Cataluña, ‘Canto de sirenas’ o Catalunya ‘Canto del gallo’. Ya no el ‘Cant dels ocells‘ interpretado por el maestro Pau Cassals. Ni siquiera, a veces, el ‘Cant dels segadors‘.
El primer canto daría cuenta del final de un ciclo, establecido desde la Constitución de 1978, en la que uno de sus ponentes, en la Comisión Constitucional, había sido Miguel Roca y Junyent, en representación del grupo parlamentario ‘Convergencia i Unió’. Ambos partidos catalanes coaligados y defensores del texto constitucional.
Ciclo además, donde el Catalanismo político, había jugado y desempeñado un papel relevante en el proceso de apoyo a diferentes gobiernos.
Hoy rota la coalición de ambos partidos, y volcada Convergencia en la senda del Secesionismo, puede afirmarse el final del ciclo del Catalanismo político de base Nacionalista y de largo pasado histórico, como fuera la decimonónica Unió Catalanista o la Lliga.
Otros, tras los resultados de las autonómicas del 27-S, ven el ‘Canto de sirenas’, justamente en el bloqueo político producido, que va a dificultar, no ya la formación de mayorías de gobierno en la Generalitat, sino la continuidad del repetido ‘Procés‘. Ahora ¿dónde? y ahora ¿cómo?
‘Ni contigo, ni sin ti, tienen mis males remedio’, seria la conclusión de todo esto. Los partidos, plataformas y agrupaciones secesionistas (que de todo ha habido en la contienda pasada), mantienen resultados similares a los de 2012. Por lo que algunos hablan ya del techo cantado (nunca mejor dicho) del voto secesionista. No es cuestión de esperar dicen éstos; frente a los que sostienen que ‘En el próximo Plebiscito, nos veremos‘.
Frente al ‘Canto de sirenas’ de un entumecimiento, el ‘Canto del gallo’ que expresa un nuevo día. Y no tanto, pese a todo, un ‘Nuevo Orden’. Como repiten la coalición ‘Junts pel si’ y la CUP, al hablar de ‘Fecha histórica’. Otra más.
Esta disyuntiva entre sirenas y gallos, se visualiza en el contraste de resultados, por provincias, por localidades, por barrios y hasta por familias.
Así la provincia de Barcelona, la menos proclive al ‘Canto del gallo’, apoya las tesis secesionistas en un 44,43%. Repartidos entre JPS (36,15%) y CUP (8,28%). Mientras que Girona bate el record de apoyo, con el 64,60%; mientras que Tarragona se queda en el 48,68%.
A esos datos habría que dotarlos, evidentemente, con el peso de sus poblaciones respectivas, para centrar la visión del conjunto ciudadano.
Barcelona ciudad, expresa un apoyo superior a ese canto en la provincia barcelonesa, con el 47,31%.
Y en donde llaman la atención los porcentajes de ‘apoyos‘ del cinturón, al repetido ‘Procés‘.
Un cinturón llamado antes rojo y ahora naranja por el peso de Ciudadanos en el entorno metropolitano.
Lo que antes era PSC y el desaparecido PSUC, ha pasado a manos de Ciudadanos. Evidenciando las tesis de Innerarity y la desaparición de los Partidos Políticos Tradicionales, en otras formas participativas que omiten el nominativo ‘Partidos‘. Así Ciudadanos, Podemos, El Olivo y Forza Italia, en Italia y JPS y CUP en Cataluña.
Un cinturón metropolitano que elude las tesis secesionistas, y apela al ‘Unionismo‘, como recuerdo perdido del viejo Internacionalismo obrero y del Universalismo de la Ilustracion.
Así Santa Coloma de Gramanet, apoya al ‘Canto del gallo’ en un tímido 19,29%, similar al 24,91% de Hospitalet del Llobregat.
Claro que siempre hay un emblema en forma de Banyoles, con un techo absoluto del 82,14% de apoyo a la ‘Secesión‘ y al consecuente ‘Canto del gallo’. Localidad que contó con otra visibilidad, con motivo de la exhibición del llamado ‘Bosquimano de Banyoles’ o ‘Negro del lugar’. ¿Un lunar, tal vez?
Frente al máximo sonoro del gallo, el mínimo ruido de Badía del Valles, con el 14,60% de apoyo al complejo JPS y CUP.
Gallos, ocells, sirenas y segadores. Componen el imaginario cantable ahora.
Y es que el ‘Cant dels ocells‘ no sólo se entona en Navidad como elogio de la Natividad, sino en algunas despedidas fúnebres. Una variación del canto popular, fue adoptada en la Guerra de Sucesión, como himno de los partidarios del Archiduque Carlos de Austria. Otra vez 1714.
Aunque la emotividad hímnica catalana no se pueda sustraer del ‘Cant dels segadors‘, antigua canción nacida de la sublevación de Cataluña de 1640, o guerra de los catalanes, contra el rey Felipe IV. Y declarado desde 1933 himno de Cataluña.
Ahora ya tenemos cuatro cantos y muchas cuentas.
José Rivero
Divagario
Cantos + cuentas= ruido mediático + río revuelto= ganancia de porculeros (perdón, nacionalistas «puros» como Pujol o Màs)= secesionistas + populistas= dolor de cabeza nacional.
Con los «dineros» que nos hemos dejado en hacer el AVE para ir a Catalunya en un ratito… Ay Señor, qué cruz…
Mare meva, els tres mesos que ens esperen….a tots, menys a Rajoy, que ni està, ni se l’espera…