Eusebio Gª del Castillo Jerez.–Aunque el orden del día anunciaba una moción sobre la Ley orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), lo cierto es que la propuesta de Ganemos era directa y centrada en un único aspecto de esta norma, de la que se mostraron partidarios de derogar: «No ceder suelo público a empresas o entidades religiosas para la construcción de centros educativos privados de cualquier nivel».
El concejal de Ciudadanos Francisco Fernández-Bravo se manifestó en contra de tal medida, defendiendo que los centros privados «crean empleo, y son negocios». Arguyó que los colegio privados son beneficiosos y dinamizadores de la actividad económica. «No podemos poner palos en las ruedas», advirtió. «Los colegios privados -añadía- no son incompatibles con la excelencia de la educación pública». Concluyó acusando a Ganemos de querer «igualar a todo el mundo por abajo».
María José Calderón adelantó que el grupo popular votaría negativamente la moción, porque «atenta» contra la libertad de enseñanza y derecho de elegir de los padres. «Las familias son las principales responsables de la educación desde sus hijos», indicaba la concejala popular, quien además se quejó de la postura «radical» del texto. «La Constitución reconoce la iniciativa privada, que es la que genera empleo y riqueza».
La concejala de Educación quiso aclarar que centros privados y concertados no son equivalentes. Lamentó que en la moción sólo se abordara uno de los aspectos de la LOMCE, una norma que, «sociológicamente, está en suspenso». Nohemí Gómez Pimpollo anunció su apoyo a la medida, matizando que no por «cercenar» la iniciativa privada. La concejala socialista aseguró que en Ciudad Real no hacen falta más puestos escolares, ya que hay suficientes para todas las etapas educativas. Además, hizo hincapié en que el Ayuntamiento no dispone de suelo suficiente que pueda ceder para la construcción de centros privados, sean religioso o no.
Gómez Pimpollo respondió al edil de Ciudadanos argumentando que la educación es un derecho universal y debe protegerse de intereses mercantilistas. «Lo público debe velar por lo que es de todos y los derechos básicos. No se trata de colegios privados sí o no, sino de ceder suelo a entidades privadas en las circunstancias», aclaró.
La moción se aprobó con los votos a favor de PSOE y Ganemos, pese a la posición contraria de PP y Ciudadanos.
Presupuestos participativos
Uno de los pilares básicos del programa electoral de Ganemos y del acuerdo firmado con el PSOE para la investidura de Pilar Zamora como alcaldesa era la elaboración de presupuestos municipales participativos. Por ello, Carmen Soánez ha solicitado al pleno que se convoque una ronda de reuniones con las diferentes asociaciones vecinales, con el fin de iniciar los trámites para implantar los presupuestos participativos en Ciudad Real, que además deberán ser vinculantes. Asimismo, se ha instado a la apertura de un proceso de debate entre asociaciones y vecinos “para que se pueda crear un grupo motor encargado de elaborar el autorreglamento”.
A Ciudadanos le ha chirriado el posible carácter «vinculante» de los presupuestos participativos, ya que, según Francisco Javier Fernández-Bravo, «desnaturalizaría su labor, restando atribuciones a los órganos electos.
Por su parte, el portavoz del equipo de gobierno, Nicolás Clavero, aseveró que el PSOE está comprometido con la elaboración de presupuestos participativos, y que, como muy tarde, en el mes de noviembre se convocará a todos los grupos para iniciar conversaciones. Para el edil socialista, la moción no daba margen al diálogo. «Se vota sí o no. No es el foro ni el momento de debatir esto». Clavero invitó a Soánez a retirar la moción y derivar la propuesta a una comisión, de forma que sirviera de documento inicial y que todos los grupos pudieran aportar propuestas.
Soánez respondió que si los presupuestos participativos no son vinculantes sería una mera consulta. «No la vamos a retirar», anunció. Finalmente la moción se rechazó con los votos en contra de todos los grupos, a excepción del proponente.
es una gran idea, pero al reves tambien lo impedireis?o se va a expropiar a lo privado?
Y al mismo tiempo aprueban otra moción consistente en que se de dinero público para pagar las deudas privadas de la empresa privada llamada elcogás. Que verguenza de ayuntamiento.
Los padres seguirán peleándose por meter a sus hijos en colegios religiosos. La ruptura con la realidad, y desprecio a las preferencias de los padres es bochornosa.
