El concejal de Economía y Hacienda del anterior equipo de gobierno, Miguel Ángel Poveda, remitió una carta el pasado 12 de junio, cuando ejercía su cargo en funciones, al gerente de Aquona, la empresa concesionaria del servicio municipal de aguas, solicitando el restablecimiento del suministro en el Complejo Deportivo Playas del Vicario, pese a la deuda que la empresa responsable de la instalación, EGISSE SL, mantenía con el Ayuntamiento, según consta en el escrito.
El edil popular aseguraba «confiar» en el compromiso verbal asumido por esta empresa de saldar la deuda con el Consistorio. La petición, «de urgencia» y atendiendo «al interés general», según Poveda, vino motivada por la apertura al público de dicha instalación fijada para tres días después, el 15 de junio. Era «necesario», recalcaba, que para esa fecha estuviera reactivado el suministro para el normal funcionamiento de las instalaciones.
La concejala de Ganemos, Carmen Soánez, que ha hecho público este documento, ha lamentado el supuesto trato de favor del equipo de gobierno de Rosa Romero hacia determinadas empresa. Miramientos, ha subrayado, que no se tiene con los ciudadanos de a pie cuando atraviesan por dificultades económicas.
Ahora que andan enredados con el tema de las auditorías, sería muy pertinente ofrecer unos sencillos datos que permitieran saber lo que se gasta y se ingresa por esta estúpida obra que por recibirla casi gratis de la confederación permitió a Gil Ortega una foto dejando para décadas un lastre… presumo.
Hacer unas piscinas a 8 km del entorno urbano en un paraje de atractivo muy relativo es disparate superlativo que satisface a un puñado de usuarios que ni de lejos sufragan los costes de explotación.
No hay ninguna piscina que los ingresos superen a los gastos.
Y lo que no se puede discutir es que a pesar de estar a 8 km tiene bastante éxito.
Otra cosa es que contando con los chanchullos del anterior equipo de gobierno sea más fácil su gestión, además por una empresa No castellano-manchega.