Literaturas, letras, trapos

joseRivero2Cada vez más, la Moda y su mundo se parece más, o imita mejor, a la Literatura. Al tratar de crear «Otros mundos que no están en este«.
Esa es parte de la razón de ser del Fashion mismo: proponer mundos inalcanzables y estratosféricos. E inexistentes. Como la Mercedes Benz Fashion Weeks, recién acabada.

Todo junto: autos, telas y calendarios

Ese concepto de mundos lejanos en ambas disciplinas, hace evidente lo de que «Toda literatura arranca del exilio«. A veces, es ya un exilio en sí.

Otras veces, la Literatura es puro exilio. Como demostrara Sergio Pitol sobre la Literatura que surge en las ciudades de frontera.

Fronteras no sólo físicas, sino lingüísticas e históricas: la Praga de Kafka, el Tánger de Bowles, el Trieste de Umberto Saba e Italo Svevo, el Buenos Aires de Borges el Dublín de Joyce o la Viena de Musil. Puras intersecciones.

Frente a la afirmación anterior, podemos oponer la de que «Toda literatura nace de la infancia«. Que señala su contraria, al fijar el origen de lo literario, no en la extranjería y en la errancia, sino en el terruño y en la cuna. En la misma leche materna.

Aunque haya que advertir que sólo la edad y su paso permite algunas maniobras de madurez. Por ello, dice Martínez de Pisón, Premio de Narrativa 2015, que «La sutileza en literatura parece un privilegio de la madurez«.

Otros disparatados llegan a confundir la extranjería con la extravagancia. y por ello afirman que «Toda literatura nace de la extravagancia«.

Aquí si podríamos afirmar la proximidad de la Literatura y de la Moda, como parte del mismo viaje a ningún sitio. Que eso es la extravagancia, «Algo que se hace fuera del orden o común modo de obrar«.

Cuando bien cierto es que, hay toda una línea visible de escritura que nace de la más absoluta normalidad. Pero claro, de una ‘Normalidad inteligente e interrogada’. Quizás Montaigne o Plá sean ejemplos de esa escritura producida desde la normalidad.

Hay otra visión de la Literatura como Viaje y su experiencia.

Cuando bien cierto es, que hay muchos escritores partidarios del estatismo y de la quietud, como fuera Xavier de Mestre con su ‘Viaje alrededor de mi cuarto’.

No todo debe ser Hemingway o Conrad. Mares agitados y grandes batallas, frente a la ventana que da al huerto y a las higueras.

Aunque haya fabuladores del viaje que apenas se hayan movido de su estudio o de su gabinete, como ocurriera con Verne y con Salgari.

Cada vez más, la Moda y su mundo se parece más o imita mejor a la Arquitectura. Al tratar de crear Bauhaus virtuales, en torno a la pasarela.

También lo hace con la Pintura, al erigir el ‘Pop Art’ como argumento de diseños y tejidos.

José Rivero
Divagario

Relacionados

ESCRIBE UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img