Las primeras muestras catadas para vinos tintos y blancos corroboran la calidad de la uva entrante en la vendimia, recién terminada. Aunque son vinos todavía en rama, apenas recién elaborados, apuntan ya detalles de calidad en sus cualidades sensoriales, a tenor de las primeras catas realizadas por el Consejo Regulador Denominación de Origen La Mancha.
Tras finalizar una vendimia, con una ligera merma en la producción, y un rigor térmico en los primeros meses estivales, la cosecha finalmente no se ha visto resentida en la maduración del fruto sino que además ha permitido que la calidad de la uva entrante en bodega fuera óptima en estado sanitario, con la inexistencia de enfermedades motivadas por el exceso de humedad.
Las primeras valoraciones fueron, por tanto, muy positivas para los primeros vinos elaborados en La Mancha. Se mantiene la misma línea de progresión ascendente en calidad que campañas anteriores, “con vinos con mucho color, muy aromáticos aunque, en ese aspecto, aún se nota su juventud, más duros en boca, que necesitan afinarse un poco, pero que van a dar vinos de una gran calidad”, matiza Oscar Dotor, Gerente de la Empresa de Control e Inspección La Mancha.
Particularmente, en el caso de los blancos, todavía muy jóvenes, se resalta su potencial de calibre en nariz, tanto en variedades más aromáticas como la chardonnay, moscatel o sauvignon blanc como la tradicional airén, tan característica por su frescura y agradable paso en boca. En los tintos jóvenes, una de las señas de identidad más propias de los vinos DO La Mancha, las valoraciones son prometedoras especialmente con los tempranillo, por su intensidad cromática y frutal.
Todo hace indicar, en definitiva, que un año más, los vinos jóvenes DO La Mancha estarán en las mejores condiciones de calidad para el consumidor final, en torno a principios del mes de diciembre, cuando sean presentados, tradicionalmente en la capital de España.