Que se miren a ellos, responsables de lo mal que está la educación pública, sin la solidez y seguridad pedagógica de antes de la LOGSE.
Cuantos de ellos tiene o ha tenido a sus hijos en estos colegios?
En fin la SECTA, y por supuesto nada efectiva. La crisis de natalidad tampoco va a incentivar la demanda, pasará como ahora, el que pueda escapara de la educación pública, a la que la izquierda utiliza para su ingieneria social (todos recordamos a Fernandez de la Vega dando discursos políticos a los escolares).
En fin, y si no es por esto, como vamos a distinguir al perro de la perra? A los españoles los dos muerden lo mismo.
«Sin la solidez y seguridad pedagógica de antes de la LOGSE»
Jajajajajajajajajajajaja
Qué bueno. La chorrada de la excelencia pedagógica del pasado, o cómo a hostias se aprendía mejor. Antes, como ahora, la enseñanza depende del profesor, del alumno y del entorno. Punto. Las leyes molestan más que otra cosa, aunque ahora, al menos, defienden de los abusos. Lo de la ideologización de la educación, otro camelo; la realidad, de existir, un 0’00000001 de lo que las mentes bien pensantes imaginan, por un lado y por el otro.
Si la Administración cede suelo público para montar bares, ferreterías o academias de baile, que lo haga también con los colegios. Si para hacer clínicas privadas se hace, hágase de igual forma. Si no, no. No ha lugar la diferenciación.
Colegios privados, los que se quiera, concertados (que cobran de la Administración y luego sus propios impuestos revolucionarios), salvo excepciones de verdadera experimentación pedagógica, ya es muy discutible.
Eso sí, tal y como han hecho otras administraciones regalando suelo y financiando «a pachas» faraónicas obras de colegios concertados (qué bonito lo han dejado ¿verdad?) que luego se usan como un negocio privado tras el horario escolar, mientras en públicos se daban (y dan) clases en barracones, este Ayuntamiento, del que no soy fan, tiene todo el derecho, y en este caso mi apoyo, a negarse a hacerlo.
Y te respondo a tí, Ángel Manuel, porque me temo que hemos estudiado en el mismo colegio, en las mismas aulas, y con los mismos profesores, donde ya el creador de este espacio periodístico en la red desempeñaba algunas tareas de redacción de gran categoría, a mi entender. Ains, qué viejunos estamos, y, por lo que veo, algo amargadetes.
Saludos
Yo estudie BUP y COU con la ley Villar Palasi, no se pasaba sí no se aprobaba todo y la tarea se la hacía uno, nada de los padres, que te enteraban como no aprobaras.
Yo he pasado por Pérez Molina EGB, Marianistas (1 BUP), Seminario (2 y 3) y el Hernán Pérez del Pulgar (COU), y luego la UCLM. Asi que mayormente vengo de la pública, y la que había antes no era lo que hay ahora.
Los padres tb han cambiado, ahora, en fin ya sabemos….los profesores? Los viejos catedráticos de institutos eran los mejores y había ambiente currante entre compañeros y nos divertíamos tb (sin macro botellones).
La pedagogía estaba clara. Hoy los papas hacen la tarea y los hijos amenazan a los profesores. Exagero? Sin duda, pero hay verdad en lo que digo porque el fracaso escolar de hoy es mucho mayor. Y lo sabemos.
Viejuno pero no perruno.
El BUP en Marianistas y Seminario no sé si da para hablar de «mayormente» de la pública. Eso sí, como alumno pudiste comparar, no como el pequeñoburgués que suscribe.
«La pedagogía estaba clara». Sí, cada maestrillo tiene su librillo, la letra con sangre entra y poco más. Es decir, pedagogía cero. ¿Funcionaba? A veces sí, a veces no. Como ahora. No digo que lo de ahora sea mejor, pero tampoco es peor. Lo que tengo claro es que se deja menos cadáveres en el camino.
«Estudiábamos, aprobábamos»… ¿Pero quiénes? En una época donde las estadísticas eran poco fiables, cuando no inexistentes, pido que recordemos a aquellos que no siquiera hicieron BUP, que fueron muchos, y que se buscaron la vida sin ningún tipo de formación específica, pues la FP de entonces era una basura (un ejemplo de cómo el sistema actual es mejor, la FP, cuya problemática actual es que no puede asumir a todo el alumnado que la demanda).
