3.870 muertes silenciadas: La Fundación ANAED pide a los periodistas que no contribuyan a esta «vergüenza nacional»

Eusebio Gª del Castillo Jerez.– Es común la obstinada y errónea creencia de que publicar noticias sobre suicidios per se puede inducir a otras personas a quitarse la vida. El dogma viene a ser algo como que no se debe informar de suicidios porque genera un efecto llamada. Y es cierto que esto ocurre en casos especialmente truculentos o en los que protagonizan personas famosas; precisamente, sobre los que se informa con profusión y sin pudor, haciendo de lo excepcional algo paradigmático, normalizando lo que es atípico o infrecuente. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud, la clave está en el cómo. Si se informa adecuadamente, los periodistas pueden convertirse en agentes activos en la prevención del suicidio. 

Foto: Christian Hopkins
Foto: Christian Hopkins

La OMS, en el informe Prevención del Suicidio. Un instrumento para profesionales de los medios de comunicación (si incluye al final de la información), mantiene que «informar del suicidio de manera apropiada, exacta y potencialmente útil a través de medios progresistas e inteligentes puede prevenir una trágica pérdida de vidas».

En la misma línea, José Ramón Pagés, coordinador nacional de la Fundación ANAED, una organización dedicada a la ayuda al enfermo de depresión, apunta que los medios de comunicación deben abordar la cuestión del suicidio, «porque mientras no se habla de un problema, éste no se soluciona». De hecho, entre las recomendaciones de esta entidad a las familias para superar la depresión está la de hablar de ella con normalidad. «Los medios de comunicación deben hacerlo también, tanto con la depresión como con el suicidio».

No se trata de una cuestión baladí. Pagés recuerda que en el año 2013, el último del que se tienen datos, hubo 3.870 muertos por suicidio, según el Instituto Nacional de Estadística; el triple que por accidentes de tráfico. «Se ha pasado de alrededor de 6.000 muertes al año en las carreteras a algo más de 1.000. Y esto ha sido posible tras atacar el tema y hacer campañas de concienciación». Un postura similar, añade, a la que se ha tomado en otras cuestiones como el SIDA o la violencia de género. «Se entendió que no había que ocultar el tema ni dejarlo en las alcobas, sino sacarlo a calle, hacer campañas y poner medios para luchar contra el problema en una guerra sin cuartel. En la lucha contra el SIDA se ha conseguido que el 85% de las personas afectadas no mueren por la enfermedad». Sin embargo, en 2013 se produjeron 350 muertes por suicidio más que en el año anterior, «y nadie dice nada. Nadie se ha hecho eco de esto».

Sobre la reticencia de los medios de comunicación a informar sobre el suicidio, el coordinador nacional de ANAED apela a las recomendaciones de la OMS. «Aseveró que eso no era cierto, no induce a otras personas a quitarse la vida», por ello reclama que «se deje de timar a la gente con este tipo de cosas». Señala que si el efecto llamada fuera tal, «podría ocurrir también en el caso de la violencia de género». Lamenta que los periodistas, pese a la insistencia de la OMS, «continúen emperrados en que no hay que hablar del suicidio». Cree que detrás de todo se oculta el interés de que no se hable de una cuestión que califica de «vergüenza nacional», y que, en tanto que no se ponga el problema encima de la mesa, las administraciones no comenzarán a actuar. «Les viene muy bien, porque así no se gastan dinero en ello. Hacer inversiones en trasplantes de cara a la galería vende mucho socialmente, mientras que las enfermedades mentales son la niña fea de la casa».

«Queremos que en las familias se hable del suicidio y de la depresión, igual que se habla cuando una persona se muere de un cáncer o tiene un problema por una cirrosis hepática», recalca José Ramón Pagés.

Rol activo en la prevención del suicidio
El informe de la OMS pone de manifiesto que es posible prevenir el suicidio, mediante «una serie de actividades que van desde la provisión de las mejores condiciones posibles para la educación de jóvenes y niños y el tratamiento eficaz de trastornos mentales, hasta el control medioambiental de los factores de riesgo». Además, este organismo internacional subraya que la difusión apropiada de información y campañas de sensibilización del problema son «elementos esenciales» para el éxito de los programas de prevención. La OMS constata la influencia que los medios de comunicación ejercen sobre la sociedad, por ello entiende que también pueden jugar un rol activo en la prevención del suicidio.

