Multimedia.- Cerca de 40 farmacéuticos de Ciudad Real están participando en el atelier de cosmética avanzada organizado por el Colegio de Farmacéuticos de Ciudad Real y Cofarcir con el objetivo de formar a los profesionales en el área de la dermofarmacia, uno de los campos con más futuro y todavía por explotar.
El atelier, que se desarrollará durante ocho sesiones hasta el próximo mes de mayo y que imparte la prestigiosa consultora, farmacéutica experta en gestión por categorías y en cosmética, Asun Arias, comenzó esta semana con el acto de bienvenida en el que participaron, además de Arias, el vocal de Óptica del COF, José Manuel Sánchez Valdivia, y el director-gerente de Cofarcir, Pedro Sicilia.
Ambos fueron los encargados de dar la bienvenida a los participantes y de resaltar la importancia de este taller. Sánchez Valdivia, que también es alumno, mostró su satisfacción por la realización de este atelier con el que los profesionales de Ciudad Real podrán incrementar su formación en un campo aún por explorar, “una herramienta imprescindible para garantizar el futuro del sector”.
Pedro Sicilia, por su parte, destacó que se trata de una oportunidad única para los farmacéuticos que va a cumplir las expectativas, como demuestra el grado de asistencia. El responsable de la cooperativa farmacéutica aseguró que el objetivo es “colaborar en la formación de los farmacéuticos para que estén al día de todas las novedades que puedan salir trayendo a personas reconocidas”, y más en este caso, ya que la cosmética es una “herramienta de futuro de la oficina de farmacia”.
“El sector está sometido a recortes por la preocupación de la administración de reducir el gasto farmacéutico, lo más importante es que es el farmacéutico es el profesional adecuado para dar el consejo porque es quien tiene la formación”, precisó.
Un melón aún por abrir
El atelier de cosmética avanzada se distribuirá en ocho sesiones en los que Asun Arias abordará cuestiones relacionadas con marketing, la venta rentable, la distribución del espacio desde el punto de vista de la rentabilidad y la elección de marcas.
“Lo que yo he hecho es estudiar lo que hace el gran consumo y adaptarlo a la farmacia española. La idea que tengo es dotar a los participantes de los conocimientos para hacer una recomendación adecuada en la farmacia que redunde en venta. Que los profesionales sean capaces de cubrir las necesidades del consumidor en base a su tipo de piel y sus gustos”, explicó.
Además, los profesionales participantes también se van a formar en tipos de piel con el objetivo de poder hacer “una recomendación integral” al consumidor dependiendo de las distintas patologías como envejecimiento, acné, dermatitis atópica o soriasis, identificando los síntomas y conociendo los tratamientos tanto médicos como cosméticos. “El medicamento corta el círculo vicioso de la enfermedad, pero no repara la función barrera que es fundamental y a través de la cosmética vamos a coadyuvar en esos tratamientos medicamentosos”, aseguró.
Arias reconoció que actualmente en la farmacia no hay una formación adecuada en este campo más allá de la información que proporcionan las casas comerciales, algo que hay que corregir porque “en la farmacia tenemos formación y desde ahí es desde donde tenemos que competir con la perfumería y los supermercados”.
El consejo, en este sentido, tiene que redundar en una venta que es la consecuencia de hacer bien nuestro trabajo. “Yo me niego a vender una crema porque valga seis euros o 200, eso es independiente, lo que tengo que analizar es lo qué le ocurre al cliente, que es lo que quiere y a partir de ahí hacerle una recomendación integral, nosotros nos tenemos que basar en el consejo y en el conocimiento, no en lo que una marca comercial nos diga”, explicó.
En este sentido, la consultora insistió en que para que una farmacia tenga cubiertas todas las necesidades tendrá que trabajar como mínimo tres marcas porque “una es una imposición, dos es un dilema y a partir de la tercera tenemos una opción”. Todo ello para atender a todo tipo de consumidores, ya que “los hay funcionales en los que pasa a segundo plano el perfume o la cosmeticidad y hay otros que son hedonistas en los que hay que hacer especial hincapié en estas características”.
Asun Arias reconoció, por otro lado, que una crema no es más efectiva por ser más cara, aunque “también es cierto que a una crema de 6 euros de coenzima Q10 no se le pueden pedir milagros” por lo que abogó por el término medio. “La mayoría de los laboratorios presentan cosméticos espectaculares que no tienen nada que envidiar a la alta perfumería, no hace falta gastarse 500 euros”, precisó.
Aún así, el consumidor debe tener claro que la cosmética “hace lo que hace”, es buena para prevenir y ayuda a que las personas aparenten la edad que tienen. “Un descolgamiento brutal de la piel se arregla o yendo al cirujano o asumiéndolo, no hay ninguna crema que pueda evitarlo”, dijo.
Finalmente, otro de los asuntos que se abordarán en este atelier de cosmética avanzada es la parte de maquillaje, tanto de belleza como corrector, este último especialmente indicado para enfermos de cáncer ya que hay tratamientos dermatológicos que ayudan a paliar los efectos secundarios del tratamiento oncológico y que mejoran la percepción del propio enfermo sobre su imagen.