamentarias”. Así estamos, 28 bancos interconectados, la banca armada –por sus negocios armamentísticos–, se han convertido en una hidra devastadora para la economía mundial y nos manejan a su antojo. Entre otros detalles, detentan recursos superiores a los de la deuda pública de 200 Estados del planeta.
Isidro Sánchez
Apuntes de historia
La Banca Pública ha sido un desastre. Cada vez que la política ha interferido en la gestión de las entidades financieras las han arruinado.
Le recuerdo que hemos sido los españoles los que hemos tenido que rescatar a la Banca Pública.
Es ridículo que usted defienda a la Banca Pública después de lo que ha pasado en España en los últimos años.
Si, claro, Bankia era pública, Caixagalicia era pública, Caja Sur era pública, CCM era pública, CAM era pública, Caja Sur era pública…todas eran públicas y estaban en manos de la hidra soviética…de la que nos va a librar tu partido.
Pero cómo eres tan manipulador. Eran cajas privadas con unos consejos de administración en los que los partidos políticos del momento mangoneaban con total libertad, y ahora las hemos rescatado los ciudadanos en la peor crisis que ha vivido España.
La banca pública desapareció con Argentaria (corrígeme) y creo no no fuimos los españoles los que nos beneficiamos. Al igual que pasó con Telefónica, Campsa o Repsol o Retevisión etc etc. Si no me equivoco, solamente queda el ICO y no me parece que sea la leche para las Pymes.
Por cierto, el Banco de España también es un desastre ¿?
Una banca pública y ética de verdad es lo que más necesita este país ahora mismo para ayudar a las Pymes que están ahogadas y no tienen acceso al mismo crédito que ellos (los bancos y cajas rescatados) reciben sin pagar intereses. Y, por supuesto, no seguir pagando el rescate de quienes han hundido la economía española y ahora, 72.000 millones después, se están yendo de rositas con penas irrisorias.
Blister por lo visto me arrogas mucha autoridad si crees que tengo capacidad de manipular a otros. Me lo tomaré así, porque de verlo en el sentido ofensivo que quizás pretendas…ya te lo he dicho tú solo sabes opinar porque no sabes analizar.
La naturaleza jurídica de la caja de ahorros con la anterior ley y la actual enfatizan su doble condición de entidades financieras y fundaciones, es decir, con reconocido fin social, convergente con el de la Administración, por eso están tuteladas por un régimen jurídico privilegiado.
Si dudas de la naturaleza pública que tenían antes de la nueva ley, te digo que el nombramiento del director general requería el consentimiento del presidente autonómico. Si dudas más, en su consejo de administración se sentaban sindicalistas y grupos políticos, con facultades para decidir en qué se invertía la obra social y en qué proyectos (aeropuerto de Ciudad Real) debía la caja comprometerse.
Ah, que te olvidas, como todos los buenistas antropológicos, la naturaleza humana y por tanto real.
Si quieres una Banca Pública, con tu dinero, no con el mío.
La diferencia entre tú y yo Blister, es que no me voy a enfadar contigo cuando me ofendas, porque no piense como tú, porque yo sea simplemente capaz de pensar con la cabeza.
Y que conste, no me gustan los bancos y conmigo no ganan dinero porque desconfío de ellos, precisamente porque conozco desde dentro como funcionan (yo les controlo) y no les compro nada. Pero resulta indudable que son necesarios. Sus limites como en general respecto del capitalismo, son directamente proporcionales a nuestra avaricia o afán de consumo. Yo controlo estos instintos, porque busco la virtud, y en el materialismo no lo encuentro.
Pero si necesito comprar una casa u otra cosa necesaria y no tengo ahorro, solo espero encontrar un banco con buenas condiciones porque la Administración hace respetar las normas de competencia y defensa del consumidor.
Y lo demás? No me gustan las imposiciones de totalitarios de izquierda y de derecha.
El único límite que hay que imponer a los bancos es frenar su desmedido afán de vendernos los productos indigeribles, es decir, poner límites a nuestra avaricia.
Sin nuestro dinero, no pueden. Y si tenemos mucho, lo repartimos entre varios. Existen riesgos sistemicos, como el de insolvencia (si todos pedimos el reintegro de nuestros ahorros).
Pero los bancos son absolutamente necesarios, y la banca pública es un coladero (el ICO funciona con las redes comerciales de los restantes bancos) y eso es dinero que se reparte entre favorecidos.
El Estado no puede permitirse más que pagar sus ingente endeudamiento.
Querido autor, tiene un serio problema, como en general la izquierda, con analizar la realidad, y por supuesto su artículo solo puede tener la consideración de bien intencionado, pero como opción política es absolutamente irreal. Tendríamos que tener un gran superávit como país para permitirnos financiar a gran escala, y aún así, lo pervertirian los políticos, y todos son malos gestionando porque responden a criterios no profesionales, y tampoco nada éticos.
Angel Manuel, de verdad que tienes que hacértelo mirar. El primer texto es de una arrogancia impropia de alguien que quiere que le hagan caso. Bien es cierto que es muy propio de ti.
«La diferencia entre tú y yo Blister, es que no me voy a enfadar contigo cuando me ofendas, porque no piense como tú, porque yo sea simplemente capaz de pensar con la cabeza.»
¿La cabeza? ¿Y qué tienes dentro de ella para decir semejantes cretineces, si es que existe esa palabra?
Eres bastante enfermizo cuando hablas de derechas o izquierdas. Te puede el odio chavalete. Y en eso los de VOX parece que no tenéis límite en cuanto veis algo así. Cuidado no te pases al lado oscuro de la fuerza.