Si preguntas a los que estudiaron «con reválidas» (ley de Ruiz Jiménez) los que cursamos la EGB y el BUP éramos una generación menos preparada, y lo mismo nosotros con la LOGSE. Es decir, a nivel educativo, bien parece que se aplica la premisa manriqueña de cualquier tiempo pasado parece mejor.
La realidad, sin embargo, es que conforme han pasado los años, el sistema educativo ha tenido que acoger a un porcentaje mayor de la población hasta edades más tardías, y hacer frente a unas realidades socio-económicas y familiares más dispares con unos métodos que debían abandonar el principio de autoridad basado en la violencia y el castigo físico (físicamente un amplio porcentaje del alumnado actual es más grande y fornido que el profesorado, lo que daría lugar a situaciones harto complicadas cuando no ridículas) por otro mucho más complicado de aplicar sustentado en el consenso general en torno a la importancia de la práctica docente y el respeto debido al profesor como autoridad moral y social. Lo cual es muy jodido, y no siempre se consigue, lo puedo asegurar. Pero con todo, es un cambio necesario y que ya se ha dado. La escuela ha sido más violenta cuando la sociedad así lo ha sido, porque con la universalización de la educación, ésta no deja de ser un reflejo de aquélla, siendo como es, a su vez, su vivero. Difícil equilibrio cuya solución no puede ser abominar de todo y plantear soluciones arcaicas de imposible implantación en una sociedad que ha experimentado tantos cambios.
Y ojo con lo del fracaso escolar, porque en esas estadísticas interesadas (invito a todo el mundo a investigar los puntos oscuros, directamente relacionados con espúreos intereses, del sacrosanto informe Pisa, cada vez más cuestionado en múltiples foros educativos por su falta de rigor), no todo es lo que parece. Los datos se tergiversan, sobre todo por los políticos( y eso que a menudo no lo hacen de forma consciente, simplemente es que no dan para más), confundiendo fracaso con abandono, cuyos índices sí son muy altos, pero que casi nunca se explica a qué se refieren. La OCDE define como abandono escolar el porcentaje de menores de 18 años que no se encuentran dentro del sistema educativo. Recuerdo que nuestro sistema establece los 16 años como límite de permanencia obligatoria en el mismo, y ese índice crece no ya tanto por la impericia o falta de preparación del alumnado como por la incapacidad del sistema de ofrecer alternativas suficientes a la diversidad de intereses y necesidades de los alumnos, así como por una escasa sensibilidad hacia la formación y la cultura por parte del mundo laboral en particular y de la sociedad en general.
¿Problemas educativos? Muchos. ¿Chavales y chavalas con carencias instrumentales como saber leer y escribir de forma apropiada? Muchísimos, incluso en los niveles superiores. ¿Grado de eficacia de los debates educativos que han concitado la atención de la sociedad en los últimos 20 años? (religión sí, religión no; ciudadanía sí, ciudadanía no). Cero. ¿Futuro? Como siempre, el que sean capaces de alcanzar el trabajo conjunto de profesores y alumnos con el apoyo consciente de las familias, siempre que las administraciones y los elementos de distorsión y suplantación de la escuela (medios de comunicación, redes sociales, líderes de opinión y creadores de tendencias) molesten lo menos posible.
Anda que vaya parrafada pa un viernes por la noche. Sorry.
Saludos cada vez más viejunos (los 40, que acechan en lontananza).
Woof, woof (bilingüismo perruno)
¿Por qué es tan difícil conseguir una plaza para que tu hijo estudie en los Hermanos Gárate, por ejemplo? ¿Acaso los padres de esta ciudad quieren someter a sus hijos al castigo de cursar sus estudios en un colegio religioso? ¿Por qué, teniendo una educación pública tan maravillosa, los padres se empeñan en llevar a sus hijos a este tipo de colegios?
¿Por qué la izquierda se empeña en impedir que haya centros educativos privados? ¿Es sólo porque defienden la educación pública? Yo también defiendo la educación pública. No sé, para mí que algo esconden estos de la izquierda. Por ahí cuentan que llevan a sus hijos a colegios privados, y de los caros, ¿será verdad?
leches Barreda estudio en las marianistas, y ya había colegios publicos entonces!!!!
