La Caravana Blanca, los enfermos y ancianos de nuestra ciudad y de las residencias de ancianos y pueblos de alrededor, es uno de los actos más entrañables en los prolegómenos de las fiestas en honor a la Virgen del Prado, patrona de Ciudad Real. «Son los más débiles y necesitados en su cuerpo los que nos da una lección de fe, de esperanza y de profunda confianza en Dios a través de la Virgen María, nuestra Madre del Cielo», señalan desde el Obispado de Ciudad Real.
Esta acción comenzó por iniciativa del que entonces era capellán del Hospital Provincial, D. José Ballesteros. «Él animó a un grupo de enfermos ingresados en el hospital a realizar una ofrenda floral a la Virgen del Prado y a rezar ante ella; los animó a poner en oración sus sufrimientos, su enfermad, su dolor… Lo ayudaron aquella primera vez las Hijas de la Caridad, que aún trabajaban en el Hospital provincial, y varias enfermeras».
Desde aquel primer año han pasado cincuenta y un años en los que la Caravana Blanca ha ido creciendo en participación de enfermos y voluntarios. La Hospitalidad Diocesana de Lourdes es la que organiza anualmente este encuentro de fe y de esperanza ante la Virgen del Prado con muchas instituciones y personas que colaboran en el traslado de los enfermos de su domicilio a la Catedral.
El jueves, 13 de agosto, a las 19’00 h., en la Catedral, el Sr. Obispo presidirá la Eucaristía de la Caravana Blanca en la que enfermos y voluntarios ofrecerán su debilidad, su dolor y su enfermedad a las manos maternales de la Virgen María.