PD1: Sigues escribiendo mal mi Nick. Pero veo que ya es imposible arreglarlo. Blisterr no blister.
PD2: Por cierto, ahora te doy la razón, estoy opinando. Me veo incapaz de analizarte.
Qué haría Isidro Sánchez sin Luis Ángel y Censor; sería algo semejante a un Holmes sin Moriarty, un Jean Valjean sin el siniestro comisario pegado a su espalda, un Macbeth sin Macduff, un Otelo sin Yago, un Pantagruel sin Gargantua … en fin, creo que terminaría pareciéndose a un triste Ortega sin Gasset o a una pija sin mechas, jeje.
Pues sería el pensamiento único, un aburrimiento. Ahora, si me disculpas, he quedado con Ángel para comerme un niño a la parrilla.
Solamente un apunte en todo esto. Las Cajas de Ahorro fueron modelo de compromiso social, que cuántas viviendas por ejemplo se construyeron con ese afán…hasta que llegaron los políticos de distinto signo, hecho sumamente ilustrativo y sindicalistas y las trataron como a jugosas meretrices a las que dejaron en el pellejo.
(Ampliaré esto en mi próximo artículo en el que incluiré lo que ganaban los hombres públicos, desde el PP hasta I.U., CCOO…por sentarse diez minutos en un sillón.)
Si defiendes la empresa pública y resulta que muchas son pozos sin fondo de pérdidas o bien son gestionadas por el pueblo vía políticos y se convierten en fuente de fraude te tienes que buscar excusas para tapar el entuerto.
Ay esas magníficas empresas públicas creadas por Franco que ahora los nuevos franquistas han privatizado. Estos neofranquistas no se ponen de acuerdo en la gran conspiración mundial. De hecho lo de las cajas fue un sabotaje de neoliberales encubiertos; cualquier día lo vemos en «Cuarto milenio».
Mire Isidro, el capitalismo se sostiene en una cuerda muy floja, la confianza. Podemos elegir entre la confianza o la desconfianza, entre comprar o no.
En el marxismo o el colectivismo, no se puede elegir nada. Todo está dirigido. Y eso no se puede consentir, porque eso acaba en un desastre y en una carnicería.
El capitalismo decadente de hoy día,tiene una soberanía que reside en el consumidor, y solo este realmente puede castigarle. La austeridad del consumidor le pone en su sitio.
Pero esta filosofía todavía está parcialmente por experimentar (exigimos productos ecológicos y hemos de exigir textiles con salvaguarda de los derechos laborales).
En verdad, hable de esto, y sea la izquierda realmente creativa, y no la secta casposa en la que se ha convertido.
La sartén le dijo… para casposa la derechona y todos sus acólitos, entre los que os encontráis los de VOX, Ciudadanos y gran parte del PSOE, sin un euro en el bolsillo y defendiendo a la banca, por si os premia con una limosna, muy penoso y grotesco vuestras teorías delirantes.
Cuánto tardarás en darte cuenta que perteneces a una secta? Las cosas ni son blancas ni negras. Para pensar así hay que vivir en la luna, que es en donde vives.
Vete a Cuba o a Venezuela, quizás allí aclares las ideas.
¿No son una secta los opusdeítas señores de los anillos (desde Escrivá, el Demonio no tiene otra que hacer que matar moscas con el rabo) o los porculeítas de la Legión (hay que ver el nombrecito, el mismo que el del demonio de los gorrinos: Mc V, 9; Lc VIII, 30; Mt 28-34)? ¿No lo son los angelmanuelsanchecinos? Qué manera de simplificar, Dios mío.
Ea, lo que le enseñaron en el Seminario. Si es que no se le puede pedir más. El cogió la linde hace años y ya no hay quien le pare. Todos los que no opinamos como él estamos equivocados, mugimos o somos secta.
Así es nuestro incansable Apeles II.
Dicho desde el cariño, que ya parece hasta que somos amiguetes, Ángel Manuel.
Quieres meternos ruedas de molino en la cabeza, y esos planteamientos que traes desde VOX son aquello de lo que este país se ha «jartao» durante 50 años. Y tú eres demasiado joven para pensar así.
Gran artículo el de Isidro, cómo escuece a estos defensores de los poderosos las verdades del barquero.
Desde que D.Felipe Gonzalez decidiera donar al BBV Argentaria se acabó con la banca pública que paso a manos privadas del nuevo monstruo bancaria BBVA.
La pérdida del control que supuso esta absorción por parte del Estado fué total.
Baste decir que teníamos una entidad pública denominada Banco Exterior de España, que controlaba todas las transacciones realizadas con el extranjero tanto desde el interior como en el exterior, de existir ahora esta entidad sabríamos cuanto dinero procedente del país hay en los diferentes paraísos fiscales, también controlaba el cambio de divisas.
El Banco de Crédito Agrícola, financiaba a Cooperativas Agrícolas y a agricultores a un interés muy moderado.
El Banco Hipotecario de España, financiaba tanto a promotores como a particulares sus viviendas sin cláusulas abusivas como la banca privada-
La Caja Postal (que también entró en el lote de expropiaciones) realizó un gran servicio al tener Correos una Caja en cada pueblo como mínimo.
Pero claro estas y otras entidades necesarias para el buen funcionamiento financiero, fueron regaladas al capital en aras de una mejor transparencia que resultó ser todo lo contrario.
Una medalla para Isidro. Ese sí se la merece.
Pues si.