Por otro lado, señala que los suicidios que atraen la atención de los medios de comunicación son aquéllos que se apartan de los patrones usuales. «De hecho, es impactante que los casos presentados los medios estén fuera de lo común, y representarlos como típicos perpetúa aún más la información errónea sobre el suicidio». Circunstancia que, según la OMS, aumenta el comportamiento suicida en poblaciones vulnerables. A la inversa, informar del suicidio de manera apropiada, exacta y potencialmente útil pueden ayudar a prevenir la imitación del comportamiento suicida.

Recomendaciones
La OMS insta a evitar a toda costa el sensacionalismo al informar de suicidios, particularmente cuando está relacionado con personas famosas, a no utilizar exageraciones ni fotografías de la víctima, del método empleado o de la escena. «Ciertos escenarios – puentes, acantilados, edificios altos, vías férreas, etc.– están tradicionalmente asociados con el suicidio y la publicidad extra aumenta el riesgo que más personas los usen».  Por otro lado, añade que los titulares en primera página nunca son la ubicación ideal para informar sobre un suicidio.

Entre las recomendaciones, este organismo señala que no debe informarse acerca del suicidio como algo «inexplicable o simplista». El informe hace hincapié en que  el suicidio nunca es el resultado de un solo factor. «Usualmente lo causa una compleja interacción de muchos factores tales como enfermedad mental y física, abuso de sustancias, conflictos familiares e interpersonales y acontecimientos estresantes. Es útil reconocer que una variedad de factores contribuyen al suicidio». Por otro lado, no debería describirse como un método para enfrentar problemas personales «tales como bancarrota, incapacidad de aprobar un examen, o abuso sexual». Además, habría que resaltar «el impacto sobre las familias y otros sobrevivientes, en términos del estigma y el sufrimiento psicológico».

«Glorificar a las víctimas de suicidio como mártires y objeto de adulación pública, puede sugerir a las personas vulnerables que la sociedad honra el comportamiento suicida». En vez de eso, la OMS recomienda poner énfasis en lamentar la muerte de la persona. Asimismo, añade que describir las consecuencias físicas de intentos de suicidio (daño cerebral, parálisis, etc.) puede actuar como elemento de disuasión.

Por último, el informe destaca que los medios de comunicación pueden jugar un papel proactivo en la prevención el suicidio al publicar información, junto a estas noticias, acerca de servicios de salud mental y líneas telefónicas de ayuda, de la relación entre la depresión y el comportamiento suicida, y mensajes de solidaridad hacia los familiares y amigos del fallecido.

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8 COMENTARIOS

  1. Es cuestión muy delicada. Cuando publicaron que un maltratador había prendido fuego a su esposa, empezaron a usar ese método a mansalva otros maltratadores. Que las estadísticas y los sociólogos diriman qué sea lo correcto. Yo ya ni siquiera me atrevo a opinar; es un tema muy sensible para los que cuentan con muchos suicidas en su familia (por ejemplo, yo). En primavera y otoño son más frecuentes, pues los inducen cambios circadianos y hormonales a causa de la declinación de la luz. También la genética y los agobios económicos y sociales que determinadas políticas (o crisis) provocan. Algo sin embargo debe saberse: los suicidas no pretenden «llamar la atención»: deben tomarse en serio. Muchos presuntos «accidentes» son en realidad suicidios encubiertos o lo que Durkheim, que escribió un brillante estudio sobre el tema, llamó «suicidios altruistas», esto es, sacrificios por el bien de otros. Es el caso de algunos enfermos costosos, de ancianos que dejan de tomarse las pastillas porque sienten que son una carga o de otros diagnosticados con un mal incurable y penoso que no quieren ser ni peso ni incordio duradero para sus familias… y no quiero seguir deprimiendo a la gente con el tema.

