Los trabajos del personal de limpieza, jardinería y obras del Ayuntamiento de Manzanares continuaron en la mañana del sábado en calles, parques y demás espacios públicos para tratar los daños producidos por la tromba de agua y granizo que sacudió la localidad en la tarde del viernes. Veintidós personas divididas en cinco equipos acometieron las labores necesarias para garantizar la seguridad de los ciudadanos desde las siete de la mañana.
La portavoz del Equipo de Gobierno de Manzanares, Beatriz Labián, confirmó que los trabajos consistieron “en la revisión y el aseguramiento de los árboles dañados, y en la retirada de los obstáculos que todavía quedaban en la vía pública y que podían suponer un peligro”. Las principales actuaciones fueron en el Parque del Polígono, la Piscina Municipal y los Paseos Príncipe de Asturias y sus alrededores.
El Parque del Polígono es uno de los espacios que sufrieron más daños y por ello allí las tareas se intensificaron. Los trabajos continuarán durante bastantes días debido a la concentración de árboles en el lugar y a la longevidad de los mismos. Ahora bien, Labián aseguró que “poco a poco todo volverá a la normalidad”.
Durante toda la mañana continuaron las labores de recogida de ramas y acondicionamiento del agua en la Piscina Municipal, por lo que el domingo ya estuvo abierta al público. Además del parking de la piscina y el entorno de la residencia, los operarios municipales aseguraron todos los viales y las calles. La portavoz expresó que “el Ayuntamiento ha hecho un gran esfuerzo desde el primer momento” para que los efectos de esta gran tormenta apenas se notaran a lo largo del sábado
En total, Beatriz Labián informó de que ya se habían recogido “11 contenedores grandes, ocho camiones y ocho remolques de leña”.
Además de la caída de árboles, cornisas, tejas y tendido eléctrico, Beatriz Labián indicó que también hubo algún daño en las lápidas del cementerio. Ahora bien, el Equipo de Gobierno todavía está recabando información sobre los daños que se produjeron en el campo y en las cosechas a pocas semanas del comienzo de la vendimia. De momento, tampoco es posible cuantificar los numerosos daños.
