El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha criticado hoy las presiones a las que están siendo sometidos los trabajadores del Consejo de Seguridad Nuclear al respecto de la idoneidad de los terrenos elegidos para la instalación del cementerio nuclear en Villar de Cañas (Cuenca). En este sentido, García-Page ha advertido que lo peligroso tendría que ser el propio cementerio, “y no los que lo dirigen”.
El presidente regional respondía así, durante la inauguración de la empresa Ingeteam en Albacete, a preguntas de los medios sobre las tensiones que existen en el Consejo de Seguridad Nuclear entre el presidente y algunos consejeros que votaron en contra como Cristina Narbona.
“A mí me gustaría que en Enresa no se pongan nerviosos, que si tan seguros están de estar haciendo las cosas bien, que no presionen a los trabajadores” porque todos los españoles “tenemos derecho a saber si es segura o no la instalación, porque estamos hablando de algo muy peligroso”, ha advertido García-Page.
Asimismo, ha instado a la empresa a “guardar la calma” porque “todos vamos a ejecutar nuestras competencias”. Por otro lado, el presiente regional ha afirmado que le da la impresión de que “no toda la basura del proyecto es radiactiva. Hay más basura además de la radioactiva y esa es la que tiene que ver con el procedimiento y con el camino que han emprendido. Y eso es lo que no vamos a tolerar”, ha apostillado.
