Desde la fortaleza de la Encomienda de Manzanares en esta comarca de tierras fértiles que supo atraer a labriegos, hortelanos, artesanos y picapedreros en el último tercio del siglo XIII, la inauguración de las cuartas Jornadas Histórico-Turísticas ‘Manzanares medieval’ fue en la noche del viernes el mejor homenaje para los antepasados castellanos y calatravos.
Cientos de personas participaron en la apertura de estas jornadas que trasladarán hasta el domingo a los vecinos de la localidad a esa época en la que los caballeros llevaban armaduras y cotas de malla, las vendimiadoras los capachos a sus espaldas y en la que los danzantes vestían delicadas indumentarias floreadas.
La ‘procesión de las antorchas’ fue el acto más emotivo, con la salida del cortejo de las puertas del Castillo de Pilas Bonas formado por todos los figurantes, entre ellos el comendador, el alcaide y el sargento de armas, al son de los cantos corales del grupo de voces femeninas Máter Assumpta. En la oscuridad, danzantes, maestres, soldados, apicultores y aspirantes a alcaldes desfilaron con sus once estandartes, entre ellos el de los lanzadores de venablos, el de los soldados de infantería o el de la Agrupación de Bailes de Salón de la localidad, junto a foráneos como el grupo de Maestres Calatravos de Alcaudete o el grupo de recreacionistas Fideles Ordini.
Mayores y pequeños participaron por igual en esta marcha mientras que la enseña calatrava ondeaba desde una de las murallas más altas de la fortaleza. Además, decenas de personas acudieron al entorno del Castillo de Pilas Bonas para contemplar una sensacional recreación de indumentaria, actos y protocolos, que demostró la consolidación progresiva de estas jornadas que generan cada año un mayor interés entre vecinos y visitantes procedentes de toda la comarca y la provincia.
Tras la intervención de Juanjo Díaz-Portales como ‘heraldo’ que dirigió el acto, el artífice de las jornadas, Antonio Bermúdez, encarnado en el papel del sargento de armas ‘Antón del Azuel’, fue el encargado de realizar el pregón inaugural; este año sin representación del Equipo de Gobierno entre los figurantes.
Bermúdez aprovechó la oportunidad para recordar aquellos motivos por los que surgió esta actividad “singular” que ha sabido implicar a gran parte de la localidad: “extender entre la ciudadanía el conocimiento de nuestros orígenes como pueblo”, “potenciar la cultura histórica sobre la Orden de Calatrava”, “desarrollar el turismo en nuestra localidad” y “dinamizar la sociedad manzanareña”.
El sargento de armas hizo referencia al apoyo mostrado hacia las jornadas por el Equipo de Gobierno en la pasada legislatura y al renovado compromiso del nuevo, y también nombró a Felipe Jerez y Luis García como miembros de ese grupo sobre “los que recayó la responsabilidad de la organización y coordinación”, además de a su hijo, Víctor Bermúdez, por su asesoramiento en cuestiones históricas y de indumentaria. Asimismo, hizo referencia a muchos de esos grupos sin los que las jornadas serían posibles, las zagalillas, los jinetes, las asociaciones y las corales; y a los establecimientos que han sabido sacar partido a esta actividad, talleres de costura, bares y hoteles.
El pregonero destacó que “tenemos una dilatada historia de ocho siglos, los medios y los recursos humanos necesarios para recrear con brillantez nuestros orígenes”; pero subrayó que sólo tres pilares garantizarán la continuidad de las jornadas, “la participación conjunta de todos los ciudadanos, sean del signo político que sean, con el fin de unir y armonizar”; caminar a un mayor perfeccionamiento recreacionista con el fin de “asegurar la fidelidad del tiempo histórico” que se representa y “mimar” a los principales grupos participantes. Con “voluntad política y apoyo social crecerá este evento que nos enorgullece como castellanos, calatravos y manzanareños”, destacó Bermúdez; que sin embargo echó en falta la participación de representantes de todos los grupos políticos para caminar hacia la “despolitización” deseada.
Al llegar de nuevo a la plaza de San Blas tras la procesión, las autoridades, entre ellos el escribano, nombraron a los nuevos miembros de la Encomienda de Manzanares en acto solemne una vez veladas las armas; y después la revista militar a caballeros, soldados, tamborileros, arqueros y lanzadores de venablos puso el broche a la inauguración de estas jornadas que garantizaron la diversión durante toda la noche con la apertura de dos mercados medievales con más de cien puestos artesanos procedentes de toda la geografía española y con el despliegue de barras de bares y restaurantes en la Plaza de la Constitución.
