Con el eco aún de los últimos compases de la música que hizo bailar a una Plaza Mayor llena hasta la bandera, cuando la luz del día invitaba ya a tomar el camino en dirección a casa, los operarios del servicio municipal de limpieza comenzaban una de sus jornadas más duras. Disipado el frenesí, quedaba a la vista la estampa final de la fiesta. Toneladas de basuras esparcidas por las calles, principalmente en los Jardines del Torreón y en la Plaza Mayor. Daños colaterales provocados por actitudes incívicas, diligentemente subsanados por los trabajadores públicos.
En total, el Ayuntamiento de Ciudad Real ha movilizado a alrededor de 95 trabajadores de la sección de limpieza viaria, apoyada por la sección de parques y jardines y del servicio de mantenimiento.
Para la ejecución de los trabajos el dispositivo de limpieza ha dispuesto de todo el parque móvil en uso del Ayuntamiento: 5 barredoras de aspiración, 2 barredoras de arrastre, 5 equipos de baldeo, 3 palas, 9 camiones y furgones.
Me pregunto por qué nunca colocan contenedores extra de vidrio y plástico. Si los operarios del Ayuntamiento no tienen más remedio que tirar esto, todo mezclado, a la basura general, me parece un atentado al medio ambiente.
Que digo yo que si cada uno retirara su basura y no fueramos tan guarros no se verían esas imágenes tan desoladoras.
Sabemos manchar y no sabemos recoger.
Deberíamos invertir más en civismo y menos en fiestas.
Por sus restos los conoceréis.
Esta preparación realizada para realizar la limpieza posterior a la fiesta es el reconocimiento más claro de la falta de programación de la propia fiesta. ¿Se ha fijado nuestra Concejala actual de Medio Ambiente, en la diferencia de la «calidad» de la basura producida en la zurra, la Plaza Mayor, y la zona de El Torreón, con la que se produce en los Sanfermines pamplonicos, o incluso en la Tomatina, por poner dos fiestas de interés turístico nacional?.
Convendría que se medirá en ello suficientemente, para poder sacar conclusiones que sirvan para reorientar está pseudopandorga.