    • Por demás, un suicidio no solo hace mal al que se suicida, sino a su entorno más cercano, que queda psicológicamente afectado de por vida, con pensamientos como «tal vez pude evitarlo», «por qué no le hice caso», etcétera. Este factor multiplica el estrago de este mal social que, como las estadísticas indican, tanto han fomentado algunos (me refiero a los que han aprobado recortes en salud mental) últimamente. Pero, para qué decirlo: esos son de los que no se suicidan. Prefieren matar a otros.

    • Estoy de acuerdo contigo, creo que es un tema muy delicado en el que hay tener muy en cuenta no sólo un posible «efecto llamada», sino, sobre todo, el daño que se puede ocasionar a las familias, pues las circunstancias de la muerte de cada uno deben ser algo privado y no es necesario hacerlas públicas. Máxime teniendo en cuenta el tono amarillista que suelen tomar los medios de comunicación en estos temas.

      Evidentemente, una cosa no quita la otra. Es necesario que existan unas estadísticas fiables sobre suicidios y sus causas que permitan tomar medidas preventivas.

  2. ¿Cuántos suicidios están vinculados a circunstancias que serían evitables de las que se puede responsabilizar, total a parcialmente, a los gobiernos?

    Muchos, diría yo.

    Y en consecuencia, cada noticia sobre ellos sería una llamada de atención más sobre las miserias del Sistema político en el que vivimos.

    Creo que esto explica bastante bien tanto el silencio informativo -en los medios de propaganda del Régimen-, como la ausencia de estadísticas fiables.

    • Creo que este es un asunto muy delicado, pero quiero decir que, según tengo entendido, algunos gobiernos como el de la República Democrática Alemana tuvieron que dejar de hacer publicas las cifras de suicidios para no minar la moral de la población. Sin embargo, creo que debería hablarse más del asunto, no silenciarlo como si no estuviera sucediendo nada.

    • Suicidios por temas psiquiátricos o psicológicos hay y va a haber, es cierto que son temas para tocar de forma delicada, pero los que menciona Gonzalo son para poner a bombo y platillo en los medios de comunicación.

      El cambio de modelo al que nos están abocando los neocon-liberales es un modelo que fomenta la ruina económica-social-laboral de los más débiles y convierte la sociedad en una selva del sálvese quien pueda. Con estos individuos, los resortes del ya casi inexistente Estado del Bienestar han dejado de saltar en las urgencias, y así les va a los más débiles.

      A día de hoy, y gracias a las leyes de estos elementos, la Constitución ha sido lo suficientemente minada, como para que sus efectos sean nulos ante las emergencias sociales. Lo ha dicho Romera un par de veces en los foros y lleva toda la razón.

      El problema es: si gana el PSOE, de verdad hará algo para que esos resrotes vuelvan a estar activos? Lo digo porque el PSOE siempre ha sido republicano, laico, enemigo de las injusticias, de las tramas fiscales etc etc… me vais cogiendo?

      PD: Cuando digo a bombo y platillo, me refiero con información desagregada. No hace falta ser Tele5…

      • Si bien es cierto que el 2013 es de la cifra mas alta de los últimos años, no difiere mucho con los años precedentes, ni con el color político en el poder.
        Lamentablemente, lo que ocurre o pasa por el ultimo momento de un suicida es desconocido, una sola cosa, dos o mil, pueden ser desencadenantes de la tragedia.
        Los motivos, es vuelta a especular… por la crisis, por desamor, por desesperación, por suponerse una carga… o simplemente porque si.
        Y respecto a lo que decían arriba de publicar solo algunos… injusto me parece, o muy mala conciencia (política) porque como determinarías si publicar o no, un suicidio de alguien que lleva tiempo en paro (posible causa, la crisis) y le ha dejado su pareja (posible causa, el desamor)… o todos o ninguno. Pero evidentemente, es un experimento que no se puede hacer con gaseosa… difícil para quien le toque tomar la decisión.

  3. Tolerancia 0 con la dictadura ASESINA del régimen del 78. ¡STOP PARTIDOS POLÍTICOS Y SUS URNAS!, no les legitimes, no les votes.

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