¿colegios privados solo religiosos? o lo entendía mal, ¿una cooperativa de profesores sí podría hacerlo?
Sé que Carmen vive en los años 30 pero no sé qué se aprobó al final
¿Habeis consultado esta decision con Barreda?. Me parece que para Barreda es muy importante que los Marianistas vayan bien.
Conseguir una plaza en los Marianistas, San José o los Gárate es tan difícil como hacerlo en la Ferroviaria (el más demandado de todos), Don Quijote, José María de la Fuente o Santo Tomás de Villanueva en colegios o Juan de Ávila y Alarcos en IES. Plazas ofertadas contra demandadas, así de fácil. En general, la elección viene determinada por el equipamiento (ahí no hay quien les tosa a los concertados, que han financiado ese equipamiento con ayudas públicas aprovechando el ingente suelo que poseen de tiempos en que eran la opción educativa hegemónica), la situación, la sociología del alumnado, los antecedentes familiares, la «fama» del centro (en esto funciona lo de «cría fama…») y la oferta extraescolar, donde los centros públicos tienen que sufrir la dejadez de la administración y son las AMPAS las que desde hace poco intentan subsanar esa brecha con los privados. Eso sí, en los concertados te asesoran sobre qué alegar para conseguir plaza en su centro, siempre que tengas el perfil que buscan, es decir, pagar el impuesto revolucionario y tener visos de continuar en el bachillerato, que no es concertado (al menos así lo hacen en los Marianistas, donde la anterior administración tuvo que pararles los pies ante la práctica de asegurar a los niños de su guardería plaza en infantil, algo que sólo puede hacer la consejería de Educación). Nos encontramos con la paradoja de familias que reciben ayudas para material escolar que después pagan el «donativo voluntario» de esos concertados. Cosas verdes, amigo Sancho.
Nadie discute la creación de centros privados, sino que la administración pública los financie vía suelo o conciertos. Y aquí, como en tantas otras cosas, la división estúpida y maniquea izquierda-derecha lo único que hace es vaciar de contenido y razón el debate. Se trata de discutir sobre hacia dónde se dirige el gasto, quién lo controla, qué utilidad tiene y si se asegura la igualdad de oportunidades, algo innegociable cuando hablamos de gasto público y educación. Lo habitual es atribuir las carencias del la educación pública a la acción o inacción de sus responsables, mientras que los fallos de la concertada y privada, curiosamente, nunca son su responsabilidad, sino que vienen determinados por las horrendas leyes educativas, públicas e izquierdistas, por supuesto (que ninguno de los que así opinan ha leído)
Mientras unos se enroquen en criticar todo aquello que escape a sus a menudo anquilosados planteamientos morales (que son los que crecí, y en gran medida comparto, pero he intentado abrir algo la mente) y otros se empeñen en centrarlo todo en que el sistema sea público, sin introducir elementos de análisis relativos a calidad y eficiencia, seguiremos por este camino que a nada conduce.
Y sería interesante superar el localismo, porque el sistema público debe ofrecer una opción educativa, con igualdad de oportunidades y similar calidad, a la mayor parte de población (toda, en realidad). Que estas simpáticas empresas religiosas (curiosa relación) se animen a crear colegios en pueblos que no lleguen a 10000 habitantes, a ver si les interesa y qué servicio dan.
«Cosas veredes, amigo Sancho», que el corrector no entiende a Cervantes
Soy profesor pero no voy a opinar porque la experiencia me ha demostrado que la opinión del profesorado nunca se ha tenido en cuenta para nada. Hemos padecido ya tantas reformas educativas que una revista profesional tituló su portada «El profesor chiflado». No, no estamos chiflados: solo irremediablemente quemados. No hace falta leer filosofía para conocer el escepticismo: cada profesor aprendió esta filosofía a fuerza de golpes con el basalto. Ser profesor en España exigía vocación de general de la OTAN; ahora exige la de exorcista. No sé, quizá el hecho de estar sumergido en este cruel combate (que ya no se realiza sobre las lomas de las tarimas, ni al mismo nivel, sino desde trincheras al abrigo de la pizarra) me hace imposible ofrecer otra perspectiva que la de un paupérrimo soldado cobijado en el cráter de una bomba y tirando granadas no con la esperanza de ganar la guerra, sino de sobrevivir hasta la jubilación.
¡Fuerza y honor!